Dolores, amnésica; Esperanza, cazatalentos

 

 

 

 

Todo lo que soy es cerro, junco de rambla,

pero en la fuente saco pecho.

Guillermo Morales Sillas

Regino Díaz Redondo

Madrid.- Una gran parte del consorcio político empresarial del país es corrupto, mentiroso y cínico. Su avaricia no tiene límites; hay que agregar que también la trama de ladrones de baja estofa opera en los municipios y en cualquier dependencia en que haya oportunidad de lucrar a mansalva, no importa que genere un daño irreversible a la nación.

Los delincuentes van desde el estilizado director de empresa que acude, de vez en cuando, a la sede del PP a depositar donativos espontáneos y jugosos para obtener licencias de construcción en terrenos prohibidos, hasta lucrar con la concesión de servicios públicos sin ir a concurso y comprar el voto favorable a cualquier iniciativa que engorde bolsillos y haga crecer las felonías.

Es tal la desvergüenza que un señor José Ángel Cañas, tesorero del PP en Castilla la Mancha, acaba de confirmar —después de negarlo varias veces— que aceptó un soborno por 200 mil euros y no recibió el dinero.

Me explico: Cañas admitió que su firma en un recibo por esa cantidad era auténtica, pero dice que fue obligado a rubricar el documento porque “el tesorero general del PP le obligó, era muy violento y agresivo, tuve miedo y firmé donde me dijo”, expresó el depredador ante el juez. “Sí, agregó, Bárcenas gritaba mucho y me asustaba”, añadió el susodicho.

Naturalmente que Cañas obtuvo esa cantidad, pero fue tal la presión recibida por la cúpula del PP que le obligaron a hacer unas declaraciones tan estúpidas como las anunciadas. Esto es ya el desiderátum de una sociedad hundida en la miseria que busca de comer entre los deshechos que arrojan los todopoderosos que hacen y deshacen en esta España de “diferidos” y embustes.

El caso no para ahí. Cañas no ha sido destituido de su cargo, ni quien allí lo puso —María Dolores de Cospedal, presidenta de esa Comunidad— lo despidió.

Su rostro es un tótem

A propósito de esta señora resultan insuficientes los calificativos que se le atribuyen. Es un tótem que habla sin alterar el rostro y la vieja cassette que tiene dentro le reproduce los juicios más enrevesados e increíbles que se hayan podido escuchar dentro de la política de la nación. Primero dice que “Luis Bárcenas es un hombre impecable con una trayectoria recta y muy buen trabajador”. Poco después, cuando se descubre el desfalco que éste cometió por 58 millones de euros que fueron depositados en diecinueve paraísos fiscales para ocultarlos, lo acusa de “delincuente”.

Todo ocurrió en un periodo de pocas semanas.

En otra de las declaraciones en el juzgado ante el juez Pablo Ruz, doña María de los Dolores declaró que el acuerdo para seguir pagando a Bárcenas un dinero como recompensa por sus labores fue acordado por Mariano Rajoy y Javier Arenas en presencia de la esposa del detenido, Rosalía Iglesias.

Al darse cuenta del error cometido y de cómo implicaba a su jefe, el presidente del gobierno, en una trama de dinero negro, rectificó y de inmediato se volvió amnésica. No se acordaba de nada; si acaso de lo ocurrido horas antes. La dama había perdido la memoria por la falta de inteligencia y el tremendo agujero que le hizo a su jefe, “sin quererlo”.

De Cospedal es un ente político digno de un estudio sicológico. Se trata de una mujer que enchufa a su marido, Ignacio López del Hierro, en empresas muy productivas de la región que ella elige pero donde nunca está presente. Su nerviosismo frente a los periodistas se nota de inmediato cuando intenta, con palabras incoherentes, justificar una decisión de su partido, que fue engañosa, y busca una salida a todos los actos corruptos cometidos por miembros de dicha organización.

La secretaria general del PP —Cospedal— es un claro ejemplo del alboroto que existe en ese partido político y de la serie de irregularidades que se han cometido durante muchos años. Entre ellas destinar dinero negro a fines distintos a los que corresponden y emplearlos en gratificar a quienes han sido buenos súbditos. Súbditos o esclavos.

En su cabeza no cabe dejar el puesto que tiene ni mucho menos el dinero que gana y ha ganado. Hasta hace poco, recibía tres sueldos por ser la segunda del presidente del gobierno, la secretaria general del PP y la presidenta de Castilla la Mancha. Jugosos salarios que seguramente rebasan lo que merece.

No le teme al ridículo. Hace poco, durante una reunión interparlamentaria, quiso responder al expresidente Aznar cuando éste tomó nota de los que no habían asistido a la presentación de su libro.

Todo un galimatías

Desde el púlpito del salón de consejos de la calle de Génova, la dama manchega volvió a pronunciar un discurso que resultó ser un galimatías.

Dirigiéndose a sus compañeros de partido les dijo que miraran adelante, atrás, a un lado y al otro, y vieran que estaban allí los que verdaderamente eran miembros del partido popular.

Con esta frase, que seguramente le fue escrita o por lo menos sugerida, quiso darle una bofetada a don José María para decirle, posiblemente, que los verdaderos populares eran ellos y no el expresidente.

Por su parte, el miembro del trío de las Azores se presentó como el salvador de su patria.

Avisó que con “sus premisas y visión políticas España puede salir de la crisis”: “Con mi teoría hicimos un país de ricos y llegamos a tener un superávit de empleos”.

Se mostró molesto porque el actual gobierno no enfrenta los problemas ni con acierto ni con prontitud. Su altivez insoportable obedece, quizás, a una enfermedad desconocida y no precisamente a un convencimiento innato de la realidad.

El grupo neoliberal que dirige la nación en estos momentos es inconfundible. Su ADN es similar y reconocido por todos. Nadie se escapa. Es inigualable. No hace falta profundizar mucho en el análisis de los individuos que conforman la administración. Coja un periódico y lea: “por Dios y por España, sus majestades han sufrido mucho. No queremos que la gente alborote en las calles porque es ir contra la marca España. Enterremos el pasado, ya hubo amnistía y lo ocurrido durante la dictadura no es más que un incidente en la historia”.

Por cierto, y para hablar de señoras políticas o políticas señoras, hay que apuntar que doña Esperanza Aguirre, presidenta del PP en Madrid y expresidenta de la Comunidad de Madrid, se fue de la política porque expresó que eran suficiente los 30 años que vivió dentro. Pero nadie se lo creyó.

Talentos fantasma

Ahora vuelve a la palestra. ¿Recuerdan que una empresa la contrató como cazatalentos para la causa? (¿?) Pues bien, nadie sabe a cuántos cazó o por lo menos les echó el guante porque no aparecen nombres ni actividades específicas de esta misión que le encomendaron. Está claro que fue una designación fantasma, equívoca, otra vez mentirosa, para justificar de alguna manera las actividades que realizaría posteriormente.

Pues bien, las que realizó son actividades políticas y las que realiza también. Ahora se enfrenta a Mariano Rajoy siempre que puede y luego vienen los besitos y los apapapachos. Está a la expectativa de los errores que comete el gobierno de su partido y ella, Juana de Arco, sale en su defensa con un sable reivindicador para cortar cabezas… a quien se ponga por delante.

Los políticos la respetan, la temen, la envidian y muchos la odian pero ella aparece en público para lanzar diatribas contra su propia gente a diestra y siniestra; con una sonrisa de yo no fui, no deja en paz a Mariano Rajoy. En el momento en que decidió participar en política lo hizo dando —es un dato exacto— ocho conferencias de prensa en un día para censurar los recortes que realizó el gobierno, la subida de impuestos y del IVA.

Seguro que ella hubiese hecho eso y más de haber sido la presidenta del gobierno, puesto con el que aún sueña y está dispuesto a pelear por él. Para explicar un poco el estado de salud mental en que se encuentra nuestro país, lea con detenimiento esta esquela publicada por el diario monárquico ABC la semana pasada:

“El Excelentísimo señor don Eduardo Espinosa de los Monteros y Español, duque de Dato, Grande de España, Medalla de Oro de la Real Academia de Historia, Medalla de los Sitios de Gerona, recibió los Santos Sacramentos bajo el manto de la Virgen del Pilar.”

Por eso, nuestra historia está tan bien escrita y apegada a la verdad.