“Los collares de luchas de esclavos, son a veces expuestos como instrumentos  de tortura”

Joyce Carol Oates

Regino Díaz Redondo

Madrid.- La lucha por la hegemonía mundial ha sido ratificada por los acontecimientos en Ucrania. Los protagonistas vuelven a ser los mismos que durante la guerra fría. Pero en silencio, China con descomunal progreso y miseria, observa, lista para intervenir. Mientras Barack Obama y Vladimir Putin vuelven a subirse al ring, el gigante asiático no permitirá que Estados Unidos y Rusia se dividan el mundo y lo manejen a su antojo.

Ucrania, donde la soviética tenía la mayor parte de su arsenal, desde una bala hasta el más potente agente bacteriológico, es el campo de experimento de ambas naciones.

Los Balcanes vuelven a ser el territorio donde se instala nuevamente la guerra. Ahora, mas caliente que nunca, Kiev y la península de Crimea son los brazos de los poderosos que consideraron llegado el momento para recibir con ventaja el cambio económico y político del mundo.

El actual sistema está agotado. Los ricos son cada menos y los pobres optan por plantarse y enfrentar las desigualdades establecidas por Bretton Woods. Se acabaron los acuerdos firmados por las potencias ganadoras por la Segunda Guerra Mundial. El período que termina funcionó poco más de 50 años. Fue un tratado construido sobre la soberbia y la desmedida ambición. El mundo, entonces, estaba harto de bombas y de dictadores. Quería paz y cayó en las garras de muchos miserables triunfadores.

Estaba claro: todo era mejor que el nazi-facismo. Se supuso que venía la calma y la recuperación se esperaba con tranquilidad. A nadie se le ocurrió que estos años servirían para coronar el elitismo, crear fortunas inimaginables, propiciar la esclavitud moral y económica de las naciones y afianzar el egoísmo insaciable de un reducido número de personas.

En el último quinquenio se fraguó la extinción del capitalismo brutal y la disposición social dio lugar al resurgimiento de millones y millones de personas en cuyos hombros se edificaron monumentos a falsos ídolos, a criminales y organizaciones ávidas de lucro.

Se han amasado fortunas escandalosas, crecieron la discriminación, la xenofobia y el aplastamiento masivo.

En nombre de la democracia se cometieron los más infames asesinatos de individuos y del sistema de convivencia. Fue la democracia, en su nombre, equivocadamente, la que dio lugar a la pobreza y a la muerte por hambre en toda la geografía del planeta.

Ahora, los colores ideológicos no existen, la piedad la imparten mal los engreídos, las ayudas son falsas y se otorgan a intereses particulares. Dominan las ridículas sonrisas de apócrifos bienhechores. Nadie se fía de algo.

    El omnipotente sale a escena cuando se afecta su patrimonio. Los gritos de libertad e igualdad son apagados por leyes contra la ciudadanía.

Los gobiernos, sean liberales, sociales o totalitarios, sólo buscan satisfacer la insaciable sed del todopoderoso a diario más y más, y más, no importa quien caiga. El respeto da paso a la burla; las migajas se arrojan a los hambrientos para disfrutar del espectáculo de cómo se pelean para conseguirlas.

Los menesterosos hacen cola para todo, no hay trabajo, los costos de la electricidad, del pan, del agua y de las patatas, suben, inalcanzables para la mayoría.

La tierra es un coliseo romano en el que los gladiadores son los trabajadores que sufren frío y mueren por ello porque no les alcanza ni para comprar un hornillo.

Los niños dejan de ir a la escuela o bien optan por no cenar y guardar la comida para llevarla al colegio al día siguiente. Las familias se rompen y los dueños de los consorcios están sordos sin serlo, son mudos cuando pueden hablar y dan la espalda a quien solo pide un pedazo de pan.

La juventud emigra aquí y allá. En todas partes es igual. Un poco mejor fuera o quizá peor, pero hay que salir. Al irse se dan cuanta de que en todas las naciones impera la discriminación y también pasan las de Caín y son insultados.

Desahucia la Europa comunitaria, ataca la Rusia de un ex miembro de la KGB e invaden los chinos todos los rincones de la tierra en un país donde millones trabajan 18 horas diarias por un sueldo miserable.

En EU un presidente afro-americano tiene que transigir frente a un Congreso hostil que rechaza cualquier iniciativa a favor de los menesterosos. Obama es odiado por los republicanos estadounidenses por dos causas fundamentales: intentar sacar de la miseria a la gente y por negro. Sí, dentro de las cabezas de los blancos del capitolio, de casi todas ellas, bulle siempre el mismo pensamiento … pero… ¿cómo.. tener que aguantar a este negro son of a bitch?”

      Se habla de brotes verdes. ¿Cuáles? No se equivoquen son brotes verdes para los que mandan porque así se relaja la tensión social. Otra burla más. Los líderes de las naciones hacen caso y se entregan a los magnates de la economía. Obedecen a rajatabla sus órdenes. Se arriman a ellos para no caer.

¿Brotes verdes..? No, por favor, no. Ese oxígeno extra es para que respiren mejor los jerarcas.

En este continente, la UE es un organismo frustrante. Nunca podremos obtener beneficios para lo que fue creada. Primero se nos dio todo lo que pedíamos y ahora nos lo reclaman con intereses onerosos, pluscuamperfectos.

    A Rusia y China les conviene que exista la UE, pero hasta cierto límite. Y no tienen por qué preocuparse, no llegará a más, seguirá así, salvo que ocurra lo impensable.

En las elecciones de mayo al Parlamento Europeo, un luxemburgués y un alemán se disputan “el honor” de ser presidentes de la Comisión o del Consejo.

Doña Ángela Merkel ya movió fichas y los bancos germanos siguen lucrando. Igual que los demás del resto del continente.

Aquí, en España, ¿quiénes son los beneficiados?

Pues claro, los bancos salvados con una inyección de 200 mil millones de euros. Ahora, realizan operaciones fraudulentas y engañan a los ahorradores. Los dirigentes de tan oscura trama, de tan ominosa acción, están libres.

Los cuenta habientes salen a la calle, y los dejan manifestarse pero “dentro de la ley”, siempre y cuando no alteren demasiado “el orden público”.

Porque para que la olla de la inconformidad no estalle es preciso soltar presión, permitir caminatas pro-dignidad. A los participantes de esta cabalgata por la emancipación los tratan como bestias.

      Todo esta controlado. Los que están arriba, allí deben permanecer; los de abajo, igual, ahí, en el sótano, en el sótano de las ideas y del bienestar, en la ignominia y en la desesperación.

      Y los tontos como yo escribimos estos malos artículos a sabiendas que sólo es desahogo que no tendrá ninguna repercusión ni ayudará para evitar el inmenso egoísmo que impera.

       El propósito de los que mandan es bien claro: si hay que violar los derechos humanos para conservar la vida, hagámoslo. Que nazcan más niños hambrientos que serán los sustitutos de los actuales; que las mujeres den a luz a bebés con malformaciones para que el gobierno las controle. Y un sin fin de barbaridades inadmisibles.

      Entonces, ¿vale la pena saber si Ucrania se divide en dos, Kiev y Crimea? Pues sí, porque se están acomodando o construyendo las piezas del nuevo orden económico y político mundial.

Repito, el actual está muerto y ciego, colea y sucumbe.

Entonces, dejemos que el gobierno nos cobije porque en tanto seamos súbditos y acatemos “el Estado de Derecho” sobreviviremos y nos obligarán a dar las gracias.

      De otra manera, si nos rebelamos podríamos ver algo más; conseguiríamos cosas que anhelamos y podríamos ver brotes verdes y un futuro más seguro.

      Hay que elegir. Cuidado con no equivocarse.