España: El gobierno calla de forma insultante

 Regino Díaz Redondo

Madrid.-Todos los presidentes del PP desde finales de los 80 sabían la existencia de la caja negra y contabilidad en b. Ninguno es ajeno a este tejemaneje.

     Entonces, ¿Mariano Rajoy también?

     Repito. Todos los presidentes de los populares conocían dicha forma de actuar.

Luis Bárcenas, ex tesorero de ese organismo político, contestó así al abanico de acusaciones que se le hicieron durante su última intervención ante el magistrado encargado de juzgarlo.

      Durante más de cinco horas, el señor del Gran Poder, así le llaman ahora, fue interrogado por Pablo Ruz y tiró un poco más de la manta. Eso sí, se guardó información para más adelante, cuando sea necesario, que lo será.

      Administra el preso de Soto del Real los datos que conoce y procura llevar un plan que le permita mantener la posibilidad de destapar toda la cloaca de corrupción que imperó en dicha organización política.

      Los dirigentes populares no se dieron por enterados. No obstante el señalamiento directo y radical de Bárcenas en el que acusa también a María Dolores de Cospedal de recibir doscientos mil euros en propia mano, mundo hicieron mutis.

Para ellos lo que diga un delincuente no puede tomarse en serio.

En la Audiencia Nacional añadió que todas las comunidades autónomas de su partido utilizan contabilidad b en las elecciones regionales. Como era de esperarse, unas callaron, otra como la madrileña dijo que no era cierto.

    Entre 1990 y 1994, Francisco Álvarez Cascos, ex ministro con Aznar y ex secretario general, manejó importantes cantidades de euros para compensar a miembros de su partido de acuerdo con la cúpula de dicha institución.

      Reiteró que una gran parte de la compra y renovación de su edificio en la calle de Génova, fue pagado en negro al arquitecto Gonzalo Urquijo, quién poseía cinco millones de euros en un banco suizo.

      El Poder Judicial investiga ahora la procedencia del dinero y, posiblemente, cite a declarar a dicho profesional.

      Para justificar sus ingresos por su trabajo que terminó en 2008, aparece una factura fechada en 2013 en donde se detallan todas las erogaciones que recibió y, naturalmente, manifestadas al fisco.

      Sólo se confundió en cinco años. Peccata minuta.

Bárcenas fue muy claro: “entregué veinticinco mil euros en negro y en propia mano a Mariano Rajoy”. El partido en el poder se surgió, otra vez, en el silencio.

      Prometeo (Rajoy), no se dio por enterado. Tampoco los personajes mencionados. Solemnes, afirmaron que la denuncia proviene de un reo sin credibilidad que permanece en prisión por defraudar cuarenta y ocho millones.

      La élite del PP adopta ahora un criterio distinto para tratar el asunto Bárcenas. Se cae la casa con todos los inquilinos y no ha pasado nada.

      Recuerde el chiste: la baronesa Ribadeira telefoneó desde su casa veraniega en el sur de España a su fiel mayordomo para inquirirle:

–      José, José… yo quiero preguntarte si en el Palacio hay novedad.

–      No hay novedad, señora baronesa, no hay novedad. Sólo pasó que anoche nos robaron las perlas de su gran collar y que después un terremoto a la techumbre hizo volar. Por lo demás, aquí no pasa nada. No hay novedad, no hay novedad.

La opinión pública no está satisfecha con la actitud del presidente del gobierno y sus allegados; quiere más claridad, desea que le despejen los puntos oscuros que hay en esta trama y no se cree la supuesta inocencia de los implicados.

Es decir, no contestar con datos escritos y verbales a la ciudadanía, perjudica y hace tambalear a este gobierno que habla cuando no debe y calla porque tiene el agua al cuello.

La verdad para estos distinguidos señores es una entelequia y todas “las mentiras” de Bárcenas tienen su “origen en el PSOE” que se encarga de “propagarlas”.

¿A usted qué le parece?

El PP se ha cerrado en banda. Chitón, ordena don Mariano, y todos a bajar la cabeza porque él es el amo del cotarro.

El esposo de Rosalía Iglesias, también imputada, llegó a decir en su exposición ante el juez Ruz, que los trajes que usó Rajoy durante la campaña presidencial del 2008 fueron pagados en b y, agregó “aunque es posible que él no se haya enterado”.

Rosendo Naseiro, también ex tesorero del PP, entregó las llaves de la caja negra en Génova a Álvaro Lapuerta, en presencia y conocimiento de Álvarez Cascos y Ángel Acebes.

No habló de Javier Arenas porque es “mi amigo del alma”.

Parte del dinero sucio fue usado para realizar mítines y asambleas por todo el territorio nacional. Los euros fluían fácilmente y quienes los recibieron afirman que no preguntaban de dónde provenían.

¿Es creíble?

Pero Luis, el cabrón, se reservó muchas cosas. No respondió cuando el magistrado le pidió más nombres involucrados en los actos ilícitos. Sin embargo insistió en repetidas ocasiones que la caja negra y su contenido eran revisados periódicamente por los secretarios generales en turno.

     Con el mismo tono de voz, el ahora preso, manifestó con fúnebre seriedad, que se hizo rico por ser buen emprendedor al que le salieron bien los negocios en bolsa y supo ganar dinero con la venta de obras de arte.

Cansado de tanta sinuosidad, el magistrado Ruz dio un plazo de cinco días, que ya se vencieron, para que María Dolores de Cospedal demostrara que Bárcenas fue liquidado en octubre del 2010 y no como él asegura en marzo del año siguiente. Estos datos pueden arrojar evidencias de que esta señora ha mentido en varias ocasiones pero eso sí, siempre en diferido.

La trama Gürtel tiene cara valenciana. Francisco Camps, el de los trajes a medida que salió absuelto de haberlos recibido como regalo de la mafia que encabeza Víctor Correa, es todo un estuche de monerías.

Desmelenado, contestó por escrito a 24 preguntas del juez. Y luego, ante la prensa, se le notó inquieto, nervioso y con un castellano impresentable. Dijo que “nadie puede decir que nadie….” Claro, Paco, claro, nadie puede decir que nadie pero sí que: ALGUIEN… pudo haberlo sobornado.

La corrupción cansa a los españoles. Son cinco años de falsedad, cohechos, bochornos y triquiñuelas. El juicio se alarga porque la “amnesia” de algunos funcionarios públicos entorpece el trabajo de la Audiencia Nacional.

Muchos han aprendido a ser más y más cínicos; a Bárcenas pueden descubrírsele mas cuentas corrientes en otras naciones europeas y latinoamericanas.

El magistrado Ruz acordó hace poco que se investigue también al hijo de ambos, Guillermo.

Está claro que este individuo movió grandes sumas de banco en banco para eludir a la justicia. Pronto desvelará más nombres de personajes inmiscuidos en la trama ilegal porque esa es su estrategia.

      Por desgracia, este vodevil obsceno tiene raíces tan profundas que será dificilísimo dejar limpio el inmenso agujero que han hecho los prevaricadores.

Los jueces tienen un límite para cerrar el caso. El gobierno lo desea ardientemente y todo indica que las penas de los delincuentes serán menores en comparación con el daño que han hecho al país. La mayoría será condenada pero no pisará la cárcel. El dinero lo resuelve todo. Además, pueden hacerse acreedores a la bondad de Ruiz Gallardón y obtener el indulto.

      Quizás, arrancar las costras sólo sirva para limpiar la herida que aún tiene pus. Pero vale la pena hacer un esfuerzo por sanear el ambiente. España tardará un tiempo inmemorial para salir adelante y nos mantendremos a la cola de la Unión Europea en desarrollo moral y económico.

      Es el momento de cambiar totalmente de piel o el apetito insaciable de los que propiciaron la crisis será eterno.