Luis Mesa Delmonte*
Una vez más, las contradicciones entre elementos clave que componen el sistema de seguridad israelí, demuestran que a pesar de su alta eficiencia, no está exento de problemas, contradicciones y carencias de coordinación.
Las actuales tensiones entre la inteligencia militar de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) y el servicio de seguridad general Shin Bet, se suman a ejemplos previos como fueron las desavenencias generadas con la captura del soldado Gilad Shalit en el 2006, y las notables ineficiencias en la operación contra Hizbulah en el Líbano en ese mismo año. En varias ocasiones también se han podido apreciar diversas contradicciones surgidas a partir de estimados y proyecciones distintas realizados por ambas, problemas de superposiciones respecto a las “áreas de responsabilidad” de cada una, o respecto a las ejecuciones del presupuesto.
El agudo conflicto militar con Hamas, desarrollado en los pasados meses de julio y agosto, es la base para las actuales fricciones entre estos dos pilares de la seguridad israelí. Ante esta “crisis de confianza” el primer ministro se ha visto obligado a intervenir para intentar recuperar la armonía y cooperación entre ambas, e insistir en que estas diferencias debían haberse solventado de manera discreta y no en público.
Shin Bet sabía de inminente guerra
Mientras el jefe del Shin Bet, Yoram Cohen, ha argumentado que su organismo hizo advertencias desde inicios del 2014 respecto a una inminente guerra con Hamas, y brindó información útil durante la operación militar “Marco Protector”; el entonces jefe de la inteligencia militar, Aviv Kochavi, negó rotundamente que el Shin Bet haya brindado tal aviso e información previa. Aceptarlo significaría que las FDI no actuaron de forma apropiada y serían culpables de negligencia.
Mientras la tendencia interpretativa predominante del Shin Bet es que Hamas estuvo preparando su ataque durante un largo tiempo, para muchos en las FDI los acontecimientos se desencadenaron de manera más fortuita.
¿Inteligencia israelí en peligro?
Las FDI acusan al Shin Bet de exagerar su capacidad de predicción, reinterpretar eventos pasados e intentar adjudicarse el crédito por el éxito de la operación contra Hamas. En realidad, alejándonos de la versión oficialista israelí, el tema del “éxito” en materia de inteligencia es perfectamente discutible. Algunos golpes específicos a la infraestructura militar y organizativa de Hamas en Gaza así como contra su capacidad de lanzamiento de cohetes, pueden haber sido efectivos (y de ahí el éxito o mérito); pero la respuesta desproporcionada, el elevado nivel de destrucción, los daños colaterales, las muertes de civiles, los varios ataques que fueron evidentemente erráticos, y la sorpresa respecto al número de túneles construidos por Hamas hacia el territorio israelí, no hablarían muy positivamente de la efectividad en las predicciones, ni de una impecable información de inteligencia, sino que quedaría mucho por debatir y dilucidar al respecto.
Todas estas contradicciones se han hecho públicas mediante trabajos de investigación periodísticos dados a conocer ya sea por Amos Harel desde las páginas del diario Haaretz, o por el programa “Uvda” del canal 2 de la televisión israelí, así como en la carta de protesta dirigida por el jefe estado mayor de las FDI, Benny Gantz, al primer ministro Netanyahu, y que fuera publicada por el diario Yediot Aharanot. Según Gantz, el Shin Bet traspasó la línea roja, y rompió con toda norma moral y ética.
De cualquier manera las tensiones cederán. El propio Shin Bet comienza a moderar algunas de sus aseveraciones previas más estridentes, y traslada el debate al espacio habitual del trabajo de inteligencia: aquel en el que los indicios pueden dar lugar a interpretaciones diversas, y consecuentemente a contradicciones valorativas entre los implicados. Además, es imposible pensar que estas dos organizaciones y otras, no sigan desarrollando apropiados niveles de cooperación e intercambio informativo frente a los numerosos retos que tienen respecto a la violencia interna y regional.
*Académico COLMEX.