Joaquín Pérez Sánchez


El 27 de septiembre próximo se llevarán a cabo elecciones parlamentarias en Cataluña, hasta el momento Comunidad Autónoma de España. Estos comicios han sido calificados como “históricos”  ya que su resultado podría producir una Declaración Unilateral de Independencia (IDI) del Estado español, si ganan los sectores independentistas. Un nuevo estado que quedaría fuera de la Unión Europea.
De acuerdo con la última encuesta realizada por una empresa especializada, para el matutino, El Periódico, la sociedad catalana luce dividida. La suma de los sectores independentistas en todas sus corrientes, alcanza el 47.6 por ciento, mientras que los no independentistas suman el 49.9 por ciento.
La disputa política entre las élites que dominan el Estado español y sus pares catalanes que los desafían, han provocado un hartazgo político entre la población. Todos los días propaganda de uno y otro bando, escándalos de corrupción, declaraciones incendiarias y demás tópicos de la política tradicional. En medio se esconden los verdaderos problemas de la población o se diluyen las demandas legítimas.
La encuesta de El Periódico, fija en un 43,9 por ciento la población catalana que prefiere pactar con el Estado español para obtener más autonomía, mientras que un 38.6 por ciento está de acuerdo con la secesión.
Así las cosas, los poderes que rigen Europa, han arropado al gobierno español. La canciller Ángela Merkel, advirtió que se deben respetar “la integridad territorial de los estados”, mientras que el Primer Ministro británico, David Cameron, más directo, avisó que si “una parte de un Estado declara la secesión, ya no forma parte de la Unión Europea”.
Después del referéndum griego quedó claro que en Europa, la democracia importa poco, sobre todo si trata de cuestionar las políticas económicas impuestas. Por ello, las élites económicas que dominan en España han apostado al miedo, mientras que sus pares catalanas, han tratado de convencer a los poderes europeos que todo seguirá igual con un nuevo estado.
En este contexto y a juzgar por las encuestas, siguen siendo los mismos los que se benefician de esta “democracia”.