Patricia Zama

Del bostoniano Dennis Lehane, autor de Río místico, llega La entrega (Black Salamandra), una historia que tiene la rudeza de las novelas negras y el romanticismo de los cuentos de Navidad. Un hecho de aparente candidez, como el rescate de un cachorro medio muerto de un basurero, saca al protagonista de la monotonía, detrás de la barra de un bar, a una vida intensa cargada de adrenalina y romance, porque junto con el perro está la chica y detrás de ellos las bandas criminales, el investigador de la policía y el exconvicto psicópata. Esta movida trama coloca al lector en el corazón de un barrio creado por Lehane y habitado por personajes ni buenos ni malos, porque según él dice, “la mayoría de la gente es una mezcla de motivos y deseos que compiten por imponerse frente a los motivos y deseos de otras personas. Con frecuencia, esta competición tiene lugar también dentro de uno mismo, y a veces de una manera más destructiva”. De manera simultánea llegan la versión cinematográfica y el libro digital.

Escribe y no hagas nada más

El barcelonés Enrique Vila-Matas (1948), premio FIL en Lenguas Romances 2015 (150 mil dólares), recordó que de Sergio Pitol recibió el mejor consejo “escribe y no hagas nada más”, y que México fue el primer país que reconoció su literatura, a la que definió como “una mezcla de géneros que van de lo autobiográfico a lo ficcional”. Dijo que “todo escritor tiene que tener un compromiso con el mundo en que vive, tanto en la obra como en la vida política y social”. Fue entrevistado por Oliver Zazueta para Reforma.

De los diarios de Ricardo Pigliá

“Anoche me emborraché, sin enterarme. Lo supe hoy a la mañana cuando me desperté con una mujer desconocida en la cama. «Hola, precioso», me dijo, y yo la miré (era rubia de ojos claros y tetas grandes) y le pregunté ¿vos de dónde eras…? Se ofendió y se fue, de modo que no pude saber cómo se llamaba”. Tomado de los diarios del escritor y editor argentino Ricardo Pigliá, próximos a editarse.

 

La tradición es adaptar, dice Joaquín Díaz

En un pueblo donde antes se sabían 400 canciones ahora sólo se recuerdan 40, dice el cantante y etnógrafo español Joaquín Díaz. La fundación que lleva su nombre resguarda más de 26 mil volúmenes relacionados con los cancioneros y refraneros populares. “La música es una prolongación del lenguaje… las canciones infantiles han transmitido los valores y los mitos que interesaban a las madres… Caperucita servía para convencer a los niños de que no hablaran con extraños. Se trata de conocernos y si conoces la herencia, puedes eliminar lo que no te guste. La tradición no es repetir, sino adaptar”, dijo Alex Grijelmo. (El País Semanal).

Novedades en la mesa

La dama de oro, de Anne-Marie O’Connor es una de las historias más hechiceras de la temporada. Una mirada diferente al Holocausto, con el atractivo de la película, también magistral. Rigurosa y detallada investigación acerca de “la Mona lisa austriaca”.