[gdlr_text_align class=”right” ][gdlr_heading tag=”h3″ size=”26px” font_weight=”bold” color=”#ffffff” background=”#000000″ icon=” icon-quote-left” ]
El analista económico dice que la repercusión más importante es la volatilidad de los mercados.
[/gdlr_heading][/gdlr_text_align]

Entrevista a Luis Miguel González | Director editorial de El Economista
Por Emma Islas

Turbulencias acechan la estabilidad de la economía mexicana. Este 2016 los encabezados de los medios europeos, en especial los británicos, han dedicado gran parte de sus notas para referirse al Brexit —British exit, o salida de la Gran Bretaña de la Unión Europea—, que inicia su cuenta regresiva ya que el próximo 23 de junio habrá un referéndum cuyos resultados podrían sacudir nuestra economía: volatilidad, afectación del intercambio de mercancías y la sombra de una ola proteccionista a escala mundial.

Geográficamente, México está muy lejano de la Unión Europea; sin embargo la realidad es otra. El Tratado de Libre Comercio entre México y la Unión Europea entró en vigor en julio de 2000 y fue el primer acuerdo de su tipo entre el continente americano y el europeo.

En mayo pasado, el presidente Enrique Peña Nieto se reunió con Federica Mogherini, alta representante de la Unión Europea para asuntos exteriores y política de seguridad, para acordar que en este mes se iniciaría la primera ronda de negociaciones para la actualización del acuerdo global entre México y esa alianza de países, lo que permitiría contar con un acuerdo de nueva generación en materia de asociación económica, concertación política y cooperación.

Tan sólo en 2015, el comercio bilateral entre México y la Unión Europea superó los 62 mil millones de dólares, mientras que de 1999 a 2015 México recibió casi 160 mil millones de dólares de inversión extranjera directa proveniente de la Unión Europea.

La relación entre México y Reino Unido tampoco es tan apartada, en varias ocasiones se ha dicho que vive uno de sus mejores momentos. Históricamente, Gran Bretaña fue el primer país en reconocer la independencia de México y desde entonces las relaciones se han incrementado.

En 2015, se realizó el año dual entre México y Reino Unido, que buscaría multiplicar cuatro o cinco veces las exportaciones ya existentes; en mayo de este año el secretario de Asuntos Exteriores del Reino Unido, Philip Hammond, se reunió con su homólogo mexicano Claudia Ruiz Massieu, con el objetivo de profundizar la relación bilateral.

Ante este escenario, Luis Miguel González, director editorial del periódico mexicano El Economista, dice a Siempre! que el Brexit “es probablemente la decisión económica más importante de esta década, pues deja ver lo que podemos llamar la nueva ola del proteccionismo o nacionalismo económico que parece estar emergiendo”.

Destaca que pese a que Gran Bretaña es un país peculiar, “tan raro que manejan con el volante puesto a la derecha” señala jocosamente, el proteccionismo no es una excentricidad británica más, sino un cambio que se está dando en muchos países. “Después de muchos años de apertura económica de acuerdos comerciales —el caso más cercano el de Estados Unidos—, hoy esos mismos países están teniendo una reacción proteccionista”, apunta.

shutterstock_421081036

Migración impulsa Brexit

Al hablar más a fondo acerca de la motivación de esta ola proteccionista, el especialista en economía señala que lo que impulsa el Brexit es una preocupación por el tema de migración; ésa es la primera razón que expresan los británicos en la encuesta, el malestar con los migrantes, “sienten que el tema de extranjeros viviendo en Gran Bretaña está fuera de control, y buena parte de este malestar tiene que ver con compromisos asumidos en el contexto de la Unión Europea”.

Explica que en este contexto, si bien la migración tiene otros elementos que no son sólo culturales, “también tiene repercusión económica; la mayor parte de apoyo al Brexit viene de lo que podríamos llamar población trabajadora que siente que ha venido perdiendo oportunidades por la llegada de migrantes que le están quitando trabajo, les preocupa que más migrantes crucen el Atlántico, por lo que mejor ponen un muro para que los extranjeros no migren”.

Efectos en México

A corto plazo, el analista económico dice que la repercusión más importante es la volatilidad de los mercados, como ya se está viendo. Hace hincapié en que lo del tipo de cambio “es mucho más que un síntoma, es la fiebre que acompaña al virus”, pues lo más peligroso para México es el proteccionismo, por una razón muy simple: un tercio del PIB está relacionado con las exportaciones a Estados Unidos, así es que si esa nación modifica, ya no digas totalmente su apertura comercial, sino sólo hace algunos cambios para cerrar o para minimizar el comercio con México, puede generar muchísimo daño, ya que se ponen en riesgo las reglas que hasta ahora alimentan el comercio internacional”.

A pregunta expresa de Siempre! de si México se encuentra preparado para enfrentar esta ola proteccionista, Luis Miguel González asegura que en ese sentido no hay preparación posible ante un cambio tan radical, “llevamos 25 años trabajando en el supuesto de que Estados Unidos quiere una relación económica creciente con México. Si cambian las señales y dicen: ahora ya no queremos eso y queremos privilegiar el contenido de lo que se produce en EU, entonces sí va a haber problemas”.

Pese a que la deuda no es la mayor de la historia, ni mucho menos, asevera que lo cierto es que “el tener una economía abierta hace que con toda naturalidad sigas contratando créditos, en yenes, dólares, euros, y si obviamente tienes restricciones a tu comercio exterior pues no tienes la misma facilidad de conseguir medios de pago de lo que debes”.

En torno a las medidas que adoptará el gobierno mexicano, destaca que hasta el momento sólo se están preparando varios escenarios en el caso de que Donald Trump llegue a la presidencia de Estados Unidos, pero no en el caso del proteccionismo. “Diría que no únicamente es Trump, en muchos países del mundo lo que hoy está creciendo es este populismo que rechaza el libre comercio, los acuerdos comerciales; insisto, sí hay un plan para Trump pero me atrevería a decir que no hay un plan para una ola de proteccionismo”.

Reitera que este proteccionismo por ningún motivo conviene a México, pues es uno de los países más abiertos del mundo que tiene más tratados comerciales. “Es una economía que en un primer momento fue forzada en los años noventa con el TLCAN, pero a estas alturas, México —segundo país con el mayor número de tratados de libre comercio en el mundo— es bastante bueno para tratar la apertura comercial; si nos comparamos con Brasil, es clarísimo que México entiende mucho mejor las reglas del comercio”.

[gdlr_text_align class=”right” ][gdlr_heading tag=”h3″ size=”26px” font_weight=”bold” color=”#ffffff” background=”#000000″ icon=” icon-quote-left” ]
Desde mi punto de vista, está en juego la permanencia de la Unión Europea.
[/gdlr_heading][/gdlr_text_align]

shutterstock_431191195

¿Qué pasará con las exportaciones?

El director editorial de El Economista considera que existen dos cuestiones a tomar en cuenta, “la primera es que puede tardar dos años en que pueda definirse la nueva situación de Gran Bretaña. Cuando decimos “viene una ola de proteccionismo”, no es como ese tsunami que vaya a llegar de un día para otro, sino que es algo que se está cocinado y va a marcar el final de esta década y el inicio de la próxima. México va a tener que adaptarse, soy optimista, creo que tenemos capacidad de adaptación, pero no es algo que nos dijeran “a partir de mañana cambiamos las reglas y sálvese quien pueda”.

“Por otra parte, hay que recordar que la volatilidad del tipo de cambio no sólo es culpa del Brexit, ya que enero y febrero están vinculados al alza del petróleo; de noviembre a diciembre del año pasado se debió a la inminente alza de tasas de interés de la Reserva Federal de Estados Unidos; ¿por qué lo digo?, porque creo que vale la pena que los mexicanos entendamos que el periodo de volatilidad va a ser parte de una nueva normalidad”.

Afirma que la situación actual de la economía mexicana es diferente a la que se tenía anteriormente en las que el tipo de cambio era una señal inequívoca de que estábamos a punto del abismo, “se puede estar relativamente estables y tener un tipo de cambio que ha perdido el 40% en un año, si lo quisiéramos ver con los lentes que teníamos en 1994, una devaluación del 40% era el prólogo de una catástrofe, actualmente no estamos en esa situación, la economía mexicana puede en la actualidad aguantar una devaluación y seguir funcionando con cierta normalidad”.

Por ello, el especialista en economía, afirma que es muy importante aprender a vivir con la incertidumbre, “esperar que el gobierno federal nos dé todas las seguridades, en donde hay tantas variables que no dependen de él o de los funcionarios, es absurdo”.

Brexit: efecto dominó en UE

Luis Miguel González destaca que con la llegada del Brexit podría darse el efecto dominó, y economías de Europa descontentas realizarían sus propios referéndums. “Desde mi punto de vista, está en juego la permanencia de la Unión Europea como la conocemos; o bien, llegará una nueva era de la UE donde la pregunta más importante sería ¿quién sigue?”

Si Gran Bretaña sale, la salida va a ser cada vez más apetecible, “sobre todo para países ricos, que tienen una balanza negativa con la Unión Europea, ¿a qué me refiero con balanza negativa?, a que Gran Bretaña aporta 13 mil 500 millones de euros más de lo que recibe la Unión Europea”.