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Entender este simple mecanismo de la economía es demasiado complicado para empresarios que no ven más allá de su ganancia inmediata.
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Aumentan los trabajadores con salario ínfimo
Por Magdalena Galindo
Entre los datos que se han dado a conocer en el IV Informe de Gobierno, el del número de trabajadores que perciben únicamente un salario mínimo confirma una tendencia sumamente negativa en la sociedad mexicana. Resulta que en lo que va del sexenio, los trabajadores que ganan 73.04 pesos al día, o sea 2 mil 191 pesos al mes, han pasado de sumar 6 millones 756 mil a 8 millones 17 mil, es decir, en cuatro años aumentaron en un millón 261 mil.
No parece necesario subrayar que esos 8 millones 17 mil trabajadores se encuentran en situación de pobreza, pues al margen de las cuentas erróneas del INEGI sobre este rubro, es obvio que nadie puede sufragar renta de vivienda, ropa, aunque sea mínima, transporte y alimentos si sólo se reciben 2 mil 191 pesos mensuales. Y nótese que no se trata de desempleados, sino de trabajadores que perciben un salario, que trabajan por lo menos 8 horas diarias y que si se respetara la Constitución, que define el salario mínimo como el que sea suficiente para una vida digna, no estarían en la situación de pobreza en que los coloca la decisión de empresarios y gobierno de mantenerlos en la subsistencia ínfima, pues ya se sabe que desde 1976 hasta este 2016, el salario mínimo real, esto es el que mide la capacidad de compra tomando en cuenta la inflación, no ha parado de disminuir. Baste mencionar que, en este sexenio, el aumento promedio fijado al salario mínimo cada año ha sido de 2 pesos diarios. ¿Habrá algo que cueste 2 pesos?

Y hay que añadir que los datos también registran que 3 millones 416 mil trabajan, en empresas formales, sin percibir ningún salario, sino sólo tienen ingresos por propinas o comisiones.
Además de estas condiciones en las que se encuentran casi 11 millones y medio de trabajadores, las cifras también dan cuenta de la disminución del número de trabajadores con altos sueldos (bueno, si puede considerarse un alto sueldo a ganar más de cinco salarios mínimos, o sea 10 mil 950 pesos mensuales). Según los datos registrados en el IV Informe, los trabajadores que ganan cinco salarios mínimos o más disminuyeron de 3 millones 884 mil a 2 millones 900 mil. El aumento de los trabajadores de salario mínimo y la disminución de los que ganan 5 salarios mínimos o más muestran una tendencia ominosa que en estadística se describiría como un ensanchamiento de la base de la pirámide del ingreso y un adelgazamiento de la cúspide, y que, en términos llanos, se diría un aumento de los pobres y un menor número de los que pueden llevar una vida digna.
Por supuesto que esta estructura en el reparto del ingreso termina por reflejarse en el conjunto de la economía, pues el mercado interno no puede ser dinámico si una gran parte de la población no puede comprar sino apenas lo indispensable para seguir viviendo. Los empresarios, así, que tan voraces se muestran a la hora de discutir los aumentos salariales, y que siempre argumentan que el aumento de sus costos provocará inflación, se encuentran finalmente con que no hay suficientes compradores para sus mercancías y que la economía no crece. Pero entender este simple mecanismo de la economía es demasiado complicado para empresarios que no ven más allá de su ganancia inmediata.


