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“Tiene que ser reformada urgentemente con un régimen parlamentario, el presidencialismo mexicano ya dio de sí.”

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 Entrevista con Ariel Rodríguez Kuri | Académico de El Colmex

 

Por Nora Rodríguez Aceves

El Proyecto de Constitución de la Ciudad de México (CDMX) es un ejemplo para la reforma de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, la cual tiene que ser reformada urgentemente con un régimen parlamentario, el presidencialismo mexicano ya dio de sí, no es un problema del presidente de la república, de  quien ocupe la silla presdiencial, sino del diseño.

“Que el gabinete del presidente, sus secretarios, sean aprobados por el Parlamento, que tenga responsabilidad parlamentaria y que rindan cuentas directamente ante el Parlamento no son tantas innovaciones, lo que pasa es que eso aterra a la extrema derecha, al centro y a la extrema izquierda”, explica Ariel Rodríguez Kuri, académico del Colegio de México (Colmex) e integrante del Grupo de Trabajo que redactó el Proyecto de Constitución de la CDMX que entregó el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, a la Asamblea Constituyente instalada el 15 de septiembre pasado.

De acuerdo con el especialista en historia contemporánea de la CDMX, el documento entregado “tiene tres grandes secciones: derechos; la forma orgánica del Gobierno de la ciudad, y el derecho a la ciudad; ésa es la estructura básica, aunque hay algunos matices”.

En cuanto a derechos, consolida lo que ya se alcanzó desde la gubernatura de Cuauhtémoc Cárdenas, se ha ido avanzando de manera muy importante. Además, hay un techo, el Artículo 1 de la Constitución General de la República, que son los derechos humanos; aquí más que una innovación hay una consolidación.

En el punto de definición del gobierno sí hay muchas novedades: “el derecho al voto de los chicos y chicas de 16 años en la elección de las autoridades de la ciudad y de las alcaldías, el gobierno de coalición y gobiernos de gabinete, lo cual implica un paso muy importante para parlamentarizar la política mexicana, el presidencialismo mexicano se está cayendo a cachos, eso nadie lo duda, por eso necesitamos otro régimen político y quizás el parlamentarismo es una buena opción y sería importantísimo, si lo aprueban los constituyentes”.

En el tercer eje, el gran tema es el derecho a la ciudad, la planeación… hay cosas muy importantes, el derecho al bueno gobierno que será medible en términos de la demanda de los ciudadanos, no solamente que se diga, sino que haya criterios para medir si hay buen gobierno en las alcaldías o en un ámbito más general”.

Ése es el esquema fundamental de la Constitución, pero hay muchas cosas nuevas en los matices, por ejemplo, las alcaldías tendrán un alcalde y consejeros; algo muy importante es que la responsabilidad de los consejeros por alcaldía no es individual sino colectiva, así que si alguien se porta mal se portaron mal todos. Si en la delegación Benito Juárez un consejero quiere dar una licencia de uso de suelo no es un asunto de él, sino del colegiado que acompaña al alcalde, es una manera de tratar de evitar que se corrompan, hay matices importantes que ojala funcionen.

Revocación de mandato

Esto está muy claro, “hay revocación de mandato, plebiscito y referéndum, hay una consulta popular importante que le planteamos al jefe de Gobierno y que él a su vez planteará al Constituyente, y es más claro y fácil que en la Constitución General de la República, sí hay un avance fundamental y lo diría en términos de la definición de ciudadanía, podrán votar los jóvenes de 16 años, lo cual es una práctica ya internacional, está muy bien porque ellos y ellas ya saben todo de la vida, es una modificación importante respecto a aumentar la ciudadanía política en la Ciudad de México”.

Ariel Rodríguez explica que en términos del funcionamiento cotidiano de la ciudad, los jueces de conciliación son importantes porque significa quitar al ministerio público de algunos conflictos. Si a usted le roban la luz en su edificio, le roban el agua, no paga cuotas condominales, ya no hay que ir al ministerio público, sino que hay un juez de conciliación que puede tramitar esa demanda. No todo tiene que llegar al ministerio público, no todo tiene que llegar al lugar donde uno llega y ve a los atropellados y a los muertos, además es un juicio más expedito. Es fundamental para descargar el sistema judicial de la Ciudad de México, que está suturado, está dando un giro interesante la Constitución que tiene que ver con el funcionamiento cotidiano de la ciudad.

Orgulloso de haber participado en la redacción de la primera Carta Magna de la Ciudad de México, Ariel Rodríguez advierte que todo lo que expuso depende de la Asamblea Constituyente, “nosotros hicimos un proyecto, pero es ésta la que aprobará una Constitución. Nosotros entregamos el documento al jefe de Gobierno, él modificó lo que creyó conveniente o no modificó nada, no lo sé, y después lo entregó al constituyente el pasado 15 de septiembre. Nosotros no tenemos personalidad jurídica ni nada, simplemente estamos apoyando a nuestro mandatario, él es el que se la rifa con el documento entregado.

Consagrar derechos

Sobre la embestida que sufren hoy los derechos de la población lesbico, gays, bisexual, personas transgénero e intersexuales (LGBTI) apunta que “es importantísimo que no haya ningún retroceso, la Constitución puede consagrar  los derechos que están acumulados desde la década de los noventa. Con la ofensiva de la Iglesia y de la extrema derecha hay que andarse con cuidado, esperaría que nuestra Carta Magna consolide los derechos adquiridos; de hecho, un artículo de la Constitución Política dice que esta Constitución de la CDMX tiene que consolidarlos y no puede retroceder, vamos a ver si el Constituyente se porta a la altura de las circunstancias”.

Aunque “la manera en que está definida a favor de aprobar los artículos otorga ciertas garantías, cada artículo tiene que ser aprobado por mayoría calificada, dos terceras partes del Constituyente, entonces veremos sobre todo si el PRI no se apanica y se alía con el PAN, que es probable en mi punto de vista. Como le fue mal en las elecciones de junio pasado es muy probable que hagan una coalición con el PAN, que es una colación con los arzobispos y los obispos, espero que el PRI no pacte con ellos y se comporte como un partido laico”.

Debemos fortalecer el Estado laico, “la definición de la ciudad es que es una ciudad laica, de eso no hay duda, pero como están las cosas, todo puede pasar”.

Sin embargo, no ve un escenario complicado para la aprobación de este proyecto, “en términos estadísticos podría salir, pero se pueden rajar, sobre todo el PRI que tiene muy poquitos diputados constituyentes… Hay que hacer algo para rescatar y consolidar la república laica, democrática y, a mediano plazo, parlamentaria”.

La Constitución de la Ciudad de México es fundamental porque es un ejemplo en escala, pero una escala de ocho millones de habitantes, y más allá de que sea un marco juridico de izquierda, lo más importante es que es una “Constitución republicana, de una nueva república en el sentido político, geográfico, de nuevos pactos, de nuevas prácticas, de nuevas actitudes, y hay que educar tanto a la sociead como a los funcionarios públicos para esta nueva república”.

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Carta Magna capitalina, laica y social: Beatriz Pagés

Luego de su nombramiento como integrante de la Asamblea Constituyente, la periodista Beatriz Pagés se dijo convencida de que la Constitución de la Ciudad de México debe ser laica y social. Entrevistada en Radio Fórmula, destacó que debe garantizar la convivencia y los derechos de los capitalinos y la población flotante que diariamente conviven en la capital del país.

La directora de la revista Siempre! aseveró que a partir de ahora, defenderá el corazón de la Ciudad de México, abandonada, usada por partidos y grupos; explotada por quienes la ven como centro de negocios. Subraya que a través de la Constitución se debe garantizar, sobretodo, el acceso a la vivienda, a la seguridad, a la educación.

La también responsable del área cultural del PRI, aseguró que si la Constitución de la Ciudad de México logra ser un instrumento de primer mundo, la ciudadanía se sentirá satisfecha, por lo que los partidos políticos tendrán que dar pruebas contundentes al ciudadano “de que está decisión se hizo para beneficiarlo, de otra manera no vamos a recuperar ninguna confianza”.

Emma Islas

 

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