Por Emma Islas

Ante la propuesta del Ejecutivo federal de una reforma constitucional que permita la unión de personas del mismo sexo en todo el país —presentada en mayo pasado— autoridades católicas así como organizaciones civiles iniciaron una cruzada en defensa de la familia.

Al asegurar que este tipo de uniones “lastima a las familias y a los niños”, el Frente Nacional por la Familia, junto con otras organizaciones, anunció diferentes acciones para levantar la voz en contra de los matrimonios igualitarios.

Entre sus acciones informaron que el 10 de septiembre se realizarán marchas simultáneas en varias entidades del país y para el 24 del mismo mes, una marcha multitudinaria en la Ciudad de México. Pese a que desde el seno de la Iglesia el rechazo ha sido motivado, la Arquidiócesis Primada de México anunció que no participará de “manera directa” en estas protestas.

En un comunicado, señaló que apoya al Frente Nacional por la Familia, pero aclaró que “la Arquidiócesis con sus ocho vicarías episcopales y sus parroquias no se involucrarán de manera directa en la animación de las marchas”.

Cabe recordar que durante las últimas semanas, a través de su semanario Desde la fe, la Arquidiócesis —presidida por el cardenal Norberto Rivera— ha publicado fuertes editoriales que desacreditan este tipo de matrimonios.

El vocero del Frente Nacional por la Familia, Rubén Rebolledo, indicó que la marcha del 24 de septiembre “será una marcha nacional, ya que participarán organizaciones de todo el país aglutinadas en el Frente, previo a estas organizaciones se realizarán marchas en sus respectivos estados durante la tarde del próximo 10 de septiembre”.

Lo que piden los miembros del Frente son cinco puntos: 1. Reconocimiento de la familia natural; 2. reconocimiento del matrimonio natural; 3. Derecho de padres a educar a sus hijos; 4. Derecho de los niños a tener mamá y papá; 5. Solicitar que se implemente la obligación del Estado a proteger a la familia.

Rivera busca prolongar su mandato: Bernardo Barranco

En repetidas ocasiones, Bernardo Barranco, sociólogo experto en asuntos religiosos, ha asegurado a Siempre! que en caso de que la tensión se agudice en torno de los matrimonios igualitarios o de que Norberto Rivera se constituya como cabeza sólida de un frente político que pueda dar fuerza a los intereses y la agenda de la Iglesia católica de cara al proceso electoral de 2018, podría negociar ante el Vaticano una prolongación de su mandato al frente de la Arquidiócesis de México.

Por derecho canónico, Rivera a los 75 años tiene que presentar su dimisión la cual depende del Papa, quien le podría pedir quedarse, como lo hizo con el cardenal Juan Sandoval Íñiguez —duró dos años más— bajo el entendimiento de que estaba muy comprometido con la construcción del templo cristero del santuario de los mártires cristeros en Guadalajara.

Para Barranco, estas marchas son “una prueba importante para medir el músculo de la Iglesia”, que con excepción de las visitas del Papa, podría superar la última concentración religiosa que se realizó en contra del aborto, la cual aglutinó a unas 160 mil personas en el Zócalo capitalino hace casi 30 años.