Entrevista con Claudia López/Senadora del Partido Alianza Verde de Colombia

Por Emma Islas

Y las mariposas amarillas no lograron volar. Tras el rechazo en el plebiscito a los acuerdos con las FARC, el mandatario colombiano, Juan Manuel Santos, intenta comenzar a mover las fichas de un rompecabezas que busca poner fin a una cruenta guerra de más de 52 años. Una diferencia menor al 0.5 puntos porcentuales puso en la incertidumbre política y legal un proceso de paz que abre muchas incógnitas sobre el futuro de la guerrilla incluyendo la ley de amnistía para los guerrilleros con delitos que no sean de gravedad.

El martes —4 de octubre— Santos anunció que el cese el fuego indefinido con el grupo guerrillero se extendería hasta el 31 de octubre próximo, pues la tregua caducaba el domingo pasado —día del plebiscito—. La respuesta del líder de las FARC, Rodrigo Londoño, alias Timochenko, fue inmediata. Vía Twitter preguntó: “¿De ahí para adelante continúa la guerra?” La presión aumenta y las reuniones de negociación para llegar a un acuerdo siguen. A lo largo de la semana Santos se reunió con los diferentes actores: Álvaro Uribe y Andrés Pastrana —líderes en la campaña en contra de los términos del acuerdo de paz— y partidos políticos, para buscar una salida a esta encrucijada.

Siempre! acudió a la senadora por el partido Alianza Verde de Colombia y analista política, Claudia López Hernández, para hablar sobre la polémica decisión del no y el futuro del proceso de paz: “este resultado es una muestra de una brutal indolencia de una mayoría de colombianos urbanos con los colombianos rurales. Hay que decirlo, en las ciudades están los resentidos del televisor, mientras que en las comunidades rurales están las víctimas de la guerra”.

“Las víctimas votaron por el sí, las mayorías urbanas en las ciudades —excepto Bogotá que es la capital— votaron por el no. Estamos ante un acto miserable, un acto de indolencia absoluto, es parte de lo que tenemos que pensar de cómo reorganizar el sistema político a futuro. No tienen ningún sentido que los colombianos urbanos sigan de manera indolente desconociendo y decidiendo contra los intereses elementales como el derecho a la vida y a la paz de los colombianos que día a día se enfrentan a la guerra pero que son minoría en el electorado”.

Momento de incertidumbre

La senadora señala que “estamos ante un país dividido, apático frente a decisiones cruciales, donde los pocos que participan están divididos en cómo terminar una guerra. La mitad voto por el no y la otra por el sí, pero la inmensa mayoría —más del 62%— no votó”.

“La voluntad de los colombianos es que los acuerdo de La Habana fueron rechazados en las urnas; por un estrecho margen, pero fueron rechazados. Estamos en un momento de incertidumbre que nos obliga a buscar salidas distintas. Quienes ganaron en las urnas prometieron hacer una renegociación para obtener mejores acuerdos, ahora que ganaron dicen que no tienen esa responsabilidad, ni un plan concreto para renegociar con las FARC. Lo lógico era que quienes ganaron lideraran el trabajo que aseguraron iban hacer: renegociar para buscar mejores acuerdos, lo cual no ocurre, pues se están negando a asumir su responsabilidad”.

Destaca que a fin de buscar acuerdos distintos, más críticos a los que ya fueron rechazados en el plebiscito, lo único que se tendría que hacer en estos momentos es “incluir tanto a los que estaban y ganaron por el no, como a los que estaban por el sí, así como a las organizaciones de víctimas. Pedirle al presidente que tiene el mandato popular que se busquen procesos distintos y a las FARC que posibiliten nuevos voceros y nuevos temas de discusión”.

En torno, a la decisión del presidente Juan Manuel Santos de ratificar a Humberto de la Calle como jefe negociador, la analista colombiana considera que es un error, “evidentemente en la campaña de los que proponíamos el sí a la paz teníamos dos bloques: el gobierno, que es un lastre por su impopularidad; y las FARC, que son otro lastre porque son odiadas por la inmensa mayoría de los colombianos, lo que hacía muy difícil la campaña. Ahora están empecinados en cometer el mismo error de poner a los mismos a renegociar con las FARC. Eso ya lo hicieron y perdieron en las urnas”.

La autora del libro ¡Adiós a la FARC! reitera que en este momento deben incorporarse nuevas voces y mediadores e insistirle al gobierno que no se encierre en su propia derrota, “hablar con los mismos que ya fueron derrotados no tiene ningún sentido, hay que incorporar nuevas voces que respalden la paz, pero que no sean del gobierno, nuevas voces que ganaron en las urnas con el “No” y nuevas voces de las organizaciones de víctimas para que ellas le den oxigeno a las mesas de negociación de las FARC y el gobierno”.

¿Qué sigue?

Al referirse a si los acuerdos de paz se trataban más de una vía política que jurídica para darle legitimidad al pacto con las FARC, la senadora Claudia López asegura que esas versiones son falsas y sólo muestran la arrogancia de las FARC, “ellos pretenden desconocer la democracia. Si quieren venir a la democracia van a tener que entender que las elecciones no son un juego, cuando se pierde se pierde. Todo lo relacionado con los acuerdos de paz estaba sujeto a la decisión ciudadana, por lo que ni política ni jurídicamente estos acuerdos pueden ser implementados el día de hoy”.

“Las FARC sólo tienen dos opciones: o aceptan con hechos su voluntad de paz, es decir, permiten que se renegocien puntos críticos para llegar a unos acuerdos distintos a los que fueron rechazados en las urnas; o bien, rechazan la posibilidad de renegociar y se tienen que regresan al monte y seguir en la guerra. No hay más opciones para ellos. Espero que tengan la sensatez de entender que el mandato del domingo es un mandato por “renegociar” por hacer unos acuerdos distintos a los que fueron rechazados y que realmente lo hagan”.