Se profundiza la relación estratégica

Luis Mesa Delmonte*

La asistencia de la primera ministra británica Theresa May, a la 37 Cumbre de las seis monarquías del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) a inicios de diciembre, no solo fue un gesto de carácter simbólico -pues fue la primera ocasión en la historia en que un alto mandatario británico es invitado al cónclave-, sino una ocasión ideal para que Londres continúe revitalizando su relación estratégica con estos países.

Si bien es cierto que la retirada británica de las zonas “al este del Canal de Suez” a comienzos de la década de los 70, dejó libre el terreno para el gran protagonismo estadounidense; en la actualidad, los conflictos bélicos, el factor energético, el equilibrio de poderes regionales, la carrera armamentista regional y especialmente los retos generados por el terrorismo de inspiración extremista islamista, han impulsado a los británicos a retomar un activismo mucho mayor.

Las monarquías del CCG (Arabia Saudita, Bahréin, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Omán y Qatar), han tenido relaciones históricas con el Reino Unido, las que ahora se revitalizan y se proyectan con mucha más fuerza hacia el futuro.

El restablecimiento de la base naval británica HMS Jufair en el puerto de Mina Salman en Bahréin, para garantizar reabastecimientos, almacenar armas y tener acceso para buques de mayor calado (incluso portaviones), posibilitará que los británicos tengan una presencia permanente en el Golfo.

Paralelamente, conservarán a su grupo expedicionario aéreo asentado en la base de al-Udaid en Qatar, y mantendrán su acceso a la base aérea de al-Minhad en Dubai, Emiratos Árabes Unidos. En el mismo Dubai, se instalará una nueva delegación permanente del personal de defensa británico, para coordinar las operaciones de sus fuerzas militares en la zona.

En el caso de Omán, se anunció la realización del ejercicio militar Saif Sareea 3 en el año 2018, en lo que serán las mayores maniobras conjuntas en varios lustros, designando a la geografía omaní como central para operaciones de entrenamiento militar; mientras que el Ministerio del Interior de Bahréin será la sede para la asesoría especializada en situaciones generadas por artefactos explosivos.

Gran BretañaLondres destinará 3 mil millones de libras esterlinas a gastos de defensa en la zona, para los próximos diez años. La nueva relación estratégica Londres-CCG desarrollará las capacidades defensivas y la interoperatividad de las fuerzas militares y de seguridad, tanto para llevar a cabo acciones humanitarias como para la planificación de respuestas militares combinadas frente a una crisis. En realidad, ya hoy existen más buques de guerra, aviones y personal activo británico participando en operaciones en el Golfo, que en cualquier otra parte del mundo.

El intercambio de informaciones de inteligencia entre el Reino Unido y el CCG fue reconocido como un área en la cual el trabajo conjunto ya ha sido exitoso. Las dos partes acordaron crear un Grupo de Trabajo en Seguridad Fronteriza y Antiterrorismo, que tendrá como objetivos proteger infraestructuras claves, llevar adelante un expedito intercambio de informaciones de inteligencia, bloquear transacciones financieras de grupos extremistas, y desarrollar el rastreo en las redes de aeropuertos del CCG de individuos potencialmente implicados con organizaciones extremistas. También se contempla desarrollar entrenamientos antiterroristas con cada miembro del CCG y designar a tres expertos cibernéticos británicos para incrementar la efectividad de los sistemas digitales de vigilancia.

Las iniciativas británicas, se explican por el carácter transnacional del terrorismo, que golpea tanto a la zona como a países Occidentales y otros. Según May, la cooperación estrecha ha podido detener acciones terroristas y diversas amenazas contra ciudadanos de todos los países implicados. Especialmente el intercambio entre Londres y Riad “ha logrado salvar cientos de vidas en el Reino Unido”.

Durante la Cumbre, el respaldo británico a las monarquías del CCG, se acompañó de críticas abiertas hacia Irán, haciendo hincapié en que Londres es consciente de las preocupaciones que representa la política iraní para el CCG y sus incidencias en otros espacios del Medio Oriente como Líbano, Siria, Irak y Yemen. No obstante, la propia primera ministra insistió en que el acuerdo nuclear logrado con Teherán es positivo en la medida en que neutraliza la posibilidad de que los iraníes puedan fabricar una bomba nuclear durante los próximos diez años, mejorando consecuentemente el clima de seguridad regional y las relaciones de Irán con toda la comunidad internacional.

Londres desempeñó un papel central para el logro del acuerdo nuclear, y ahora está interesado en desarrollar vínculos múltiples con Irán, lo que se ejemplifica con la reapertura de las embajadas, los nuevos acuerdos en materia de turismo, negocios, comercio y la predilección por desarrollar el sector financiero iraní.

El factor económico, junto al estratégico, también es prioridad británica en su proyección hacia el CCG. Hay gran interés en observar y apoyar sus proyectos de reformas económicas y sociales (al estilo de la Visión 2030 saudita); e impulsar -en tiempos de Brexit-, una relación comercial especial que excede los 30 mil millones de libras esterlinas, segundo destino de exportaciones británicas luego de las dirigidas hacia la Unión Europea.

La primera ministra, previo a su participación en la 37 Cumbre, recibió fuertes presiones para que criticara las violaciones a los derechos humanos que ocurren en las monarquías del golfo, e incluso, tales exigencias encontraron eco en algunos grupos pro democracia que existen en estos países, los que temen que una profundización de las estructuras de seguridad podrá ser empleada para reprimir cualquier tipo de manifestación opositora interna.

Pero más allá de algunas pequeñas alusiones a estos temas, los intereses económicos y estratégicos continuaron explicando la actuación regional de Londres: “Ahora como nunca antes, la seguridad del golfo es nuestra seguridad (…) su prosperidad es también nuestra prosperidad”.

*Catedrático del Colmex