Rescatando su esencia

Joaquín Pérez Sánchez

En medio de la profusa producción mediática que provocó la muerte del líder histórico de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz, en Europa también se informó que la derecha francesa eligió al ex primer Ministro Francois Fillon, como el candidato que contendrá a la presidencia el próximo año. Los medios ya hablan del enfrentamiento entre este político y Marine le Pen de la ultraderecha. ¿Y la izquierda?

Nada, a la izquierda se le da por perdida. Derecha o ultraderecha, parecen repetir. Ya ven primero fue el Brexit, luego la elección de Donald Trump en Estados Unidos, incluso el rechazo de la paz en Colombia y ahora la muerte de Fidel Castro. La izquierda está paralizada, perdida en su propio laberinto, mientras desde el poder se nos da a escoger en el “mundo libre” entre derecha o ultraderecha.

Así, de manera esquemática se dibuja a Fillon, de 62 años de edad, como un católico “tradicional”, que aboga por liberalizar la economía, un “patriota” que promete bajar los impuestos a los empresarios para que puedan invertir y generar ganancias y trabajo. Promete más “austeridad”, recorte al gasto público, reformar la ley laboral (hacerla más amiga de la economía, del capital) y por supuesto, lo más importante, imponer un fuerte control a la inmigración. No, no hay mucha diferencia de lo que propone Le Pen. Parece el esquema del policía bueno y el malo.

La izquierda en Francia, todavía no tiene candidato, pero parece que poco puede ofrecer, de hecho cada vez se parece más a la derecha, sobre todo al coincidir, en voz no tan baja, en considerar a la inmigración como uno de los males del sistema. El racismo y la xenofobia salieron del clóset y campean cínicamente.

CubaPensaba escribir mi colaboración sólo sobre el escenario francés, pero no se puede evitar reaccionar ante el deceso de Fidel Castro. Se escribió muchísimo sobre el líder cubano por todo el orbe, hecho que demuestra la forje del personaje.

Y es que parece fácil, pero esa pequeña isla de no más de 11 millones de habitantes, sin enormes recursos naturales, ha logrado dar educación y salud a la mayoría de su población, está a años luz de la violencia, el narcotráfico y la drogadicción que azotan a sus vecinos más cercanos. Para ser del Tercer Mundo, está ubicada en el lugar 68 en el índice de Desarrollo Humano de Naciones Unidas. Sus profesionistas, artistas, deportistas, entre otros, son reconocidos a nivel mundial. Los médicos cubanos son constantemente evaluados positivamente sobre todo por su labor solidaria. Hechos que sin embargo, se reducen en la prensa tradicional.

Al cierre de este material, miles de cubanos desfilaban y rendían homenaje a su líder histórico. Algo estará bien hecho que se mantiene un alto grado de simpatía a sus dirigentes. Sin duda el régimen cubano es muy criticable y tiene muchos errores, pero dudo mucho que las “democracias” occidentales tengan la calidad moral para criticarlo.

El paso del tiempo nos dirá qué tanto pesa su figura. Libertad, igualdad, fraternidad, reza el lema de la Revolución Francesa que al igual que la cubana, han sido eventos históricos que han proyectado mucho sobre el desarrollo de la humanidad. En tiempos difíciles como estos, dónde se amenaza nuevamente con odio y barbarie, es necesario rescatar su esencia.