Por Emma Islas

 

La Ciudad de México vivió días inéditos, donde la constante fueron las manifestaciones y actos vandálicos. En este contexto del “gasolinazo”, el presidente Enrique Peña Nieto con un tono comprensivo se dirigió a los mexicanos para intentar calmar las protestas; sin embargo, no hubo marcha atrás ni en el alza del combustible ni en la inconformidad social. El malestar se ha generalizado ante la oleada de malas noticias para el bolsillo de la ciudadanía.

Mientras los “focos rojos” se siguen prendiendo en casi todo el país, el costo político para un presidente que tiene uno de los índices más bajos de popularidad —opinan analistas— lo podremos ver reflejado en las urnas, sobre todo cuando tenemos a la vuelta de la esquina dos elecciones fundamentales: Estado de México, y sobre todo la presidencial de 2018.

Desde todas las trincheras, diferentes actores políticos han intentado subirse al carrusel de los llamados al gobierno para echar para atrás las medidas; pese a ello el gobierno insiste en que el ajuste se debe a la subida internacional del combustible.

En entrevista con Siempre!, el analista político e investigador del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), José Antonio Crespo, asegura que el malestar que se ha generalizado en todo el país podrá traducirse en un enojo en las urnas, como sucedió en las elecciones del año pasado con la corrupción y por supuesto en una considerable baja en la popularidad del presidente Enrique Peña Nieto.

“Electoralmente no sabemos qué pueda pasar en el Estado de México, aunque se veía que el PRI podría ganar tranquilamente pues no había ningún opositor real, esta medida lo pone en riesgo, así como sus posibilidades para el 2018. El desprestigio del gobierno se le carga al PRI que de por si, desde el año pasado, tenía el camino difícil para competir siquiera entre los dos finalistas en la elección presidencial, con estas medida el panorama se le complicará más”.

Respecto al mensaje que diera el presidente Peña Nieto, en el cual además de anunciar los cambios a su gabinete habló sobre el alza a las gasolinas y las reacciones que se han derivado de esta medida, el investigador señala que independientemente de las razones reales que dan —tanto especialistas como del mismo gobierno— la gente en general le está echando la culpa a las medidas que ha tomado este gobierno, en específico a las medidas económicas adoptadas y a la reforma energética misma.

“Aunque sea cierto, no lo sé porque no tengo los elementos en economía, pero políticamente la gente no lo va a creer pues en política lo que importa son las percepciones más que la realidad. Además nunca explicó de qué manera se va a lograr la estabilidad macroeconómica, lo único que dijo fue que esto era mejor que no haber hecho nada. Se presentó como un gobierno que tiene que llevar a cabo esta medida aunque sea antipopular”.

Tras considerar que el aumento a las gasolinas no tiene que ver con la reforma energética, Crespo destaca que el presidente Peña Nieto no mencionó si tenían que ver con las malas decisiones, con la deuda pública, por el contrario, puso todas las variables fuera de su alcance a nivel internacional pese a que especialistas hablan de que hay un sobre precio, pues mientras la gasolina las compras en 11 o 12 pesos en Estados Unidos, en México la van a vender en 18 con una ganancia para el gobierno lo que es una forma de impuesto.

Gasolinazo

López Obrador, el más beneficiado

El también investigador del CIDE señala que con toda la problemática que se ha generado a raíz del alza a los precios de la gasolina, el que puede salir más beneficiado es el líder de Morena, Andrés Manuel López Obrador, “al que se le está dando mayor fuerza, él puede capitalizar esto electoralmente, no el PAN ni el PRD, mucho menos el PRI”.

“Aunque el PAN también busca beneficiarse, la gente sabe que ellos aprobaron la reforma energética y si la gente considera que esto es consecuencia de esta reforma pues dejará fuera al PAN. La gente simplifica las cosas y dice esto es culpa del Pacto por México, es culpa de la reforma energética, entonces PAN, PRI e incluso PRD, que de todas maneras ya está muy debilitado, tienen la culpa”.

Afirma que las elecciones pasadas fue un indicador muy claro de que no solo se castiga al PRI sino también a otros partidos por corrupción e ineficiencia pues en términos proporcionales el castigo fue el mismo.

“El PRI perdió dos terceras partes de los gobiernos que tenía, el PAN y el PRD en coalición perdieron también dos terceras partes, así que el castigo por la corrupción fue parejo, se nota más el PRI por los casos de los gobernadores, porque numéricamente son más, pero la gente está con un hartazgo muy fuerte, lo que puede beneficiar a López Obrador”.

Videgaray, ¿el candidato de Peña en 2018?

Al hablar sobre la reincorporación al gabinete de Luis Videgaray, como secretario de Relaciones Exteriores, Crespo considera que con esta nueva encomienda se le abre de nueva cuenta una posibilidad para ser el candidato del PRI en el 2018.

“Ya se sabia que regresaba, eso lo vuelvo a encartar en la sucesión presidencial, de hecho creo es el favorito de Peña, pero depende de lo que pueda hacer durante este año. Su principal misión será la negociación con Trump, dependiendo de cómo le resulte, de que haya algunos resultados favorables para México o no tan desfavorables como se espera podrán tomar la decisión de lanzarlo o no como candidato”.

Sin embargo, destaca, que nada está garantizado. “Ahorita se abre otra vez la probabilidad de que sea Videgaray el candidato no sólo de Peña Nieto, sino del tricolor, tiene todo el apoyo y disposición, pero todo depende de cómo le resulte la negociación con Trump, pues quizá no consigue nada, eso empeoraría las cosas pues ya no tendría ninguna posibilidad”.

En torno a José Antonio Meade, secretario de Hacienda, de quien se ha dicho también podría llegar a ser uno de los presidenciales, el investigador afirma que de todo el gabinete será a él al que le tocará cargar con todo el costo del gasolinazo, lo que no le ayudaría en una probable contienda electoral.

Irritación ante insensibilidad

El politólogo afirma que la irritación generalizada que estamos viviendo en el país no es únicamente consecuencia del alza de la gasolina, eso podría decirse fue la gota que derramó el vaso. Es una muestra más de la molestia de la gente al ver la  voracidad con la que actúa la clase política en general, no solamente del PRI.

“Los altos funcionarios, legisladores y en general la clase política sigue actuando como si estuviéramos en jauja. Ellos siguen recibiendo sus bonos, sus salarios, aunque el país entero sea el afectado. Estamos ante una crisis brutal económica de precios, inflación, devaluación del peso, no es el precio de la gasolina simplemente es estar viendo constantemente que para ellos no hay crisis, esa percepción es la que potencia la indignación”.

Destaca que el gobierno pudo hacer de muchas otras maneras las cosas como seguir haciendo los incrementos paulatinos, lo que no habría generado las movilizaciones que se tienen ahora; o bien, podrían haber recortado sus salarios o renunciar algunos funcionarios; sin embargo —dice— “el costo es para los ciudadanos de a pie, este gasolinazo no es parejo”.