Relegados de la reforma de telecom en México/IV-X

Javier Esteinou Madrid

Pese a que en los primeros tres años de aplicación de la Reforma Constitucional de las Telecomunicaciones y la Radiodifusión en México se alcanzaron diversos éxitos en el terreno empresarial, en el ámbito social se generaron los siguientes preocupantes estancamientos en radiodifusión, banda ancha e infraestructura satelital:

No obstante que el Grupo Imagen ganó 123 frecuencias audiovisuales para operar a partir de enero de 2016 una nueva cadena nacional de televisión abierta en México, con el retraso del apagón analógico, se obstaculizaron sus planes de expansión y cobertura para competir eficientemente en el mercado. Así, se reforzó la desventaja empresarial de Cadena Tres al impedirse que durante 12 meses más su cobertura audiovisual quedara sin cubrir todo el mapa digital nacional.

Aunque el Ifetel amplió el título de concesión a Teléfonos de México (Telmex) por 30 años más a partir del 2016, dicha prorroga conservó los términos y las condiciones de las bases en los mismos términos que se mantuvieron durante el plazo de vigencia original. Esto conllevó a que la empresa continúe impedida para ofrecer el servicio de televisión por la restricción contenida en el título de concesión original, además de no poder ofrecerlo por formar parte del agente económico preponderante del sector telecomunicaciones. Todo ello impidió la existencia de más competencia real en el sector de la televisión abierta y restringida.

En igual sentido el sector de la radio comercial permaneció concentrado en el 76 por ciento por catorce familias y sólo cuatro grandes cadenas empresariales aglutinaron casi la mitad del total de las emisoras (47.8 por ciento); sin abrir significativamente el espectro radiofónico a la presencia de los medios de comunicación social.

En cuanto al avance de la banda ancha fija en México cuyo acceso fue incluido como una garantía social en el Artículo 6 de la Constitución Política Mexicana, su penetración apenas registró 11 por ciento en comparación con naciones como Japón, que cuenta con 71 por ciento. En lo que respecta a la velocidad de conexión, México se ubica en la última posición de la OCDE con una velocidad promedio de cuatro megabytes por segundo.

La licitación de la banda de los 2.5 Ghz se pospuso hasta 2017 para beneficiar a una de las futuras empresas concursantes en tal inversión, afectando el derecho de más de 40 millones de mexicanos, especialmente a los más marginados por no estar conectados a Internet; derrochando una porción muy importante del espectro radioeléctrico que contribuye a ampliar la cobertura y la capacidad de servicios móviles en zonas urbanas y rurales, particularmente en las altamente saturadas.

En relación al apagón analógico, que fue un proceso amplísimamente publicitado como logro ejemplar del gobierno del PRI, se realizó con muchas graves irregularidades, como colocación de sobreprecios, padrones mal elaborados para distribuir equipos, acusaciones de soborno, corrupción y “extravío” de miles de aparatos.

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