Regino Díaz Redondo

 “…Despertaba ese incomparable rencor

que sólo causan la inteligencia, la gracia y la pedantería francesa…”

Jorge Luis Borges – Historia Universal de la Infamia.

Madrid.- Estamos en jauja con personajes desdibujados, delincuentes oscuros, que luchan sin denuedo por robar al prójimo en un campo revuelto. La serpiente anaconda zigzaguea alegremente.

Pese a que se repite y aumenta el lucro indebido de políticos y empresarios, si no protestamos el asunto puede convertirse en una operación peor y vergonzante.

He aquí un ejemplo: el autor del “milagro económico español” Rodrigo Rato, anda de la ceca a la meca y luego recorre los despachos de ministros para avisarles “callate, que vos también tenés tu historia”.

Rato, ex vicepresidente del gobierno y ex del FMI, cometió tropelías en Caja Madrid y Bankia. Llega a los juzgados en coche último modelo que demuestra cuán pobre es.

Hay que hacer una limpia de prevaricadores aunque lo impidan con alevosía los diputados del PP y la oposición. Las denuncias contra ambos son infinitas.

Abochornan al más pintado pero ellos, cínicos, saben que, por fuerza mayor, serán exonerados de culpa por sus amigotes de más arriba.

Las autoridades gubernamentales están dispuestas a aplastar cualquier intento que se haga por llevarlos a la cárcel. Ahora sé por qué Rajoy dijo: “Luis, sé fuerte”,… para que ni tu ni yo tengamos problemas.

Fue una reacción egoísta de parte de don Mariano porque condenarlos verbalmente de nada sirve. Se disfrazó todo, inclusive nadie ha investigado el paso del ex vicepresidente Rato por el FMI.

¡Qué raro! Ningún medio de comunicación averigua los motivos que tuvo para “renunciar” a esa institución a un puesto tan influyente. Fue un ave de paso, lleno de heroísmo y falsa brillantez.

No obstante, la carga moral que supone ser delincuente, estos señores andan ufanos por las calles de España. Los arropan aquéllos a los que han sobornado. Todos son lo mismo. Malo, peor y reincidentes.

Quisieron ser cabezas de león y ahora se conforman con la cola de Mickey Mouse. Arrastran sin descanso, abandonan el juzgado, opíparos y con mal olor.

De nada vale la indignación de la sociedad civil y los gritos de ladrón, mangante, devuelve el dinero… que oyen los días que se presentan en tribunales… Porque ya sabemos que las clases medias están a punto de desaparecer y sin ellas la vida será anárquica e insoportable.

Estuvieron al frente de bancos de primera categoría, se subieron los sueldos a su libre albedrío e hicieron operaciones que Capone sería un alumno del montón.

Pasan un mal rato, pero vale la pena. Se van de vacaciones cuando quieren y aumentan sus caudales sin un ápice de honradez. Se intercomunican entre sí y con los políticos que tienen comprados. Utilizan teléfonos muy muy privados, igual que sus interlocutores. Pero de todas formas algo queda y se muestra al público en algunas cadenas de televisión serias pese a que en otras se diluye el gran robo a los españoles.

Las páginas de la historia tiemblan por si otros nombres surgen y les hacen mella. Lo consideran injusto y reprobable. Hay funcionarios públicos que se dedican a ganar menos para no levantar el polvo de la alfombra.

Pero no hay que olvidarlo: los jueces dignos e imparciales comienzan a ser presionados de manera flagrante por lo que ellos llaman: “casualidad”

Tienen madrinas entre constructores e ingenieros que han visto la mayor utilidad  y trabajan en escritorios impolutos llenos de papeles falsos y documentos apócrifos.

Nunca recibieron  críticas ni señalamientos de parte de los ex presidentes y alguno que otro cerebrito que, como un duende, se mete hasta la cocina y maneja los hilos con la habilidad del titiritero.

La situación se agrava porque las mentiras son tan importantes que comienza a dudarse de la veracidad de lo que dicen. Hay un sindicato, el de Manos Libres, que ayuda y lucra. Acusa y antes de ir a juicio piden dinero para retirar la denuncia. Y se forran.

Afortunadamente, estos individuos están en la rcel y que allí sigan.

Es escalofriante pensar que los organismos seudo-obreros hayan vivido tanto tiempo sin que alguien revelase sus actividades ilegales.

Está en apuros, y siempre estuvo en España, la democracia, palabra que viene deteriorándose desde hace 25 años. Esperaron a que pasara la euforia de la transición para burlarse de ella.

Los bancos tienen que ser decentes, y demostrarlo. Por eso, los ciudadanos se dan cuenta que el dinero que poseen en sus cuentas podría devaluarse, como ya ocurrió.

Si una decisión es inapropiada, se cargan al ahorrador con un solo comentario: “fue un error, lo siento”.

Es doloroso comprobar que ex funcionarios importantísimos se cruzan de brazos ante los estragos que hacen. Bruselas no acaba de manifestarse con claridad en cualquier caso contra la corrupción. Las órdenes que proceden de la Unión Europea pasan tamizadas o se quedan en los escritorios o cajones de sus dirigentes.

Felipe González arropa al inmovilismo, José María Aznar es el eficaz representante de la oligarquía nacional y pasan por alto lo que no les gusta para apoyar a delincuentes.

De Mariano Rajoy sólo puede decirse que nunca se implica en estos asuntos. Porque el señor gana elecciones y las ganaría si hubiera otras hoy o mañana.

¡Y que siga la juerga!

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