Regino Díaz Redondo

“…En general, es un chaval callado, pero cuando se lanza no hay quien lo pare…”

Las Últimas Noches de París  – Philippe Soupault

Madrid.- El gobierno apoya, subvenciona y protege a Fundaciones como la de Franco y Hazte-Oír que recorre en un autobús rojo todo el país con este texto miserable: “el niño tiene pene, la niña tiene vulva, no te dejes engañar”. Lo frenaron tres días y ha vuelto a transitar por nuestras queridísimas y amantísimas carreteras.

Esta organización fue declarada de “utilidad pública” por el ex ministro del Interior Jorge Fernández Díaz y recibe subvenciones de Estado.

Rajoy les asigna una cantidad de dinero, no revelada, cada año o mes. El asunto caló en España y les sirvió de publicidad gratuita a los herederos del retroceso. Nadie sabía de esta idiotez hasta que lo vimos por las calles de Madrid donde fue inmovilizado por unos días para dejarlo libre después. Pese que atenta contra los derechos de los transexuales.

Está dirigida por un neonazi: Ignacio Arsuaga que encontró la manera de burlar la ley cambiando los textos a medida que lo sancionaban los jueces.

Por otro lado, el Gran Wyoming, que dirige el programa El Intermedio en la Sexta, contrarrestó el impacto con otro camión con un mensaje de igualdad para todos.

Pero sigue el debate sobre el Valle de los Caídos; la mayoría se inclina por sacar a Paquito de su tumba o que descanse en el búnker de Hitler en Berlín.

En ese lugar debe levantarse un monumento a la paz y no otorgar privilegios a quien dio un golpe de Estado que mató a miles de republicanos y nacionales.

El Estado-Gobierno trata de evitar la confrontación pero no lo logra. Tendría que no meterse en berenjenales;  hay que hacer sólo lo que exige la mayoría de los españoles.

El sitio es un cementerio de unos y otros presidido por el Caudillo. Busquen la paz y rindan tributo a quienes defendieron la libertad y no al Generalísimo, hazmerreír de la historia.

No escarmienta el neoliberalismo – flaco favor le hace Mariano a esta doctrina medieval – y, no contento con ello, Prometeo incumple, por sus pistolas, la Ley de Memoria Histórica.

Resulta paradójico que a medida que aumentan las arbitrariedades de Rajoy, éste gana en intención del voto. Por eso es que afirma, cada vez que puede o lo dejan, que está fuerte y no hay motivos para citar a elecciones anticipadas porque seguro que las ganaría. Así estamos de confundidos.

Todas las encuestas realizadas por medios privados y oficiales así lo indican.

¡Rajoy en estado puro!

La incongruencia forma parte de nuestro ADN, imposible de borrar. Los carcas serán carcas hasta que lleguen otros carcas con la misma cara de carcas.

El problema viene de lejos, de muy lejos. El Partido Popular ha puesto trabas para cerrarlo porque está muy deteriorado.

A tal anomalía se unen los miles de bustos, calles y avenidas que llevan el nombre del Generalísimo, cuate de Hitler y Mussolini. También de la División Azul.

No cabe duda que Rajoy tiene una particular inclinación por avalar mentiras. Gana en intención de voto cada vez que comete una pifia. Sí, es nuestra característica de españoles, muchos españoles y más españoles.

Rajoy tiene un equipo de fieles defensores del quítate tú para ponerme yo. Sus dignos representantes son Fátima Báñez, Jorge Fernández Díaz, Rafael Catalá y Esperanza Aguirre.

Y la bandera de Führer, ondea oculta en Génova 13, desde hace ya algún tiempo; se oye en cada incierta manifestación. El ministro de Justicia es el más proclive al franquismo. Entre esta marea negra, la democracia es lo que menos importa. Es una señora de la que se habla y punto. No hay quien tome nota y vuelva a enseñar que la libertad es el bien más importante de la humanidad.

Llevan y traen a tan digna señora como quien carga con el cubo de la basura. Nos quedamos, como Trump, en rendir pleitesía a dictaduras por todos conocidas. Por ejemplo Arabia Saudí esquiva la condena de los perros-flautas y autoriza obras a las naciones europeas que lo consienten. También pone precios según sea de su conveniencia, como lo hace ya con el presidente turco Recep Tayyip Erdoğan.

Pero el sosegado Mariano, virrey español, sigue adelante hasta que la casa del pueblo lo engulla o lo rompa en jirones.

Las dificultades aumentan. Los que usan camisas almidonadas y trajes hechos a la medida, pasean y toman “vacaciones” cuando quieren, por lo que la desigualdad persiste y continuará por muchos quinquenios.

Mientras Mariano desgobierne, no se sabe qué ocurrirá mañana. Las clases ultra-oligárquicas están abotargadas de millones de euros y a medida que ven un asomo de peligro adoptan medidas antidemocráticas para persistir, conservar privilegios y eludir compromisos.

O sea, queridísimo Mariano, “el Estado soy yo…”

Para la Audiencia Nacional, los depredadores Rodrigo Rato y Miguel Blesa, de Caja Madrid y Bankia, tuvieron un comportamiento “cabal y honorable” en su última declaración al juez que así los calificó.

En otros lares, Iñaki Urdangarin vive en Ginebra su segunda luna de miel. La Infanta vuelve a La Caixa a tratar asuntos económicos, porque es una experta. Aunque, en sus declaraciones a la judicatura negó saber algo de las triquiñuelas y robos de su marido porque “estoy enamorada…”.

Crecen las infamias. ¡Cómo puede ser, contra viento y marea, que el PP mantenga como presidente de Murcia a Pedro Antonio Sánchez, imputado o investigado!. Porque sus pecados, dice, fueron “administrativos”.

Esta, y otras trabas delictivas, están pendientes en espera de que las juezas resuelvan la prisión definitiva.

Mientras, la oposición no cumple realmente con su cometido. Si acaso, Ciudadanos le dio a Rajoy hasta el 27 de este mes para que quite a Sánchez y, si no, romperá el pacto con el PP.

Es decir, los enfrentamientos entre políticos de una misma ideología siguen atronando el hemiciclo del Congreso.

Sus intervenciones se pierden en disquisiciones semánticas y soberbia. ¡Qué el Señor los ampare!

Se trata de conservar las curules aunque se pongan sucias por la inercia y el trasiego de quienes las ocupan.

Mandamos otra vez al exilio al sentido común y a la inteligencia que sigue siendo una utopía. La imaginación es esclava de acuerdos neo-inquisitoriales.

El tren de la decencia y de la prosperidad nos vuelve a pegar con fuerza y por ello no llegamos a la meta apetecida.

¡Virtud tan española!

 

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