Relegados de la reforma de telecom en México/X-XV
Javier Esteinou Madrid
En los primeros tres años de aplicación de la reforma constitucional de las telecomunicaciones y radiodifusión en México, se alcanzaron metas gerenciales muy relevantes para favorecer a los grandes monopolios de la información. Sin embargo, en el terreno social se gestaron importantes abandonos o retrocesos que impactaron relevantemente a la sociedad mexicana. Entre las repercusiones sociales que se generaron destacan las siguientes:
- Teniendo la capacidad de introducir un enorme arsenal de nuevos procesos interactivos que crearan otras dinámicas comunicativas colectivas, la aplicación de la reforma en telecomunicaciones y radiodifusión no construyó más comunicación social; sino solo fomentó la difusión de un diluvio intensivo de más información hacia los públicos que terminó en la edificación de una nueva gran espiral del silencio, pues mayoritariamente participaron los principales sectores empresariales y los grandes grupos sociales, tradicionalmente marginados no tuvieron espacios para estar presentes en el espacio público mediático.
Así, la sociedad quedó más saturada de oferta de flujos de datos, símbolos, imágenes, sonidos, efectos, sensaciones, etc. que transmitieron los grandes emisores comerciales u oficiales y poca o nula interacción comunicativa de la sociedad mediante dicha reforma tecnológica, especialmente, vía la digitalización y la multiprogramación. Es decir, se produjo más procesos de propagabilidad masiva y no de más comunicabilidad que es la dinámica que requiere la sociedad mexicana para crecer con mayores niveles de equilibrio y civilidad.
Las únicas excepciones fueron aquellos procesos que por sí mismos los usuarios o comunidades construyeron de manera autodidacta a través del Internet y las redes sociales para elaborar sus propias dinámicas comunicativas en la nueva zona del ciberespacio y con ello compensar su ausencia en el espacio público mediático.
En este sentido, la reforma en telecomunicaciones y la radiodifusión no colaboró a construir un nuevo tejido tecnológico para el desarrollo del “México profundo”, sino erigió más tejido tecnológico para el fortalecimiento y avance del modelo del “capitalismo de compadres” que tanto ha perjudicado el país y cuya expansión demandaba una modernización tecnológica urgente para alcanzar nuevos logros para el modelo de acumulación de capital.
- La acelerada revolución tecnológica experimentada en México transformó las formas materiales de transmitir la información (multimedia, transmedia, hipermedia, digitalización), mezclando textos, videos, sonidos, efectos, links, sensaciones, velocidades, búsquedas; pero no modificó de fondo los contenidos de las industrias mediáticas, pues no se elaboraron nuevos contenidos con más conocimientos que les permitieran a los receptores entender mejor sus condiciones de vida y las alternativas de cómo resolver los grandes problemas nacionales para construir un mejor futuro con condiciones de dignidad y justicia para todos.
Esto es, no se edificó a través de la nueva infraestructura tecnológica instalada más y mejor entendimiento colectivo para comprender y transformar sus circunstancias de existencia; sino que se creó más difusión de información para la expansión del viejo modelo empresarial, especialmente monopólico, que antaño impidió un mejor desarrollo del país.
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