Entrevista con Nicolás Loza Otero/Profesor e investigador de la Flacso-México
Emma Islas
Todo parece indicar que, además del golpe de calor que se vivió en el país la última semana, la turbulencia en el escenario político no termina para México. Además de estar pendiente la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), a la vuelta de la esquina se encuentran las elecciones para elegir al nuevo presidente en 2018, proceso que al parecer inquieta al gobierno de Donald Trump.
En las últimas semanas, el gobierno de Donald Trump ha dado avisos de focos rojos en el país. El fin de semana pasado, el secretario de Comercio de Estados Unidos, Wilbur Ross, señaló que entre más se acerquen los comicios presidenciales en México, más difícil será aprobar cualquier acuerdo.
A principios de abril, el secretario de Seguridad Nacional de ese país, John Kelly, declaró que la llegada de un presidente de izquierda sería perjudicial para ambos países, lo que motivó críticas por el intervencionismo del vecino país del norte. Sin embargo la pregunta flota en el aire: hasta dónde podrá influir Estados Unidos en las decisiones internas para la designación de candidatos frente al proceso de 2018.
Para Nicolás Loza Otero, profesor e investigador la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso-México), la influencia de Estados Unidos en los procesos electorales del país siempre ha estado presente. Pese a no haber sido relevante en 2000 o en 2006, ante la renegociación del TLCAN, en 2018 estará presente y las elecciones, sin duda, serán un factor dentro de la misma renegociación.
Aunque dice que no se trata necesariamente de una injerencia muy acentuada ni definitiva, precisa que al igual que en otros países como Cuba, Venezuela, Rusia, China existen intereses en los que está presente México, esto dependiendo, en mayor o menor medida, de su propia geopolítica.
Indica que al existir entre México y Estados Unidos una relación ambivalente, por un lado con una postura antiestadounidense y por el otro lado con una gran admiración y muchos vínculos de todo tipo, en especial comerciales, la influencia existe aunque no se da de una forma tan fácil o visible.
Ante este hecho, destaca que es irremediable que los otros partidos en el país deben de pensar en sus candidatos en relación con sus capacidades negociadoras y su capacidad para relacionarse con el mundo, particularmente con Estados Unidos.
La posición de los candidatos
El investigador comenta que si las renegociaciones del TLCAN comienzan a finales de este año, para ese momento los partidos deberán tener perfilado a su candidato a la presidencia, el cual —dice— deberá de tener una postura ante la renegociación del TLCAN. A medida que se vaya acercando la fecha del inicio de la negociación y se empiecen a abrir los temas donde exista controversia, cada partido deberá tener alguna postura, algunos con una más generalizada y otros más particular.
Como ejemplo, menciona al líder de Morena, Andrés Manuel López Obrador, quien hasta ahora es el único candidato que está claramente perfilado, y de quien afirma no tratará ningún asunto de la negociación en sus peculiaridades técnicas, sino que lo va hacer en términos muy generales, “hablará de la necesidad de defender la soberanía de negociar en los mejores términos, de no ser sumisos ante Estados Unidos”.
Sin embargo, señala que podría haber algún otro candidato que tuviera una postura más particular, por lo que buscarán presentar su propuesta para el sector energético o para el comercio en internet, temas que pese a no estar en la negociación anterior, podrían estar presentes, por lo que tanto candidatos como el gobierno mexicano deberán adoptar una posición.
TLCAN, arma para negociadores
En torno a las declaraciones del secretario de Comercio de Estados Unidos, Ross, sobre que el proceso electoral en nuestro país podría convertirse en un obstáculo para la renegociación del TLCAN, el investigador señala que, por el contrario, podría ser un arma para el gobierno mexicano, sobre todo cuando en ese país existe preocupación por un aumento de un sentimiento antiestadounidense en México.
Explica que luego de las declaraciones del secretario de Seguridad Nacional del Gobierno de Trump, John Kelly, sobre que un presidente emanado de la izquierda sería malo para ambos países, el gobierno de Peña Nieto tendría en su mano una carta para negociar, pues si empeoran las condiciones y con ello empeora la economía mexicana, en el país se fortalece a este candidato populista —López Obrador—; “es una carta que sin duda van a usar y están usando, aunque parezca paradójico en términos de resultados, en una negociación puede ser útil”.
En caso de que el propio López Obrador ganara, de la misma manera, considera, podría favorecer las negociaciones, pues su simple fuerza electoral y su sombra podrían generar condiciones relativamente buenas.
Videgaray, ¿el candidato de EU?
Al hablar de si existe algún personaje en la escena política que pudiera contar con el visto bueno por parte de nuestro vecino del norte para ser el candidato presidencial, Loza Otero destaca que al igual que otros países, Estados Unidos tienen candidatos preferidos y en la medida de sus posibilidades los ayuda por lo que innecesariamente entran en una conducta intervencionista.
Afirma que desde este momento todos los partidos buscan contar con candidatos idóneos para lograr cumplir con todos los intereses que participan en una elección tan importante como lo es una elección presidencial, “para todos, incluyendo el PRI, es importante tener un candidato que sea bien visto en Estados Unidos”.
Dice que aunque no hay nada en claro, hay que recordar que una de las cartas de presentación que llevó a Luis Videgaray a ser el titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores y ahora a estar al frente junto con Idelfonso Guajardo de la renegociación del TLCAN, fue su relación con el yerno del presidente Trump, Jared Kushner, por lo que se podría pensar que sí es bien visto, pero “de ahí a que ellos elijan al candidato y definan la elección hay una enorme distancia, eso no creo que llegue a pasar”.
Vital tener buenos negociadores
En cuestión de qué partido sería el más adecuado para lograr llevar a buen puerto las negociaciones, el doctor en ciencias sociales considera que el mejor debería ser aquel que tenga una ideología pro libre mercado que defienda los tratados de libre comercio y se oponga a cláusulas proteccionistas, “quizá el partido más pro libre comercio en términos de la geometría ideológica en México es el PAN”.
Sin embargo, recuerda que paradójicamente, el PRI pese a ser un partido más moderado, fue el que suscribió el TLCAN con los republicanos que siempre habían sido los defensores del libre comercio en Estados Unidos, pues en ese entonces los más proteccionistas eran los demócratas, “ahora nos toca que son los propios republicanos o particularmente Trump quienes se oponen al libre comercio”.
Contrario a lo que pasó en los años noventa, Loza Otero asevera que ahora el tema es qué pasaría si en esta ocasión, tanto por México como por Estados Unidos, negocian gobiernos que no ven con buenos ojos el libre comercio, como con Trump y, en su caso, López Obrador, que pese a que ya se dio cuenta de que la oposición al TLCAN es muy costosa no cuenta con equipos de negociadores expertos.
Explica que al haber muchos detalles que tienen que ver con reglamentaciones en los países, se requiere un equipo de expertos en el tema pues buena parte de las malas negociaciones en materia de libre comercio que se realizan con Estados Unidos se deben a malos equipos técnicos y no necesariamente entreguistas.