En España

Regino Díaz Redondo

“…Occidente protege a sus niños pero las multinacionales sacan provecho del trabajo infantil en el tercer mundo…” El Periódico – Barcelona

Madrid.- Con el sólido triunfo de Pedro Sánchez en las primarias de los socialistas, han sido derrotados contundentemente los barones que soñaron con imponer su criterio y su candidato. A todas vistas, Susana Díaz, presidenta de la Junta de Andalucía, era la favorita y su estandarte político, el mejor.

Se equivocaron. No valoraron bien la independencia de las bases que se inclinaron hacia el madrileño que se presentó con un discurso futurista y necesario.

La ex favorita Susana Díaz no felicitó al ganador, no dio su nombre nunca y lo mencionó sólo como “secretario general electo”.

Da pena, la doña ha mostrado otra faceta que desconocíamos. Se enfureció a tal grado que no pudo disimularlo. Habló dos minutos ante los periodistas y mantuvo, por primera vez en público, una cara seria, muestra de su cabreo por el resultado. Estaba rabiosa, apenas participó y, de inmediato, tomó su coche y abandonó la sede socialista.

Atrás queda la frase pronunciada por Susana: “El problema eres tú, cariño”, que se revirtió en un fracaso más que evidente. No supo encajar el sopapo. En cambio, Patxi López, tercero en discordia, fue institucional. Se puso a las órdenes de Sánchez para iniciar de inmediato el resurgimiento del socialismo en España.

La noche fue larga. Pero desde el principio – con el 10% de las casillas escrutadas – afloró y creció la duda sobre el triunfo de la andaluza.

Sin tropiezos, Sánchez se colocó a la cabeza y, curiosamente, el primero en anunciar su victoria fue Odón Elorza, desde su página web, twitter o facebook. Poco después de las nueve de la noche escribió en la red: “ganamos, sí”.

Los referentes históricos, como Felipe González, Alfredo Pérez Rubalcaba, Alfonso Guerra, José Luis Rodriguez Zapatero, la Gestora y varios presidentes de Comunidades Autónomas no se lo creían.

Aparecieron sólo en los mensajes cibernéticos. No se les vio en persona. González, ex presidente del gobierno, cerró su computadora después de convencerse que el resultado no favorecía a Susana.

Tal cosa demuestra que ya ninguno de ellos tiene el poder suficiente para decidir quién es quién y cómo. Los dirigentes socialistas de varias regiones se unieron al triunfo de Sánchez de inmediato. Reconocieron su triunfo y, aunque no era el candidato deseado, fueron los primeros en cerrar filas con don Pedro.

Visto el resultado, los referentes ideológicos y morales del PSE caen al abismo y no podrán impedir cualquier medida que tome el madrileño.

Pasó el tiempo en que su palabra era la ley y su consejo ponía las bases para el presente y futuro de un partido que perdió una parte de sus votantes por los problemas internos.

De un total de alrededor de ciento noventa mil votantes, Sánchez obtuvo el 50.2% con 74.223 papeletas a favor. Díaz, mujer inteligente pero no tanto, alcanzó el 39.9% con 49.041 votos a favor. Patxi López quedó en tercer lugar con el 9.9% y 14.500 electores.

Afuera, y dentro de la sede de los socialistas, había desde temprano una multitud estridente, emocionada, a veces excesivamente gritona. Invadió el ambiente con el nombre de su candidato. Entre abrazos y aplausos cantaron La Internacional, que no se oía desde hace mucho tiempo. En algunas casillas se colocó la bandera tricolor republicana. Nadie osó quitarla pero la verdad es que pasó desapercibida a ciencia y conciencia de los presentes.

Podemos apoya teóricamente a Pedro, el PP lo rechaza por miedo a un enemigo con muchas posibilidades de hacer frente a los retos conservadores. Para Albert Rivera no ocurrió nada. El líder de esa fuerza política calló, ni siquiera lo comentó en su twitter.

Para este señor de centro-derecha, de derecha, “populista” y “antipopular”, nada había ocurrido. Era un problema interno y sólo allí deberían resolverse las dudas y dar rienda suelta a sus inquietudes. Ciudadanos mostró su doble cara. Ahora, pasa sin ver; luego, hará pactos con cualquiera que le ayude a crecer. Actitud ya conocida y reafirmada.

En la mente del nuevo líder está obligar a Rajoy a dimitir, hacer de España una Federación y fijarse más en las bases para tomar decisiones.

Pedro, que entró a su despacho por la puerta de atrás en automóvil, se mantuvo invisible durante el recuento y, al final apareció, brevemente, para cumplir con el protocolo. No dijo nada que no hubiera dicho ya y, como todos, agradeció a las bases que lo prefirieron y votaron por él.

Esta sí fue una jornada democrática. Está a la vista; no hubo chanchullos ni urnas dopadas.

El resultado que arrojan las papeletas exhibe a Susana como una persona que se dobla ante lo incontestable. No lo creía ni ella misma. Su sonrisa desapareció y notamos su malestar.

La doña se hundió al sentirse perdedora. Su actitud ante el fracaso define a una política exuberante y participativa pero se enoja demasiado. ¿Le faltará madurez?. O simplemente no entendía lo ocurrido, al extremo de que ella misma se hizo mitómana con algunos adornos de demagogia.

Quizá, después de digerir la derrota, justifique su actitud en público y ahí veremos hasta dónde cala el resultado de las primarias socialistas. Para Susana, Pedro era un ser llegado de otro planeta con criptonita para tumbarla.

En las próximas semanas, el PSOE tiene que unir a los “despistados” que abundan. Hay que convencerlos que tienen un nuevo líder y que el sueño de la señora Díaz terminó. De no pasar algo grave — puede ser –,  don Pedro será candidato a las Generales en cuanto a Rajoy se le ocurra citarlas. Ahora, los populares están a la expectativa, no comentan pero sí les duele. El “candidato” de don Mariano era doña Susana porque sería más flexible y ayudaría al PP a aprobar leyes e iniciativas en el Congreso.

Creo yo que Rajoy rezó y se arrodilló para que el Supremo le ayudase en la contienda socialista. Esta metáfora es válida porque demuestra cuán inmiscuido está en la destrucción de su mayor oponente.

La mayoría de la desquiciada derecha está en posición de ataque. Convocar a elecciones en estos momentos sería un error. El líder socialista se mantiene allá arriba y es el protagonista de políticos y empresarios que lo alaban o reprueban.

 El aspirante a vivir en Moncloa tiene mucho camino por recorrer. Hay que ir paso a paso – filosofía de Simeone en el futbol – para lograr lo prometido. Apresurarse puede ser nefasto.

Pronto sabremos hasta dónde afecta el impacto de Pedro que revivió de entre sus siglas cuando lo daban por muerto y enterrado.

Twitter Revista Siempre