Una mirada a… Carlos (Artemio) Fuentes

Patricia Zama

En 1962 se publicó por primera vez, con el sello del Fondo de Cultura Económica, La muerte de Artemio Cruz, novela donde Carlos Fuentes (1928-2012) narra las doce horas de agonía de un viejo líder de la Revolución Mexicana, y a la vez hace una síntesis de los mecanismos del poder en este país. A cinco años de su muerte, las primeras líneas de la novela.

Yo despierto… Me despierta el contacto de ese objeto frío con el miembro. No sabía que a veces se puede orinar involuntariamente. Permanezco con los ojos cerrados. Las voces más cercanas no se escuchan. Si abro los ojos, ¿podré escucharlas?… Pero los párpados me pesan: dos plomos, cobres en la lengua, martillos en el oído, una… una como plata oxidada en la respiración. Metálico, todo esto. Mineral, otra vez. Orino sin saberlo. Quizás —he estado inconsciente, recuerdo con un sobresalto— durante esas horas comí sin saberlo. Porque apenas clareaba cuando alargué la mano y arrojé —también sin quererlo— el teléfono al piso y quedé boca abajo sobre el lecho, con mis brazos colgando: un hormigueo por las venas de la muñeca. Ahora despierto, pero no quiero abrir lo ojos. Aunque no quiera: algo brilla con insistencia cerca de mi rostro. Algo que se reproduce detrás de mis párpados cerrados en una fuga de luces negras y círculos azules. Contraigo los músculos de la cara, abro el ojo derecho y o veo reflejado en las incrustaciones de vidrio de una bolsa de mujer. Soy esto. Soy esto. Soy este viejo con las facciones partidas por los cuadros desiguales del vidrio. Soy este ojo. Soy este ojo. Soy ese ojo surcado por las raíces de una cólera acumulada, vieja, olvidada, siempre actual. Soy este ojo abultado y verde entre los párpados aceitosos. Soy esta nariz.

—Mire, doctor: se está haciendo…

—Señor Cruz…

—¡Hasta en la hora de la muerte debía engañarnos!

No quiero hablar. Tengo la boca llena de centavos viejos, de ese sabor. Pero abro los ojos un poco y entre las pestañas distingo a las dos mujeres, al médico que huele a cosas asépticas: de sus manos sudorosas, que ahora palpan debajo de la camisa mi pecho, asciende un pasmo de alcohol ventilado. Trato de retirar esa mano.

—Vamos, señor Cruz, vamos…

Novedades en la mesa

Ya está en mesas de novedades El asesinato de Sócrates de Marcos Chicot, finalista del Premio Planeta 2016, y que es una novela de intriga que recrea la vida y época del más grande filósofo de la historia… Para los nostálgicos, la editorial Galaxia Gutenberg acaba de reeditar la novela Rebeca, de la inglesa Daphne Maurier.

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