Entrevista con Ulises Ruiz Ortiz/Exgobernador de Oaxaca.

 

Hace 20 años aún se podía hablar de que el PRI era un partido hegemónico, hoy simplemente se ha convertido en uno más, que pierde y gana elecciones, tras el desencanto de los electores que ahora cuentan con otras alternativas y que cada día analizan más las propuestas políticas.

Los resultados electorales nuevamente dejan al descubierto la debacle del tricolor y la fuerte crisis que existe en su interior. Pese a que la unidad siempre se ha tratado de llevar como una bandera, al igual que en otros partidos, existen diferentes corrientes que luchan por salir airosas, sobre todo ahora que se acerca 2018.

Desde su llegada a la presidencia del PRI, Enrique Ochoa ha sido señalado y cuestionado por haber sido impuesto, además de su inexperiencia. Pese a todo, se ha sostenido y asegura que lo hará hasta 2019, aduciendo los “buenos” resultados de este 2017, en los que lograron retener —aunque sea por una ínfima diferencia— el Estado de México y Coahuila.

Sin embargo, si el tricolor busca recuperar la confianza de la militancia y de los mexicanos, ante la baja aprobación presidencial, deberá romper paradigmas que ya no funcionan, además de analizar su oferta política rumbo a la Asamblea Nacional del partido, a realizarse el 12 de agosto, donde se espera que se pueda decidir el método para la elección del candidato presidencial.

La molestia por la manera en que se está conduciendo el partido ha trascendido al punto de llegar a que en Democracia Interna, una de las corrientes internas del partido encabezada por el exgobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz Ortiz, en los últimos días le haya pedido la renuncia de Ochoa Reza.

En entrevista con Siempre!, el también exdelegado del PRI en Quintana Roo señala que como partido político es necesario que la militancia sea quien decida y no una cúpula o un dedo, como ha sucedido en los últimos años, “de lo contrario será muy difícil obtener buenos resultados en 2018”.

Asevera que la falta de competitividad del partido y la manera en que está cayendo en las preferencias electorales es evidente, por lo que todas las candidaturas incluyendo la presidencial se deben de elegir a través de una consulta abierta. Darle voz y voto a la militancia para que pueda decidir entre los que se quieran registrar o tengan posibilidad de hacerlo.

¿Qué gana y pierde el PRI en 2017?

Tras reconocer el esfuerzo que hizo la militancia del Estado de México, de Coahuila, de Veracruz y de Nayarit, Ruiz Ortiz señala que los resultados de esta elección dejan al PRI en una situación muy critica, contrario a lo que afirma su actual dirigencia. “La perspectiva que plantea Ochoa es demasiado optimista. No entiende que la ciudadanía le está mandando un mensaje al partido: si no cambia, nos cambian”.

En el Estado de México como partido no ganamos. El triunfo se debió a la alianza con el Verde, el PES y el PANAL que son los que sacan la diferencia, pero si se compara el PRI con Morena, el partido de López Obrador trae más votos. Se gana por tan solo 3 puntos, cerca de un millón y medio de votos menos de los que se obtuvieron en la pasada elección, sin perder de vista que se perdieron los principales municipios.

Pese a que se ganó el gobierno de Coahuila, se perdió el Congreso y ciudades importantes como Torreón, Monclova, Acuña, Piedras Negras. En Nayarit, además de perder el gobierno, perdimos el Congreso, los principales ayuntamientos, al igual que en Veracruz.

Ante los resultados, el exgobernador de Oaxaca afirma que el tricolor no tiene otra salida. Debe marcar su distancia con el gobierno de la república, “no tenemos que cargar con los costos del rechazo de los mexicanos a las políticas públicas”. Por ello —dice— en democracia interna, expresión que se está construyendo a escala nacional, lo que se busca es abrir el partido a la democracia e independencia que pedía Colosio.

 

Los cambios que el PRI requiere

De acuerdo con Ulises Ruíz, el principal cambio que se requiere implementar es que el candidato presidencial se elija por consulta abierta, al igual que los senadores y diputados plurinominales que se han convertido en “los chapulines de la política”, pues en los últimos 18 años una cúpula es la que los designa, “familiares y amigos son los que han estado brincado de una plurinominal a otra”.

Destaca que tanto senadores como diputados deben ser electos en las 32 entidades del país, “quienes saquen la más alta votación en proporción a su padrón, que sean los principales lugares en la lista, de manera que traigan una legitimidad y presencia importante de votos. Lo mismo —afirma— debe suceder con las candidaturas de mayoría relativa, las gubernaturas, “consultemos y que la militancia decida”.

Es muy claro al señalar que las candidaturas se tienen que ganar en las ciudades, colonias, comunidades y en los municipios, y no en los pasillos de Los Pinos, de la Secretaría de Gobernación  o en el Comité Ejecutivo Nacional, donde “se privilegia más la cercanía o el amiguismo, que a un autentico representante que pudiera abanderar las causas del partido en la siguiente elección”.

Otro punto que asevera es muy importante es que se regresen los candados para garantizar que se designe gente con experiencia, y evitar que llegue gente inexperta, impuesta. “Ahí están los casos de la generación de la vergüenza y hablo de todos los partidos, esta generación que no está entregando buenas cuentas porque no tienen la experiencia, porque nunca han militado en el partido ni han tenido un cargo de elección popular.

No, a una Asamblea a modo

Ante la cercanía de la XXII Asamblea Nacional del PRI, Ruiz Ortiz dice esperar que se abra y no se convierta nuevamente en una asamblea a modo de las decisiones del presidente, pues de lo contrario será muy difícil ganar en 2018.

Por el contrario, espera que se pueda dar un debate a fondo en cuanto a un nuevo modelo de nación pues el país se encuentra en muy malas condiciones, “con más de 60 millones de pobres en el país, un modelo económico y social que ha sido implementado desde la llegada de los neoliberales, y que ya se ha agotado”.

Explica que en democracia interna están pidiendo revisar lo que no funciona. Por ello, comenta que están a favor del referéndum, la revocación de mandato y la segunda vuelta. Figuras que están presentes y pueden resolver muchos de los conflictos actuales:  “por qué esperarse a que un mal gobernador termine el sexenio para hacer cuentas, si lo puedes quitar con ese tipo de figuras de gobernabilidad”.

En resumen, indica que la única manera de que el PRI logre ser una buena oferta para la gente es que se revisen cinco temas: economía, desarrollo social, combate a la corrupción, combate a la inseguridad y gobernabilidad. Para lograrlo deberá implementar los siguientes cambios:

Ir a una consulta para elegir al candidato presidencial. Elegir a los pluris para que dejen de ser un club de amigos que se turnan de un Congreso a otro. Lograr un proyecto de nación mucho más justo; “estoy seguro de que la gente lo va a valorar y va a entender que el PRI sí puede cambiar, que está cambiando”.

Ochoa Reza debe renunciar

Ante los malos resultados electorales del PRI y la forma de conducir al partido, Ruiz Ortiz considera que es momento de que el actual dirigente del tricolor deje de conducir el destino del partido. Recuerda que hasta antes de que llegará al CEN tricolor no se sabía de su militancia.

En cuanto a las declaraciones de Ochoa sobre su permanencia hasta 2019, Ulises Ruiz asevera que no le ve posibilidad alguna, “primero porque él no decidió estar ahí, a él lo pusieron, lo puso el presidente Peña. Segundo, porque se acerca la Asamblea Nacional en la que se puede realizar una asamblea electiva en la que se revise su estadía dentro del Comité Nacional. Yo se lo firmo, no se va a quedar hasta 2019, no está haciendo buen papel; es más, no tiene que hacer nada en el PRI.

Dice que no solo se trata de la renuncia de Ochoa, “lo más importante es que los resultados han sido pésimos, no tiene la calidad moral para renunciar, como lo hizo Manlio, quien al dejar la dirigencia advirtió que si el PRI no cambia, no se modifica el modelo de nación, si no se democratiza, se van a seguir acumulando derrotas”.

Consulta directa para elegir candidatos

Al hablar un poco más sobre el mejor método para elegir candidatos, sobre todo el presidencial, Ulises Ruiz señala que la consulta directa, es el más claro y en el que participa más gente, “no solo pueden participar los militantes, hay muchos simpatizantes que con este tipo de procedimientos se acercan al partido”.

Recuerda que en la elección de Francisco Labastida contra Madrazo —única consulta que se hecho para la elección presidencial— votaron alrededor de 9 millones entre militantes y simpatizantes del PRI, pese a ser una elección muy simulada, pues Zedillo ya había decidido imponer a Labastida.

El político explica que si se logra un proceso democrático en donde el INE sea quien garantice la imparcialidad del procedimiento interno y se le pregunta a los mexicanos quién quieren que sea su candidato presidencial, se puede llegar a movilizar a más de 10 millones de mexicanos.

Con un procedimiento de esta magnitud —afirma— se puede dar una sacudida al PRI. Mover las estructuras de cada sección electoral del país, y si además se combina con la elección de diputados y senadores plurinominales, candidatos a gobernadores, la movilización sería enorme. “Se lograría no solo ser competitivos, sino ganar la Presidencia de México, que es nuestro objetivo”.

La candidatura presidencial

Al referirse a los posibles candidatos presidenciales y a los candados que en democracia interna intentan hacer que se aprueben, destaca que por el momento no hay ningún priista que se haya destapado debido a que en el interior del partido aún existe una gran losa que es la línea presidencial, la cual no les permite manifestar su aspiración.

Ruiz Ortiz advierte que en caso de que los candados que están proponiendo sean aprobados, “dejan fuera a varios de los aspirantes que se están mencionando. Si el PRI regresa a los candados, están fuera Nuño, Videgaray y hasta Narro”.

Aunque aclara que cualquier candidato es viable si es electo en una consulta abierta, “los candados están a discusión, nosotros estamos proponiendo que se regresen para que los candidatos cuenten en su haber con por lo menos un cargo y cierta experiencia. Pero si van a armar una pasarela como la que armó Miguel de la Madrid cuando Salinas, vamos a seguir en la simulación”.

Por eso subraya que es mejor que el candidato del tricolor “llegue con el respaldo de 9, 10 u 11 millones de mexicanos y no solo de una persona, más si se toma en cuenta que cuando se ha consultado a la base es cuando el PRI más exitoso ha sido”.

El problema del PRI es que no hay respeto, no se consulta a la militancia, se prefiere el compromiso con el que pone al candidato, al compromiso con la gente, y lo malo es que la gente sabe cuándo se abre un proceso. “La militancia quiere decidir pues el dedo no está funcionando, los resultados son evidentes. La manera de hacerlo es cortar con la independencia del PRI, con respecto al Poder Ejecutivo”.