Entrevista con Gustavo López Montiel e Ivonne Acuña Murillo

 

Las elecciones del pasado 4 de junio han dejado un sabor amargo en la boca de los electores debido a la presencia de las viejas prácticas electorales de los partidos. Pese a que hasta el cierre de esta edición no se tenía claro si los resultados arrojados por el PREP serán los definitivos o si la ciudadanía tendrá que enfrentar impugnaciones y hasta alguna anulación, lo único cierto es que el panorama para el partido en el poder no es el mejor. Se confirma su desgaste.

De acuerdo con las últimas cifras oficiales de esta elección —rechazadas principalmente por Morena y el PAN— con una mínima ventaja y con muchas irregularidades a su alrededor, el PRI consiguió retener dos de sus bastiones: el Estado de México y Coahuila.

De confirmarse la victoria en ambas entidades, aunque fuera por una mínima ventaja, significa una bocanada de oxígeno para el partido del presidente, que en los últimos años ha registrado una caída en las preferencia de la ciudadanía. Basta comparar los resultados de una elección a otra.

Hace seis años, el actual gobernador, Eruviel Ávila, ganó con 65 por ciento de los votos, 30 puntos más de los que, según los últimos resultados, ha conseguido Del Mazo; por ello, diversos analistas señalan que el triunfo del tricolor no se debe a que le haya ido bien, sino a que el enojo de la gente se ha fragmentado.

En Nayarit, Roberto Sandoval, gobernador priista, triunfó con 46 por ciento de los votos; ahora en éste proceso el tricolor perdió la gubernatura con su candidato Manuel Cota, quien sólo obtuvo 27 por ciento, 19 puntos menos. En Veracruz, donde solo hubo elecciones para ayuntamientos, el PRI perdió la mayoría de los municipios más importantes del estado.

Con la finalidad de hacer un análisis sobre lo que está sucediendo con el PRI, Siempre! acudió a dos especialistas para hablar sobre el tema, Gustavo López Montiel, politólogo y profesor de ciencia política en el Tecnológico de Monterrey, e Ivonne Acuña Murillo, experta en sistema político y género y profesora de ciencias sociales en la Universidad Iberoamericana.

Para López Montiel esta fue una lección para el PRI. Aprendió que no bastan sus estructuras ni sus recursos, sino que es indispensable dividir el voto además de inhibirlo, “el efecto de división que generaron los candidatos independientes y de otros partidos, además de todos los recursos que invirtieron y sus estructuras, dieron los resultados que tenemos”.

Mientras que Acuña Murillo resalta que lo que acabamos de ver en el Estado de México es preocupante en cuanto al uso de recursos públicos, pues en esta elección no ganó la ciudadanía, sino la estructura, con la tradicional compra de votos, modificada en las tarjetas rosa y que fueron condicionadas a “si gano, te deposito y si no, no se activa”.

Debilitamiento del PRI

Por otra parte, López Montiel asegura que otro factor que ha quedado a la vista de todos y que debe ser alarmante en el interior del PRI es que pese a haberse fortalecido poco antes de 2012, en los últimos años se ha debilitado su capacidad electoral, a consecuencia de varios factores.

Por un lado, una figura presidencial muy disminuida que afecta sustancialmente la imagen del partido. Por otro, un desgaste en los estados que gobierna, derivado de los temas de corrupción, así como al incremento sustancial de las deudas de los estados y, sobre todo, el aumento de la violencia en la mayor parte del país.

Ante dichos factores, López Montiel destaca que por ello es importante ganar principalmente el Estado de México pues más allá de que sea el estado con más electores, es la entidad con más recursos en términos de presupuesto, lo que resulta fundamental para contar con el apoyo necesario en una elección presidencial.

Señala que dejárselo, ya no al PAN ni al PRD sino a Morena, implica darle la posibilidad de que esos recursos no solo económicos, sino también humanos y materiales puedan ser utilizados para la campaña del año que entra de López Obrador, “ahí es donde radica la importancia de ganar esta entidad”.

Se ha minado su capacidad electoral

Respecto al significado que tiene el hecho de que el PRI haya perdido gran parte de los votos con los que contaba anteriormente, el especialista afirma que esto es un ejemplo de que ese partido ha visto erosionada su capacidad electoral que lo lleva a ubicarse en el mismo escenario en el que se encontraba en 2006, cuando quedó en el tercer lugar.

Muestra de ello —destaca­­— son los resultados en Edomex donde pese a que en la elección pasada, cuando Eruviel Ávila ganó la gubernatura, el mapa de la entidad era completamente rojo y contaba con lugares con votaciones por encima de 70 por ciento, en esta elección, la conformación del mapa cambió, al obtener la votación más baja en su historia, “esa es la misma tendencia que se ha estado replicando en las demás entidades desde 2015”.

Lo que hace pensar —considera­— que en ese contexto de las preferencias electorales no le será posible ganar una elección presidencial, “es muy complicado que de aquí a un año se recomponga todo el escenario, aunque no imposible”, todo dependerá de su candidato y el de los otros partidos; así como de la reconstrucción de su estructura.

Al respecto, la académica de la Ibero indica que, para 2018, se vislumbran escenarios muy complicados para este partido si la elección se va a tercios —PRI-PAN-Morena—. Por un lado, el partido de López Obrador llega fortalecido pese a que no se quede con la gubernatura del Estado de México, pues queda como segunda fuerza. En Veracruz será la tercera fuerza, al ganar varias ciudades importantes, así que llega fuerte.

Por otro lado, el PAN a pesar de su crisis interna y de que Josefina Vázquez Mota se cayó en el Estado de México, ganó Nayarit en coalición PAN-PRD, y obtuvo buenos resultados en Coahuila; “no será fácil, no es imposible pero no va a estar complicado que el PRI logre mantener la presidencia”.

Perfil de candidatos para 2018

Otro reto que menciona Acuña Murillo que tiene el PRI para 2018 será el perfil de su candidato, pues en estas elecciones —reitera— pese a que  Alfredo del Mazo no fue el gran candidato, no tiene carisma, tuvo todo el apoyo de la estructura que lo hizo llegar, pero ¿qué va a pasar en 2018?

“Deberán contar con un candidato que realmente pueda competir, un candidato que realmente sea carismático que logre involucrarse con sus votantes, es lo que el PRI tiene que construir para 2018”.

En torno a la manera en que influirá esta elección en la selección de candidatos, López Montiel dice que  dependerá  de cada partido. En el PRI, afirma que, aunque el Estado de México es considerado determinante en este sentido, “como ocurrió en el caso de Peña Nieto”, en la actualidad ya no lo es.

El factor Eruviel y su candidatura

Sobre hasta dónde recae la responsabilidad de los resultados de esta elección en el actual gobernador mexiquense, el politólogo señala que aunque evidentemente el incremento de delitos, de la violencia en general, de la deuda, son su responsabilidad e influyen en una elección, la operación de los comicios depende más del gobierno federal.

Aunque destaca que en este caso una parte de la operación política fue hecha por Eruviel Ávila, particularmente en lo referente a la fragmentación del voto; es decir, en la negociación con los grupos que hacen posible que el voto se fraccione y no se conduzca únicamente al sufragio de protesta, lo cual fue importante en el triunfo de Del Mazo.

En cuanto a una posible candidatura presidencial del mandatario estatal, dice que resulta  muy complicada porque la votación que obtiene es muy pequeña. Aunque asevera que no hay que dejar a un lado que como figura pública plantea una opción entre los candidatos del tricolor, “en el PRI no hay demasiados candidatos que tengan la posibilidad real de ganar una elección presidencial”.

Todo dependerá, asegura, de cómo en términos mediáticos y de operación política construya su posible candidatura, además de que se debe analizar quiénes serán, en su momento, los otros posibles candidatos.

¿Dejará Morena gobernar a Del Mazo?

Al hablar sobre la manera en que podrá gobernar —en caso de que se confirme su triunfo— Alfredo del Mazo en la entidad, el analista político dice que todo dependerá de cómo quede conformado el Congreso, aunque aclara que al menos el Congreso actual tiene mayoría priista, “por lo menos durante este año no tendrá demasiados problemas”.

Afirma que en caso de que en la elección del año que entra para renovar el Congreso local y en los ayuntamientos se continúe con la misma inercia, es posible que el PRD termine por desfigurarse. “Hasta ahora la posición de Morena es únicamente testimonial, no ganaron nada en sentido estricto, pueden tener mucha gente pero no tienen capacidad de presión”.

Ante todas las anomalías que se han presentando en este proceso electoral, López Montiel considera que el modelo electoral que tenemos está agotado, ”es urgente que después de la elección federal haya una nueva reforma”, advierte.

Acuña Murillo asevera que la lección para la clase política es que debe elevar el nivel para no alejar al electorado, que la clase política haga un viraje en su manera de hacer política y atender los escenarios riesgosos que se están viviendo en términos sociales.