En los últimos años, en aras de conseguir el cambio que el país necesita y a fin de lograr sellar un gran pacto nacional, el próximo 3 de septiembre en el Monumento a la Revolución, Andrés Manuel López Obrador, bajo el respaldo de la teoría “se vale rectificar”, ha abierto las puertas de Morena a personalidades —principalmente empresarios— con una reputación cuestionable que se contraponen con su discurso sobre la honestidad.

Es así como Manuel Bartlett, Alfonso Romo, Miguel Barbosa y Lino Korrodi son algunos que han llegado a Morena como parte de un proceso de conversión religiosa en el que logran lavar todos sus errores, con el simple hecho de aceptar respaldar el proyecto de nación que encabeza Morena.

Para abordar estos puntos, Siempre! acudió a la presidenta del Consejo Nacional de Morena, Bertha Elena Luján Uranga y al investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana Iztapalapa y uno de los fundadores del PRD, Telésforo Nava, quienes tienen opiniones encontradas sobre el tema.

 

Bertha Luján: Morena no es una varita mágica

Ante la llegada al partido de diferentes personajes polémicos, Bertha Luján acepta que es un arma de doble filo la cual le puede restar puntos, aunque también se le podrían sumar, “finalmente son dirigentes, líderes que traen gente detrás de ellos, que tienen influencia en la opinión pública. Gente que puede sumar más que restar”.

Al hablar sobre la idea de que, al llegar a Morena, a todos estos personajes les borran todos sus “errores”, dice que si se les está aceptando en el proyecto de su partido se debe a que “finalmente es gente que opta por el cambio. Pero la historia personal la carga cada uno, por lo que cada quien tendrá que dar la cara ante la sociedad”.

“De ninguna manera Morena tiene una varita mágica como para borrarles su pasado, pero sí se les da la oportunidad de reivindicarse, de actuar de manera diferente, porque a partir de que se suman a Morena se unen a un proyecto honesto que busca el cambio real, profundo en el país. Para así recuperar el país para la gente, no para otra cosa”.

Bertha Luján señala que el hecho de que sean aceptados en Morena no significa que se les va a incorporar como candidatos. “No hay ningún compromiso político de ese tipo. Lo que se les plantea es que México necesita un cambio. Para ello hay que trabajar juntos y de esa manera lograr ganarle al sistema.

La unidad en la izquierda

Respecto a los señalamientos sobre la decisión de no unirse a un acuerdo de unidad con ciertos partidos de izquierda y en su lugar aceptar a diferentes personajes que provienen de partidos de la derecha, Luján Uranga descarta esta idea y asegura que en el interior de Morena lo que importa es construir una unidad con la izquierda social.

“Tenemos que entender como izquierda no solo la izquierda partidista, sino la izquierda social en la que participa la gente que tiene una visión cercana a las mayorías, a la justicia, a los principios de igualdad, de libertad. Decir que la izquierda es el PRD o Movimiento Ciudadano es un error muy grande”.

Tras aseverar que el monopolio de la izquierda no lo tiene el PRD, Movimiento Ciudadano, ni siquiera Morena, la exsecretaria general de este partido reitera que la izquierda a la que regularmente se está recurriendo es a la que tiene un pensamiento progresista aunque aclara que Morena no le va a cerrar la puerta a nadie, “salvo como dice Andrés Manuel, a los miembros de la mafia del poder, esos sí no tienen cabida en Morena, son nuestros adversarios”.

Morena, centro de santidad y purificación

Telésforo Nava, investigador de la UAM Iztapalapa, señala que resulta inexplicable el hecho de que mientras López Obrador ha decidido decirle no al frente opositor que propone el PRD, admite en sus filas a empresarios y políticos que vienen de sectores conservadores, de la derecha o del mismo PRI.

Pese a que indica que este tipo de acciones más que una novedad son una constante del líder de Morena en cada proceso electoral, afirma que lo que es una realidad es que “él sólo los llama a integrarse, más no a que den sus puntos de vista o a discutir sus ideas”.

“Hayan estado en el PRI, en el PAN o hayan tenido algún error, con el simple hecho de llegar a Morena, centro de santidad y purificación, se olvida todo. Son buenos pues se les ungió con el aceite de la esperanza y así pueden entrar. Para  Andrés Manuel son solo escalones para lograr su objetivo: ser presidente”.

El también fundador del PRD indica que aunque por un lado está de acuerdo en que Morena le diga que no a una alianza con el PAN pues es la derecha, no se explica el hecho de que no busque un acuerdo con el PRD, PT, Movimiento Ciudadano, o con la izquierda social en general que se expresa en movimientos populares, campesinos o sindicales.

Sin embargo, advierte que para lograr este tipo de acuerdos sería necesario sentarse a discutir, buscar puntos  en común para ir juntos. “Buscar procesos democráticos que realmente permitan que las diferentes organizaciones partidarias, sociales, quieran intercambiar puntos de vista. No sólo —como hace Andrés Manuel— decirles a quienes así lo deseen que vengan y se integren”.

Asevera que con esta apertura a López Obrador no le interesa que Morena se convierta en otro PRD, “en el que haya un montón de gente que venga de otros lados, personajes muy corruptos, arribistas que como ven que Morena tiene perspectiva de tener puestos, candidaturas, se acercan porque saben que va a haber chamba”.

Perderá credibilidad

Nava Vázquez señala que con este tipo de decisiones lo que sucederá es que tanto Morena como López Obrador irán perdiendo credibilidad hacia afuera del partido, “hacia adentro no tiene ningún problema pues más que militantes tiene creyentes, para quienes es una verdad divina y absoluta lo que diga el jefe, pese a que de reojo lo vean mal no dirán nada”.

Sin embargo, indica que muchos luchadores sociales no lo ven con buenos ojos, por lo tanto se desprestigiará Morena, “para muchos no hay congruencia de que estén ahí ninguno de los que han llegado recientemente, como Korrodi, Esteban Moctezuma; es más, se habla de que en Morelos hay hasta narcotraficantes que estuvieron en las reuniones”.

 

Telésforo Nava: Acuerdos morenistas, poco democráticos

A la par de las adhesiones, otro punto por el cual ha sido muy cuestionado Morena y su líder es por los acuerdos a que se llegaron en el Consejo Nacional de ese partido en torno al procedimiento para nombrar a sus candidatos rumbo a 2018, los cuales, se dice, no son democráticos.

Al hablar sobre estos procesos acordados en el Consejo Nacional de Morena, Telésforo Nava señala que al igual que en otros partidos, simplemente se trata de acuerdos electorales, “más que reuniones para discutir sobre política, son usadas para analizar de qué manera se van a repartir los puestos. En este caso, Andrés Manuel ha implantado un estilo muy personal”.

Estilo que, según explica, no se apega a la democracia, pues esta implicaría la elección, el voto de los miembros de Morena para decir quiénes van a ser sus candidatos, “se establece un proceso muy sui generis que de democrático no tiene mayor cosa”.

Precisa que lo único que se hace es descentralizar las decisiones para dejarlas en manos de los consejos estatales, los que deberán llegar a un consenso para elegir los candidatos a gobernadores y, en el caso para el jefe de gobierno de la Ciudad de México, el encargado será el Consejo Nacional de Morena.

Lo cual en política nacional o para los partidos significa que “los grupos, las bandas se pongan de acuerdo en cómo se reparten el poder. Si hay acuerdos entre esos grupos no hay problema; si no, se van a una encuesta, pero por más que se diga que la va a realizar la casa más escrupulosa, eso no es democracia, porque aun ahí hay mucha manipulación”.

Nava Vázquez señala que en torno a la paridad de género, únicamente es para las candidaturas del Senado mas no para el caso de los diputados como lo pide la misma legislación, aunque —dice— hay que ver que realmente se cumpla con esta cuestión.

Respecto a la tómbola que se utilizará para elegir a los diputados plurinominales, la compara con una lotería, la cual advierte que, pese a que es muy popular, tampoco es un proceso democrático, “ahí se meten los papeles, meten la mano y a ver quién sale”.

Reitera que en todos esos procesos no se está aplicando la democracia, “deja mucha cabida al autoritarismo de los dirigentes locales, sobre todo del jefe máximo de esa organización que es López Obrador, quien a final de cuentas es el que tiene la última decisión. Al llevar mano, se sabe que tiene reservada la candidatura presidencial, por lo que ninguna voz se atreverá a decir que propone a otro candidato”.

Bertha Luján: Consenso evitará el “dedazo”

De acuerdo con Bertha Luján, el método que se va a privilegiar será el de consenso y en caso de no conseguirlo estará la alternativa de la encuesta, todo a fin de elegir al mejor perfil, el mejor posicionado.

Respecto a que se corra el riesgo de que, en lugar de que las candidaturas sean electas por consenso, se haga por dedazo, Luján Uranga afirma que esto no será así pues el Comité Ejecutivo Nacional, a través de la Comisión Nacional de elecciones, es quien finalmente tendrá la última palabra.

Destaca que lo que se busca es una mayor participación en los estados, para que desde allá se puedan resolver las cosas, “la intervención del Comité Nacional será por excepción. Estamos seguros de que va a haber un buen proceso, en el que se evitará el conocido dedazo, el cual es una situación de emergencia”.

Por ello —afirma—uno de los acuerdos en el Consejo Nacional fue la descentralización del proceso electoral. “El hecho de que el mayor número de candidaturas se puedan definir tanto en los estados como en los municipios se traduce a que haya una mayor participación de la gente de abajo.

En torno a la candidatura presidencial, una de las mujeres más cercanas a López Obrador asegura que también se seguirá el mismo método que para el resto de las candidaturas, “vamos a buscar el consenso en el Consejo Nacional —encargado de aprobar la candidatura—, pero si hay más de una propuesta igualmente se aplicaría la encuesta”.

Aunque acepta que López Obrador es la mejor carta de Morena para ocupar la candidatura presidencial y que todo indica que hacia allá se perfila el proceso, Bertha Luján asevera que se deben acatar los tiempos que la ley plantea para formalizar las distintas candidaturas, “empezando por la presidencia y seguir por todo el caudal de posiciones que se debe resolver para estar en la elección de 2018”.

¿Sus procesos serán democráticos?

Ante la pregunta de Siempre!, respecto a si los procesos para elegir candidaturas son democráticos, Luján Uranga indica que Morena está innovando en los procedimientos para nombrar a las personas que lo van a representar.

Explica que por un lado el sorteo de las posiciones plurinominales les ha sido de mucha utilidad para evitar vicios que históricamente se conocen y son constantes en este tipo de procesos, como en el caso —puntualiza— del PRD, en el que se convirtieron en la manzana de la discordia y en el que las dirigencias aprovechaban para colocar por dedazo las distintas posiciones en las listas plurinominales.

A diferencia del PRD, explica que en Morena se realizan asambleas distritales donde se nombran cinco hombres y cinco mujeres para que participen en este proceso de insaculación, en los 300 distritos del país, lo que asegura que es totalmente democrático, pues es un procedimiento que se aplica frente a la militancia, al igual que los consensos a los que se llega a través de la consulta de la gente.