Acapulco.- Para el gobierno del estado, existe una tendencia alentadora del turismo y aducen que al ubicarse el país en el octavo mundial en la preferencia de los paseantes, la entidad se puede beneficiar.

Las estadísticas de ocupación hotelera van acompañada con calificativos como “excelentes”o “magnificos” y se presume que ni los problemas de seguridad pública ni las perturbaciones ocasionadas por las fallas en la infraestructura urbana como el Paso express en Cuernavaca, hacen flaquear las preferencia de los paseantes nacionales hacia este destino de playa.

En el marco de el “acapulcazo”, Ernesto Rodríguez Escalona, titular de la Secretaria de Fomento Turístico dijo que “Guerrero turísticamente está mejor que nunca y es seguro para todos […] la parte turística que es la que yo represento ha registrado números históricos. No ha afectado a Guerrero ningún incidente de violencia, la gente sigue confiando”.

Su postura es comprensible ya que, según sus propias palabras,  “A mí me toca hablar de las cosas bellas que tiene Guerrero y que tiene Acapulco, soy Secretario de Turismo y para nosotros es venir y vender las cosas bellas y buenas que son más que las cosas negativas que podemos tener”.

El gobierno del estado se rehúsa a reconocer el impacto de la violencia y la inseguridad pública sobre la actividad turística y el comportamiento de la afluencia de paseantes a los destinos de Guerrero.

Desde hace cuatro  años, la Secretaría de Gobernación (Segob), a través del Secretariado Nacional de Seguridad Pública (SNSP), ubica al estado como el más violento del país, y al puerto como una de las ciudades con mayor número de homicidios dolosos.

La reciente encuesta del INEGI sobre percepción ciudadana de la seguridad, ubicó a Chilpancingo como la ciudad más insegura de la entidad, en la comisión de homicidios dolosos, en el puerto se acumulan más que los ocurridos en otras ciudades de la entidad e incluso de los destinos turísticos nacionales importantes.

En el Índice de Paz México que elabora el Institute for Economics & Peace, por cuarto año consecutivo Guerrero es el estado menos pacífico y la violencia en 2016 costó 192 mil 400 millones de pesos.

Lo anterior, representa casi cuatro veces el presupuesto del gobierno estatal para el presente, de ahí que el impacto de la violencia sea del 73 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), el más alto en el país.

Si atendemos a la estadística que ofrece la Secretaría de Turismo (Sectur) el turismo extranjero prácticamente se ha retirado de Acapulco durante los últimos 10 años, excepto los años 2004 y 2008. En el turismo nacional desde 2004 a 2015 la tendencia es a la baja.

Las cifras oficiales indican que, en 1988 visitaron Acapulco vía aérea 391 mil 705 turistas extranjeros. Para 2000 la cifra se había reducido a 199 mil  personas, y 5 años más tarde únicamente llegaron 131 mil 188 visitantes.

Desde 2009 hasta 2015 el arribo de turistas nacionales y extranjeros en Acapulco, registra un crecimiento que oscila entre cero y 7 puntos porcentuales de manera anual, cuando en 2001, por ejemplo, el turismo extranjero creció casi 100 por ciento, y en 2004, el turismo nacional tuvo un incremento de un poco más del 87 puntos.

En comparación con 2008, Acapulco no ha logrado superar la cifra de 45.43 por ciento, por lo que no es un crecimiento real. Además, los niveles de 41.3 están por debajo de la media nacional de 54, y en destinos de playa, 58 puntos porcentuales.

Desde 2006 hasta 2015, Semana Santa y diciembre presentan las caídas más abruptas en términos de los gastos erogados por ambos tipos de turismo en Acapulco. La excepción de esta tendencia negativa son los años 2006, 2012 y 2014.Todo lo anterior es con base en las estadísticas de Sectur.

La estadística que nos ofrece la secretaria de fomento turístico nos da niveles de ocupación hotelera en términos triunfalistas.

En el marco del tianguis turístico efectuado en este año, Héctor Astudillo gobernador de la entidad mencionó cuatro desafíos que debe enfrentar este sector para renacer: mejorar la seguridad, democratizar sus beneficios y mejorar y diversificar la oferta del estado.

Pero el mandatario olvidó mencionar la política pública de promoción turística que debiera tener la entidad, de la cual deben formar parte los desafíos mencionados.

Las cifras proporcionales de Sefotur son con relación a cierto número de cuartos de hotel, pero no define tendencias, lo divorcia de los periodos en que ocurre.

El recurso fácil del momento es ponderar cierto nivel de ocupación que no se refleja en una mayor dinámica de la economía local y la permanencia del empleo.

El problema de la violencia en Acapulco no es asunto de una temporada vacacional, durante casi una década se ha vivido con ese problema y aún no se ve con claridad una reducción sino todo lo contrario ésta se ha agudizado desde el segundo semestre de 2015 y el primero del año presente.

Las autoridades gobierno tienen un concepto muy corto en la seguridad hacia el turismo y se limitan que el paseante no sea víctima colateral en algún acto de violencia que efectúa el crimen organizado.

Ante el acontecimiento de distintos casos delictivos, un destino turístico puede presentar una imagen en el mercado de “destino inseguro”, posicionamiento que suele causar una desvalorización del mismo en el mercado.

Se pierde de vista que la afectación sufrida por las empresas y sus propietarios obliga al abaratamiento y la baja en la calidad de los servicios.