¿Cómo renegociar cultura y comunicaciones dentro del NAFTA?  – VI-VIII

Con la nueva renegociación del NAFTA entre México, Estados Unidos y Canadá que realizó el gobierno mexicano en 2017 para replantear la cultura y la comunicación, se derivarán fuertes consecuencias en este ámbito que afectarán el funcionamiento del país en las próximas décadas. Entre las principales secuelas que se enfrentarán, figuran las siguientes:

9.- La práctica del libre comercio permanecerá concibiendo pragmáticamente la noción de la cultura y de las comunicaciones como simples mercancías, utensilios, instrumentos u objetos destinados fundamentalmente para ejecutar negocios, y anulará la concepción sociológico-humanista-antropológica-histórica que las entiende como la acción humana que produce patrimonios tangibles e intangibles que deben ser inalienables para que los mexicanos conserven sus condicionas básicas de vida. En consecuencia, son riquezas que deben salvaguardarse sobre todo para sobrevivir como sociedades nacionales integradas y diferenciadas en el mapa internacional.

Así, se anulará la visión que formula que la cultura y las comunicaciones son realidades cuya acción produce las mentalidades y sentimientos que vinculan a los grupos humanos y les dan racionalidad histórica. Construyen sus identidades, marcos de referencia, costumbres y tradiciones comunitarias. Ligan a los individuos con su memoria, integran sus creencias, leyendas y mitos con sus vidas. Tejen nuclearmente sus sensibilidades creando marcos de reconocimiento mutuo. Producen los cimientos de las diferencias y riquezas entre los pueblos generando su autoestima civilizatoria. Explican su lugar en el mundo y le otorgan significación a la vida de las personas. Contribuyen a crear sentido histórico colectivo de los grupos humanos. Aportan horizontes para transformar sus entornos construyendo las alternativas para sobrevivir, etc. Es decir, edifican el fundamento subjetivo-emocional esencial y trascendente para que una sociedad pueda existir con su personalidad, identidad, riqueza y fuerza histórica propia, para coexistir competitivamente como civilización dentro del concierto de pueblos en el mundo.

De esta forma, la imposición de la racionalidad del mercado desnaturalizará y degenerará la esencia social primigenia específica de los procesos culturales y comunicativos anulando su sentido profundo, para convertirlos en prácticas herramientas estratégicas para movilizar la maquinaria económica orientada hacia la acumulación de capital.

10.- El diseño de los procesos de comunicación social desde la dinámica de la reproducción del capital.

Con el lugar estratégico que la nueva renegociación del NAFTA le concedió al mercado para ser el eje fundamental que dirija y modele los procesos sociales, este se convirtió en el condicionante central del cual se derivará el origen, el sentido, las características y el destino de la producción cultural y comunicativa en nuestro país, especialmente a través de las industrias culturales. Es decir, mediante la adopción de dicha política se prolongará la tendencia establecida desde 1980 en adelante, que ocasionará que la verdadera reactivación del proyecto de comunicación y de la cultura nacional en México no surja de la antiquísima demanda de los múltiples grupos sociales básicos del país por resolver sus necesidades de comunicación social más apremiantes; sino que se derivará de la solución de los requerimientos concretos que exija la dinámica de incorporación acelerada de nuestra sociedad a los mercados mundiales, que no es otra realidad que la adaptación cultural y emocional de nuestras comunidades al proceso de reactivación y ampliación intensiva del proyecto económico súper transnacional en la periferia.

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