A poco más de un año de que el panista Javier Corral asumió el cargo de gobernador de Chihuahua todo indica que no ha logrado cumplir con sus promesas de gobierno. En contraste, la violencia en la entidad se ha recrudecido, ante la presencia de grupos delictivos, sobre todo de cárteles que buscan posicionarse.

La promesa de campaña de prevenir y combatir la violencia contra mujeres, también quedó a un lado. Integrantes de la organización Mesa de Mujeres se dicen inquietas y preocupadas pues ni siquiera las ha recibido pese a que los índices de feminicidios han aumentado. Además, no ha logrado esclarecer casos como el asesinato de la periodista Miroslava Breach Velducea

Para Francisco Ortiz Bello, articulista del Diario de Juárez señala que desde el principio de su administración, Javier Corral se aseguró de tener el control en el Tribunal Superior de Justicia del estado, pese a ser un órgano independiente, “sabiendo de su mayoría en el Congreso quitó al anterior  presidente del tribunal para colocar a un panista amigo suyo”.

“Al conformar el Consejo de la Judicatura estatal puso al frente a Lucha Castro, abogada que nunca ha litigado y que toda su vida estuvo al frente de El Barzón, una mujer dedicada al activismo social pero desde el punto de vista del choque, de la violencia, de trasgredir la ley”.

Lo que deja ver —dice— “que en la entidad el Poder Judicial le sirve a Corral. Evidentemente en la fiscalía federal también tiene una influencia muy grande, porque su secretario de Gobierno, César Jáuregui Robles, fue magistrado de la Judicatura federal, lo que le ha ayudado a sostener algunos procesos”.

 “Sobre todo en contra de funcionarios y exfuncionarios de César Duarte, que pese a que son parte de una administración en la que hubo un robadero espantoso, desde el punto de vista técnico y jurídico de la conformación de las carpetas me parece que existen problemas fuertes para poder sostener las acusaciones”.

 

Torturas y pleito con Hacienda

Ortiz Bello señala que mediante el terror, la presión política y policiaca Corral ha logrado sacar adelante algunos asuntos, como ahora el de Alejandro Gutiérrez Gutiérrez, de quien se dice está siendo víctima de torturas. Respecto a ello comenta que tomando en cuenta que el término de tortura es bastante amplio y éste además de físico también puede ser psicológico, tiene conocimiento de que al menos a ciertos funcionarios de la pasada administración sí fueron expuestos a este tipo de prácticas.

“Personas cercanas a los detenidos relacionados con la administración duartista me han asegurado que durante  las sesiones de interrogatorios que realiza el mismo fiscal, junto con el secretario de Gobierno, son verdaderas torturas psicológicas. Los amenazaban con irse contra las familias, inventaban expedientes, lo que coincide con lo que señala el abogado de Gutiérrez Gutiérrez”.

En torno al asunto de los recursos que no le fueron entregados por parte de la Secretaría de Hacienda, Ortiz Bello considera que simplemente se trata de un tema político que tiene como intención apoyar la candidatura presidencial de Ricardo Anaya, “es un tema electoral y político para reforzar la campaña del panista, como se dice coloquialmente, le está juntando piedritas”.

Con todos estos antecedentes, dice que en general la administración de Corral se ha convertido en una decepción, pues en su momento, “la gente votó por él, pero más que por su persona, en contra de los abusos de más de 18 años del PRI. Cansados de eso, la gente vota por un cambio, pero el cambio nunca llegó”.

“Sin embargo, sobre todo en materia de salud esta administración se ha visto envuelta en una serie de señalamientos, de licitaciones oscuras, licitaciones directas a proveedores, incluso señalados como familiares muy cercanos al propio secretario de Salud, que es el consuegro de  Francisco Barrio, exgobernador de la entidad y que es una persona muy cercana a Corral”.

 

50 pc, Color por favor. Gracias

Su perfil  y sus errores

“Yo siempre tuve claro que Corral no iba a ser un buen gobernante”, afirma Ortiz Bello al indicar que tan solo con revisar tanto su carrera política, como el perfil del gobernante eso se podía prever, “nunca fue un estadista, ni un administrador. Durante 21 años siempre logró llegar a una senaduría o diputación por la vía plurinominal, nunca ganó una elección”.

Asevera que el perfil de Corral es el de un hombre solitario, que no tiene liderazgos, que no forma parte de ningún grupo, no tiene operadores políticos al interior de su partido. A lo largo de su carrera no ha formado equipos de trabajo, “su personalidad se caracteriza por golpear, atacar y señalar aunque no tenga cómo demostrar lo que dice”.

Al hablar en torno a la inseguridad que se vive día a día en Chihuahua, Ortiz Bello señala que desafortunadamente la parte de la serrana se ha convertido en una zona impenetrable por la presencia de grupos delictivos. Además, las ejecuciones van en aumento, “tan sólo en Ciudad Juárez, en lo que va del año se han registrado 32 ejecuciones”.

Afirma que pese a que en la entidad se venía saliendo de una época muy difícil —2008 a 2012­—, los índices de criminalidad comenzaron a incrementarse desde mediados de 2016, “pero todos pensaban que se debía al reacomodo de los grupos delincuenciales que siempre se da ante cualquier cambio de administración, pues buscan posicionarse mejor en la plaza”.

“Aquí en Juárez es muy clara la guerra los cárteles de Sinaloa, el Golfo y el de Juárez por adueñarse de la plaza, por tener la mayor capacidad de operación. Por eso se creyó que era una cuestión temporal por el inicio de su administración; sin embargo, a su llegada  cometió errores muy graves”.

Ortiz Bello explica que al asumir el cargo de gobernador, Corral desmanteló las policías en municipios de la Sierra de Chihuahua que es donde justamente ha aumentado la operación de los grupos criminales, “en todas las policías municipales metió a la policía estatal pero sin ninguna estrategia, sin ninguna preparación”.

“Eso fue como darle una patada al avispero. La respuesta inmediata de los cárteles, principalmente el de La Línea, fue adueñarse de municipios como Madera, Guachochi a través de hombres armados, por lo tanto generar un ambiente generalizado de inseguridad. La respuesta de Corral siempre ha sido la misma negar lo que está sucediendo, al igual que la fiscalía”.

Aunque descarta que el gobernador esté relacionado con algún grupo delictivo, el periodista indica que su falta de experiencia en el manejo de la parte de seguridad pública, es lo que lo ha hecho cometer errores tan graves que están ocasionando que la entidad se encuentre a merced de los delincuentes, “al no haber coordinación entre las policías se genera el ambiente propicio para que los capos del narco hagan lo que quieran”.

Considera que en el tema de seguridad al igual que otros temas, lo que el mandatario ha hecho es aislarse en la toma de decisiones, “cerrarse a un círculo muy cercano de colaboradores. No escuchar ninguna posición, ningún reclamo de la sociedad o de los sectores sociales. Trabaja de una manera individualista”.

Ortiz Bello señala que aunque en septiembre pasado el Congreso incluyó la figura del feminicidio en el Código Penal del estado, se ha registrado un incremento en este tipo de asesinatos, “el tema está desatendido completamente por parte de los  dos niveles del gobierno: el estatal y el federal. En particular, el gobernador se ha negado a recibir a los grupos de las madres de las jóvenes desaparecidas. Aunque no ha sido una negativa expresa, simplemente no las recibe y no les ha dado seguimiento. Tiene marginado al tema”.

Caso Miroslava

El periodista Ortiz Bello comenta que desde que se dio el asesinato de la periodista Miroslava Breach el 23 de marzo del año pasado, “siempre se vio como un asunto en el que Corral está muy metido”, pues —explica— la reportera era muy amiga del gobernador, aunque antes de su muerte se sabía que ya no quería hablar con él, no sabemos por qué, pero algo andaba mal”.

Señala que pese a que en la carpeta de investigación está asentado que el gobernador Corral estaba enterado de que Miroslava —corresponsal de La Jornada y columnista de El Norte de Juárez— desde por lo menos 3 o 4 meses antes de su muerte, estuvo amenazada, no hizo nada. “No le dio la protección que incluso de oficio le tenía que haber dado”.

Además, resalta que pese a que el gobernador ha repetido que su administración no encubre a nadie, se sabe que “tanto el vocero del partido, Alfredo Piñera, y el exalcalde de Chínipas, Hugo Amel Schultz, participaron como intermediarios entre el cartel de los Salazar y Miroslava, pero en el sentido de amenazarla y presionarla para que no publicara alguna nota o para que no revelara sus fuentes”.

“Sin embargo, los dos personajes siguen estando como testigos no como indiciados pese a su evidente participación a favor de los narcos. Ahí queda claro —afirma— que en la carpeta de investigación hay una gran manipulación que el gobernador está avalando”.