Las hoy históricas majaderías de Trump respecto a que ciertos países son (cito) shit [mierda] que lo han hecho  aún más célebre, revelan algo muy interesante sobre su esencial racismo norteamericano, un racismo con matices complejos dignos de nuestra atención.

El mundo para esta mentalidad muy peculiar está, por supuesto, dividido en razas, es decir, en colores. El color supremo es, claro, el blanco, el white. Ser hombre, blanco y con más de 21 años, era el mínimo de arranque para una vida plena. Sólo que ser blanco tenía, por así decirlo, sus matices. Lo ideal es ser wasp, esto es, no cualquier tipo de blanco, y eso de wasp significa simplemente ser anglosajón y protestante, porque obviamente todos los anglosajones son étnicamente blancos.

Ser protestante tenía sus variables aunque al menos en la Madre Patria, Gran Bretaña, lo ideal era pertenecer a la Iglesia de Inglaterra, aquella encabezada por el rey y que se debe al impulso (o las debilidades ) de Enrique VIII.

No estoy seguro que un escocés, de origen étnico diferente califique o no como anglosajón. Ciertamente un irlandés no, agravado por su fe católica (aunque, claro, la literatura lo testifica: hay buenas familias católicas) y hasta ahí los wasps, ideal racial norteamericano. Lo cual no todos pueden ser así pues lo mejor es ser algo cercano al ideal. Sí, el mismo Trump no es tan wasp con familia paterna escocesa y madre alemana. Ignoro su denominación religiosa si es que la tiene, pero al menos es de los blancos nórdicos, grupo donde están su admirados noruegos junto con sus hermanitos escandinavos; ¿estará Finlandia?

Seguramente que están los alemanes, los Deutscher, los austriacos y holandeses aunque ya no los húngaros que son blancos y europeos, pero sin el nivel requerido cosa que se aplica a los eslavos, rumanos y otros grupos.

Y luego están los pueblos latinos y sobre todo Francia, país étnicamente de lo más complicado y cuyos normandos que eran escandinavos conquistaron Inglaterra allá en el siglo XI, si mal no recuerdo. Y los otros latinos, los itálicos y los ibéricos causantes a medias de la existencia de esos otros  latins no muy blancos esos, entre los que estamos nosotros y que son la gran amenaza demográfica para USA, donde en unos años uno de cada cuatro personas será latin.

Ser blanco no es tan sencillo como se ve y allí estarían los balcánicos, los griegos, los turcos y los descendientes de su imperio que se van arabizando y está el norte de África.

Más clara como shit trumpiano es el África negra cuyos infortunados países recuerda con tanta precisión para formar su mundo racista, países que deberían de protestar más efectivamente por el insulto.

Algo muy curioso es que a Trump se le olvidó en su personal división del planeta a la parte quizá más importante: esa Asia extrema donde viven millones y millones de chinos, de indios, indochinos y similares con mucho mayor peso demográfico y quizá pronto económico que los minoritarios blancos.

Se ensañó Trump con Haití y El Salvador y se le olvidó China, qué curioso y qué provincial. Que se ponga al día con una lectura sobre el estado actual del mundo y su gran complejidad geográfica y humana.