Un proyecto de ley multipartidista en Islandia, propone prohibir la práctica de la circuncisión en menores y castigar con cárcel a quienes lo practiquen sin alguna razón médica. La propuesta ha generado el rechazo de líderes religiosos, sobre todo de judíos y musulmanes y ha abierto nuevamente la discusión sobre la libertad religiosa y los derechos humanos de los pequeños.

El proyecto de Ley fue presentado por la diputada, Silja Dögg Gunnarsdóttir, del Partido Progresista, considerado de centro derecha. La iniciativa es respaldada por diputados de cinco entidades políticas diferentes, incluidos los verdes y el Partido Pirata, que juntos representan el 46 por ciento de los escaños en el parlamento islandés.

No es la primera vez que la práctica de la circuncisión es cuestionada en Europa. En 2012 en Colonia, Alemania, un tribunal consideró esa tradición como un delito. Aunque la decisión fue anulada, sí se provocó un fuerte debate, que traspasó las fronteras alemanas.

En Islandia, al igual que en otros países nórdicos (Suecia, Noruega, Dinamarca, Finlandia), se ha recrudecido el debate sobre este tema. De hecho existe una declaración conjunta de los Defensores del Pueblo (ombudsman) en 2013, la cual propone la prohibición, pero hasta la fecha en ningún país se ha promulgado. Islandia podría ser el primero.

La iniciativa provocó de inmediato reacciones en los líderes religiosos, por ejemplo, Moshe Kantor, presidente del Congreso Judío Europeo, según recogen agencias de noticias locales, aseguró que no hay evidencia de que la circuncisión sea dañina y el intento de prohibir “esta práctica central” de las comunidades judías, envía un mensaje de que “los judíos ya no son bienvenidos en Islandia”.

Por su parte, el imán del Centro Cultural Islámico de Islandia, Ahmad Seddeeq, consideró que la iniciativa ataca la libertad religiosa, ya que “la circuncisión se ha practicado durante siglos”, por lo que está profundamente arraigada en las tradiciones culturales y religiosas.

Otras notas de prensa recogen las declaraciones del cardenal Reinhard Marx, presidente de la Iglesia Católica en la Unión Europea, quien también consideró el proyecto de ley, un “ataque peligroso” a la libertad religiosa.

En Islandia es ilegal circuncidar a las niñas desde 2005, pero no hay ninguna medida similar para los niños. De acuerdo con lo que se conoce en los medios de comunicación a cerca del proyecto de ley, éste propone una pena de hasta seis años de cárcel para cualquier persona declarada culpable de “extirpar parte o la totalidad de los órganos sexuales del niño”.

“En Islandia reconocemos el derecho a creer, pero también reconocemos el derecho y la libertad de cada uno para elegir y tener sus opiniones”, declaró a la prensa la diputada islandesa. Los niños tendrán la oportunidad de decidir por si mismos cuando sean adultos. En tanto, la circuncisión es una “violación “a los derechos de los menores y el único motivo por el que la ley esta es “por razones de salud”.

En la actualidad, los Estados de la Unión Europea están obligados a asegurar la protección efectiva de los menores frente a la violencia, en todos los entornos y por lo tanto deben de procurar un marco legal adecuado para su protección.