Los indicios de la existencia de una injerencia tanto política como social por parte de Rusia en las democracias occidentales son cada vez más claros. A través del ciberespacio, el Kremlin ha encontrado un arma para conseguir una mayor influencia en el mundo. El último gran ejemplo fue la propagación de noticias falsas sobre el referéndum de independencia de Cataluña.
Pero no solo eso, la estrategia de la desinformación que utiliza el régimen ruso para engañar, desorientar, influir también se ha hecho presente en otros procesos electorales europeos, como en el referéndum del brexit, hasta las elecciones realizadas recientemente en Francia y Alemania.
Diversos analistas han coincidido en señalar que en todos los casos las redes rusas se han unido con partidos ultraderechistas, que son por naturaleza aliados del presidente de Rusia, Vladimir Putin, con el propósito de intentar minar la eficiencia política, económica y militar de esos países, así como sus valores democráticos y la convivencia pacífica.
De acuerdo con Mira Milosevich-Juaristi, investigadora del Real Instituto Elcano, autora del informe El poder de la influencia rusa: la desinformación y que recientemente ha comparecido ante la Comisión Mixta de Seguridad Nacional en la Cámara baja de España, para hablar sobre los riesgos que existen en el ciberespacio, destaca que el motor que impulsa a Rusia es influir y presentar la democracia liberal como un modelo fracasado.
Ante los hechos, la experta, nacida en Rusia, que ha realizado varios informes sobre el caso de Cataluña, señala que la batalla que se debe librar en esta guerra de la información, la cual no solo es con Rusia, es la defensa de la calidad democrática y blindarla ante la desinformación y las falsas noticias.
El objetivo de la injerencia rusa
Para Ramón Pérez, experto en política internacional del diario español ABC, la injerencia de Rusia en los procesos electorales en la Unión Europea tiene un objetivo muy similar en todos ellos, “aunque el escenario del brexit en Reino Unido o el referéndum en Cataluña, aparentemente, pudieran tener poco en común, en el fondo para Rusia tiene un interés similar: conseguir que la unión de Europa se desquebraje lo antes posible”.
“Para Rusia, tener una Europa fuerte es tener alguien que le disputa la supremacía continental y eso es justamente con lo que intenta acabar, pese a que es difícil creer que Europa tiene una unidad política suficientemente consolidada como para amenazar el poderío ruso. Aunque no ha logrado su objetivo, sí está avanzando, por lo cual entre todos se debe intentar frenar”.
Al coincidir con Pérez Maura, la especialista en temas internacionales y corresponsal de CNN, Frida Ghitis señala que el principal objetivo de las intervenciones rusas es aumentar su poder.
“Para Vladimir Putin es importante apoyar a candidatos que sean menos pro-Washington. En general, lo que quiere es socavar la confianza en la democracia en general. Como gobierno completamente autoritario busca demostrar que la democracia no funciona bien, que únicamente provoca caos”.
Al hablar sobre los diferentes casos en los que ha estado presente una posible injerencia por parte de Rusia, Ghitis subraya que al hacer un recuento se puede demostrar que la lista es enorme, sobre todo en Europa, aunque recuerda el caso de Estados Unidos; sin embargo afirma que donde existe un mayor desafío es en los países latinoamericanos, ya que ahí la democracia es más vulnerable.
“Hay decenas de países que han padecido la injerencia rusa. Sabemos lo que ocurrió en las elecciones de 2016 en Estados Unidos, donde los rusos hackearon la campaña de Hillary Clinton e hicieron lo posible por desprestigiarla. En Europa varios países han acusado a Rusia de interferir en sus procesos electorales”.
Tal es el caso —dice— de Holanda, donde hubo señalamientos de los intentos de Rusia de influir en sus elecciones, “en Francia, la campaña de Emmanuel Macron advirtió que ese país intentó hackear sus correos electrónicos. La policía noruega dijo que hackers rusos trataron de penetrar las computadoras de un partido político. En Alemania las autoridades han detectado infiltración rusa en varias ocasiones. En fin, la lista es larga”.
La Rusia de hoy es igual a la de los zares
De acuerdo a Pérez Maura hay que tomar en cuenta que Rusia es un país que pese al paso del tiempo siempre ha manejado la misma política de Estado exterior que hace 200 años, “la política de Estado de Putin es la misma que la de los zares y la misma que la de la Rusia soviética. Es una política imperial que siempre ha jugado a tener una injerencia constante en las políticas domésticas de sus vecinos”.
“Pese a que países como España o Francia están fuera de su área de influencia, también son naciones en las que Rusia busca influir en su política para lograr, por un lado, colocar a un presidente que juegue o sea afín al gobierno ruso, lo cual es casi imposible; o bien, simplemente tratar de crear situaciones de enorme distorsión en esos países”.
Para tal efecto, asevera que a lo largo del tiempo la estrategia que ha utilizado se ha ido modificando gracias a las nuevas herramientas que han surgido, “antes lo que hacia Rusia era influir en ciertos círculos sociales, de poder, lo cuál se hacía de una manera más personal; sin embargo, en la actualidad existen otras herramientas que han sido fundamentales, como son: una serie de redes sociales y los medios electrónicos”.
El especialista explica que la principal estrategia de Rusia es la utilización de las redes, las cuales eran impensables hace 100 años, “aunque se podía intoxicar a través de algunos medios, el impacto que se tenía era muy inferior a lo que se puede hacer hoy en día con las fake news (falsas noticias), trolls (perfiles creados online), bots (divulgación por procesos automáticos) y sock puppets (perfiles para transmitir noticias falsas)”.
Caso Cataluña
Respecto al caso del referéndum en Cataluña, el internacional del diario afirma que lo ocurrido en esta comunidad autónoma española, pese a que no es quizá trascendental internacionalmente, sí es un ejemplo muy claro de la injerencia rusa, “todos los datos apuntan a que sí hubo una intervención”.
“Se ha podido comprobar que la mayoría de los servidores desde donde se lanzaban las proclamas independentistas pertenecían a servidores colocados en territorio ruso. Casualmente, de un momento a otro, en Rusia hubo un interés desmesurado por saber lo que estaba sucediendo en Cataluña y de influir en el resultado de lo que ocurría ahí”.
Para Frida Ghitis el caso de Cataluña, en el que un académico de la Universidad George Washington logró comprobar que solo 3 por ciento del origen de 5 millones de mensajes sobre el referéndum en las redes no provenía de Rusia o Venezuela, ejemplifica lo que Rusia puede llegar a hacer.
Por ello, afirma que antes que nada hay que comenzar a verificar el origen de las noticias, “si vienen de medios rusos como RT, Sputnik, que son medios utilizados por ese país, es mejor ni mirar. O al menos entender que no vienen con la intención de informar, sino de influir”.
Casos de la injerencia rusa
Cataluña
Durante el referéndum de independencia de Cataluña hubo una propagación de mentiras favorables al independentismo catalán. Durante septiembre se registró un enorme incremento en la actividad relacionada con Cataluña en Rusia a través de la transmisión mensajes verdaderos y falsos en las redes sociales.
Alemania
Desde hace años se han detectado los esfuerzos de Moscú por influir en la vida política de este país, así como por moldear la opinión pública. En 2015, hackers rusos robaron información de los ordenadores de diputados y personal del Parlamento que podría salir a la luz en cualquier momento. Alemania investiga una posible injerencia en las elecciones pasadas. En diciembre pasado, el servicio de inteligencia interno alemán alertó de un aumento alarmante de la propaganda rusa, de campañas de desinformación y de ciberataques a partidos.
Reino Unido
Ante los indicios de que la inteligencia rusa ha tratado de interferir en procesos democráticos en Reino Unido, ha llevado a un comité del Parlamento a abrir una investigación en la que se llamará a comparecer a representantes de Twitter y de Facebook. La primera ministra, Theresa May, afirmó: “sabemos lo que están haciendo. Y no van a tener éxito”. La sombra de la injerencia rusa pesa también sobre la financiación de la campaña del brexit, además se sabe que durante la campaña del referéndum del brexit, en 2016, intervinieron más de 400 cuentas de Twitter falsas gestionadas desde San Petersburgo.
Francia
El miedo ante una posible intervención rusa fue lo que dominó la última campaña presidencial en Francia, sobre todo cuando estuvo presente la financiación de la ultraderecha y el robo de correos electrónicos. Sin embargo, y pese a todo, los candidatos más afines a Moscú, con el Frente Nacional (FN) de Marine Le Pen a la cabeza, fracasaron. En esta elección ganó el candidato más liberal, Emmanuel Macron.
Holanda
En diversas ocasiones se ha advertido sobre diversos intentos por parte de los servicios secretos rusos de influir en la opinión pública de Holanda. Tras asegurar que Holanda se encuentra en la mira de los servicios de inteligencia rusos y que intentaron influir en sus elecciones, la ministra del Interior, Kajsa Ollongren, aseguró que “el gobierno contactará a directivos de Facebook, Google y Twitter para ver cómo se puede contrarrestar la influencia política encubierta”, aunque amparándose en la seguridad nacional, la funcionaria se ha negado a explicar qué medidas va a adoptar para evitar a los hackers rusos.
Estonia
En 2007, Estonia fue uno de los primeros países en convertirse en víctima de un ciberataque con sello ruso. La decisión de las autoridades estonias de trasladar un monumento dedicado a los soldados soviéticos que lucharon contra los nazis provocó que el país se bloqueara ante la saturación de servidores y una inundación masiva de correos basura (spam) a bancos, empresas, medios de comunicación y la administración. Tras los hechos este país se ha convertido en una potencia de la ciberseguridad.
Dinamarca
El Gobierno de Dinamarca confirmó que durante dos años hackers rusos atacaron el sistema de Defensa de ese país. De acuerdo con Reuters, el ministro de Defensa de Dinamarca dijo: “Rusia ha pirateado la defensa danesa y obtuvo acceso a los correos electrónicos de los empleados en 2015 y 2016”.