Mucho se ha hablado de las candidaturas independientes desde que fueron reconocidas en la Constitución, luego de las reformas ocurridas en 2012 y 2013; ante la descomposición y el desprestigio que existía en el sistema político, fueron tomadas como una opción para darle oxígeno; sin embargo, en este proceso electoral se pudo observar que al igual que los partidos políticos los aspirantes a estas candidaturas no están ajenos de cometer malas prácticas.

Tan solo en lo que respecta a la candidatura presidencial, el Instituto Nacional Electoral (INE) rechazó alrededor de 3.3 millones de firmas presentadas por tres aspirantes de los candidatos independientes para la Presidencia de la República que se perfilaban a aparecer en la boleta electoral: Jaime Rodríguez, el Bronco; Margarita Zavala y Armando Ríos Piter.

Ante las irregularidades encontradas por el INE, solo a Margarita Zavala se le acreditó su candidatura aunque, al igual que los otros dos aspirantes, no resultó exenta de haber incurrido en más de 400 mil simulaciones que van en contra de la bandera con la que siempre se ha presentado: la honestidad.

Pese a las inconsistencias encontradas a la ex primera dama y que le fueron restadas al numero de apoyos entregados, logró alcanzar el requisito de los 866 mil 593 firmas, ante ello, el Consejo General del INE tuvo que avalar su candidatura no sin antes señalar que los casos de apoyos simulados deberán seguir siendo investigados.

El consejero Ciro Murayama Rendón, presidente de la Comisión de Fiscalización del Instituto Nacional Electoral, dijo que un aspirante a una candidatura independiente que cometió irregularidades en su proceso no merece estar en la boleta electoral, aunque aceptó que al negar el registro a Margarita Zavala se estaría cometiendo un atropello.

Para hablar más sobre el tema Siempre! acudió con Murayama Rendón quien, tras asegurar que el Instituto Nacional Electoral no ha sido obstáculo para los independientes, asevera que la mejor demostración de ello es que en esta ocasión se registraron 37 candidatos a diputados federales, a diferencia de los 20 que lo hicieron en 2015.

“En este procesos se está duplicando el número de independientes que estarán en la boleta. No hubo ningún filtro que impidiera la llegada de estos candidatos, por el contrario la propia aplicación que desarrollamos para este proceso incrementó la posibilidad de hacerlo. Además de dar certeza tanto a la autoridad como a la sociedad de que los apoyos eran válidos. Aunque no íbamos a hacer que todo el mundo llegara solo porque tuviera ganas, hay unos requisitos de ley y nosotros verificamos que se cumplieran”.

 

¿Candidaturas fraudulentas?

Respecto a la idea de que las candidaturas independientes llegaron a convertirse en un fraude, el consejero electoral afirma que esa no es una aseveración que se pueda generalizar, “hay que recordar que no todos los gatos son pardos. Mientras hubo aspirantes a candidatos independientes que realizaron un trabajo pulcro, honesto en la búsqueda de apoyo, también hubo quien lo hizo de manera ilegítima”.

Da el ejemplo de María de Jesús Patricio, aspirante que representó la voz de las comunidades indígenas, quien pese a que reunió un buen número de apoyos, no logró llegar al umbral de los casi 867 mil firmas que establece la ley, “el esfuerzo que realizó fue honesto y lo que más se debe destacar es que arriba del 95 por ciento de sus apoyos eran totalmente válidos”.

Explica que a través de la aplicación se pudieron detectar aquellos casos en donde, pese a que algún candidato podía tener los datos correctos de algún ciudadano, no necesariamente contaba con su apoyo; es decir, “ponían datos correctos como nombre y clave de elector, más no su credencial de elector”.

Lo que hacían era colocar otro tipo de identificaciones o simulaciones como son: tarjetas de descuento, tarjetas de farmacias, cadenas comerciales, licencias de conducir. Así fue como pudimos distinguir entre el trigo y la paja, entre un apoyo legítimo y uno que no lo era, lo que para nosotros fue una buena noticia”.

Murayama Rendón indica que, en caso de haber recibido los apoyos en papel, “no se hubiera logrado conocer en que momento los datos fueron obtenidos de fotocopias, cuando se traba de un apoyo real. Además, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) señaló que no es válido presentar fotografías de fotocopias de la credencial para votar”.

Reitera que durante todo el proceso el INE se condujo de manera transparente pues los aspirantes podían ir revisando la consistencia de sus apoyos, “se les dio el derecho de audiencia en lo que se llamaba la mesa de control. Cuando saltaba algún registro, algún apoyo que se capturaba desde la aplicación y no contenía los campos requeridos por nosotros se fue avisando de forma diaria a los aspirantes”.

Incluso —dice— se pudieron detectar comportamientos atípicos en el crecimiento de algunos apoyos, “por ejemplo en los días de Navidad en los que hubo repuntes significativos en el número de apoyos. Ahí se encendieron algunas alertas. Cuando se llevó cabo toda la revisión, no solo de que fueran nombres válidos en el listado nominal, sino que además se contara con la fotografía directamente de la credencial y la firma de la persona que dio su apoyo, fue cuando se detectaron los casos de simulación”.

 

Se investigan simulaciones

Tras aceptar que de ninguna manera es válido que un candidato que habla de honestidad y que esta en contra de la corrupción haga trampas para aparecer en la boleta electoral, el consejero del INE reitera —como ya lo había dicho en el Consejo General­— que “quien haya simulado apoyos no debería de ser candidato”.

Aunque aclara que en el caso de Margarita Zavala también había dicho que al no haber sido emplazada a un juicio, “la autoridad electoral no puede sin dar garantías imponer una sanción. Más vale una sanción tardía que un castigo sin debido proceso”, por lo que dice que existen dos vías de investigación que permanecen abiertas.

“La primera es a través de un procedimiento especial sancionador que va a desarrollar la unidad técnica de lo contencioso electoral del INE, el cual presentará sus conclusiones a la sala especializada del TEPJF. La otra tiene que ver con la vista que ya habíamos ordenado dar a la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (FEPADE)”.

Explica que no solo el caso de Zavala, sino también en todos aquellos casos de aspirantes a los que se les encontraron simulaciones se deberán de dirimir en la FEPADE, debido a que al haber tenido acceso a datos válidos, incluso, “existe el riesgo de que exista sustitución de la identidad, que es un delito que debe ser investigado directamente por dicha fiscalía”.

“Como se dijo en el Consejo General una posible sanción para los aspirantes que cometieron infracciones es el retiro de la candidatura, pero eso lo decidirá el Tribunal, eso ya no está en nuestra arena. Nosotros ya hicimos la depuración de las firmas, cuáles eran válidas y cuáles no”.

 

Muy parecidos a políticos

Al ser cuestionado sobre si estas candidaturas están cumpliendo el cometido de darle oxígeno al sistema democrático, el presidente de la Comisión de Fiscalización del INE asevera que lo que demuestran es que son una opción más para llegar a la boleta, pero que en sí misma la figura del independiente no genera una especie de políticos uniformes, ni distintos a los que se conocen, pues buscar un cargo de elección popular, al final es hacer política.

“Estamos viendo que hay aspirantes a candidatos independientes que actúan con mucha honestidad, con probidad y otros que hacen exactamente lo contrario, lo mismo pasa con los políticos que militan en los partidos. Simplemente, no hay que sacralizar la figura de los independientes, ni estigmatizar la de los partidos. Ni en un lado están todos los buenos, ni en otro están los indeseables”.

Al final —asegura— será la ciudadanía la que acabe premiando o castigando. “Tuvimos la oportunidad de darnos cuenta de que hay independientes que tienen un agenda muy clara, lo que les permitió recibir el apoyo de la ciudadanía, mientras que hay otros que pueden traducirse en decepciones, pero eso puede pasar con políticos de cualquier color”.

“Quedó demostrado que se puede llegar a la boleta sin hacer trampas. Es falso que la ley conduzca a la gente a actuar mal porque hay evidencia de que hubo quien actuó con apego a las normas y a la honestidad y sería muy injusto no reconocer su trabajo, incluso de los que sin haber conseguido su objetivo de llegar a la boleta no recurrieron a acciones incorrectas”.

Murayama Rendón considera que por ello no se debe hacer tabla rasa y generalizar, es decir, que por la conducta de unos, se pase sobre la reputación de otros, “lo cierto es que quien pensaba que los independientes serían la solución a los problemas del sistema de partidos se habrán decepcionado. La realidad es que debemos tener claro que no hay balas de plata o soluciones mágicas para problemas complejos”.

Conocían las reglas de juego

En torno a la serie de señalamientos por parte de los candidatos independientes de que no existe piso parejo, Murayama señala que es muy importante tener en cuenta que los candidatos independientes tienen a salvo sus derechos, pero lo que no se debe perder de vista es que también la ley es muy clara en cuanto al acceso al financiamiento público, así como a los tiempos que tienen en radio y televisión, “con esas reglas ellos se inscribieron a participar”.

“Todo mundo las conocía, lo que demuestra que los independientes se parecen a los políticos que conocemos; es decir, si pierdo es culpa del árbitro y si gano es a pesar del árbitro. Al igual que en el futbol, es algo que también aplica para nosotros y lo vemos con mucha frecuencia. Cuando un candidato no resulta ganador suele atribuirle la responsabilidad al árbitro y no al electorado que decidió”.

En esta ocasión —asevera— la responsabilidad o culpabilidad se traslada al árbitro por no reunir las firmas de apoyo ciudadano, cuando hubo quien sí lo consiguió; esto indica lo que es un hecho: en la boleta aparecerán los que con su trabajo lograron ganar legítimamente un lugar, por lo que pueden competir legítimamente contra los candidatos de cualquier partido o coalición que es justamente lo que la Constitución prevé.