La amenaza de un nuevo conflicto se suma a la creciente oleada de violencia que se vive en la entidad desde el inicio del 2018. La Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (Upoeg) anunció que emprenderá un proceso de reorganización “con la finalidad de evitar más ataques en los pueblos del Valle de El Ocotito, en el municipio de Chilpancingo” y cuya autoría atribuye a al grupo de la delincuencia organizada denominado Los Ardillos.
La organización ha sido objeto de al menos ocho ataques a cargo del grupo Los Ardillos, con saldo de nueve personas muertas, víctimas colaterales algunas de ellas, y varios heridos, de acuerdo con su versión.
El anuncio se hizo el pasado 23 de abril en conferencia de prensa, en la base de Buenavista de la Salud, municipio de Chilpancingo.
Norberto González Valente, Asesor Jurídico y Consejero de la citada organización, expuso que se encuentran en una etapa de reorganización en los pueblos de Palo Blanco, Acahuizotla, y los cinco pueblos del Valle del Ocotito, a fin de estar preparados ente nuevos ataques.
González Valente hizo una relación de ocho hechos perpetrados por Los Ardillos en contra de la UPOEG.
En septiembre del año pasado, dijo, se empezó a dar una situación de tensión en el corredor UPOEG del municipio de Chilpancingo, que detonó en un ataque el 26 de noviembre un grupo armado intentó incursionar a las comunidades e intentó tomar la base de Buenavista.
Días después se dió un segundo ataque al filtro que la UPOEG mantenía en la localidad de Palo Blanco, que dejó un saldo de una persona muerta y dos heridas, acciones que fueron reprobadas por la UPOEG, y alertaron de que se avecinaba una ola de ataques en su contra, atribuidos al grupo delictivo “Los Ardillos”.

Posteriormente ocurrió la emboscada a miembros de la UPOEG en la comunidad de San Roque, en el camino que conduce a la localidad de Acahuizotla, donde perdió la vida el coordinador municipal, Juvenal Bautista, y otro policía comunitario.
El siguiente ataque, fue en el Rincón de la Vía, el 29 de enero de 2018, donde hubo cuatro personas muertas, entre ellos un consejero municipal y ex comisario, un comandante de la organización en esa localidad, quienes fueron emboscados, asesinados y quemados junto con un vehículo.
El 5 de febrero, en un intento de tomar la base de Buenavista, hombres armados atacaron desde el cerro las instalaciones, dejando a dos personas heridas. Tres días después, fueron emboscados elementos de la base de Buenavista, dejando un saldo de dos heridos, cuando se dirigían a sus trabajos, en un camino que cruza sobre la Autopista del Sol.
El penúltimo ataque se registró frente a la base municipal, donde un joven resultó herido, y luego del cual el Gobierno del Estado tuvo que hacer un despliegue permanente de elementos policíacos, tras varios de suspensión de todo tipo de actividades en los cinco pueblos del Valle.
Lo ocurrido en la localidad de El Tejocote, la semana pasada, está ligado a la serie de ataques en contra de la UPOEG, donde perdieron fue privado de la libertad un elemento de esta organización, y asesinadas su esposa embarazada y su hija de apenas seis años.
De todos estos ataques las autoridades del Gobierno Estatal, han tenido conocimiento de los hechos, la mayoría se encuentran en manos de la Fiscalía General del Estado (FGE), aunque no les han sido informados los avances según lo comentó Norberto González.
La UPOEG anunció que tomarán medidas para evitar un nuevo ataque, y brindar seguridad a las poblaciones y tranquilidad a los habitantes de las comunidades. Como parte de esta nueva etapa, terminará el repliegue y ya están en pláticas con los comisarios, para retomar los filtros de seguridad en el corredor que va de Palo Blanco al Valle del Ocotito.
Tras la firma de una serie de acuerdos con autoridades estatales, dijo que se ha mantenido el apoyo en materia de seguridad, y el resto de los acuerdos se han ido cumpliendo de manera paulatina.
El Valle del Ocotito, ubicado al sur de Chilpancingo es la zona en la cual zona se asientan cinco de los pueblos más numerosos del municipio, Chilpancingo, estratégica por su comunicación con pueblos de la Sierra y paso de la carretera federal México-Acapulco y de la Autopista del Sol.
Desde enero de 2013, opera una policía comunitaria adscrita a la UPOEG, la cual es dirigida por Bruno Plácido Valerio.
Por otra parte, Los Ardillos, son un grupo criminal establecido en el municipio de Quechultenango, presuntamente encabezado por Celso Ortega, hermano del precandidato a una diputación local Bernardo Ortega.
La UPOEG tiene que estar preparada porque la violencia va a seguir avanzando, “ya la veíamos venir, incluso lo habíamos comentado en nuestras reuniones a nivel estatal de que a medida que se fueran acercando las elecciones se iba a recrudecer la violencia y, efectivamente, es lo que está pasando” insistió González Valente.
El 23 de enero del 2015 este año, Crescenciano Ramírez López, dio a conocer la creación de su propio sistema de autodefensa, al que denominaron, Frente Unido para la Seguridad y el Desarrollo del Estado de Guerrero (FUSDEG), debido a la desconfianza para con el Sistema de Seguridad Ciudadano (SSC) de la UPOEG.
Fueron 13 comunidades de los ocho pueblos que integran la microrregión perteneciente a Chilpancingo, las cuales pactaron la creación de dicho cuerpo de vigilancia en la comunidad de Mazatlán.


