La buena racha que había tenido el candidato presidencial de la coalición Por México al Frente, Ricardo Anaya, por su participación en la Universidad Iberoamericana campus Ciudad de México, se vio opacada ante la difusión de un nuevo video que otra vez vincula al panista con el empresario Manuel Barreiro con un posible caso de lavado de dinero y tráfico de influencias durante su campaña presidencial.

La difusión íntegra del segundo video se produce horas después de que la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada atrajera la investigación contra Anaya por lavado de dinero y un día después de que el senador panista Ernesto Cordero presentara una denuncia contra Anaya, la cual para muchos analistas puso en evidencia que la división en el PAN persiste.

Dos días después de la denuncia del senador Cordero, la Comisión Permanente del Congreso de la Unión solicitó a la Procuraduría General de la República (PGR) presentar, dentro de los próximos 10 días, un informe sobre el avance de las indagatorias en el caso del candidato presidencial Anaya.

A través de un punto de acuerdo, el senador por el PRI José María Tapia Franco solicitó también a la PGR que, en el ámbito de sus atribuciones, dé celeridad a las denuncias que señalan a Anaya por supuesto lavado de dinero y operaciones con recursos de procedencia ilícita.

Pese a que hasta ahora no hay una sola evidencia, sentencia, ni tampoco carpeta con número de expediente que logre situar al candidato presidencial como indiciado o testigo, Anaya está terminando la campaña presidencial señalado, con acusaciones —reales o no— de haber participado en esta red de lavado dinero.

Con el primer video, la respuesta de Anaya fue mesurada; sin embargo, ahora hasta difundió un video para rechazar las acusaciones y responsabilizar directamente al gobierno de Enrique Peña Nieto de orquestar el nuevo ataque en su contra. Durante una de sus intervenciones en el tercer debate, Anaya volvió a desestimar los señalamientos y advirtió que de llegar a la presidencia tanto Meade como Peña Nieto enfrentarán la justicia.

Ante diversos rumores sobre una posible orden de aprehensión en contra de Anaya en los próximos días, Siempre! acudió al abogado y experto en temas electorales Roberto Duque Roquero para conocer su punto de vista, quien dice que legalmente cualquier candidato puede ser investigado y sancionado pues “no tienen ningún halo de inmunidad que lo impida, lo que podría implicar la suspensión de sus derechos políticos y lo dejaría inhabilitado para contender”.

Sin embargo, indica que pese a que pueda haber evidencias, el problema se encuentra en el terreno político por la temporalidad en la que nos encontramos, pues “¿quién creerá que fue por pura coincidencia que la imputación se daría a unos días de las elecciones?”.

Roberto Duque Roquero.

Explica que el hecho de que haya una campaña electoral no paraliza la función de procuración o impartición de justicia, por lo que puede ser girada una orden de aprehensión en cualquier momento, “la condición de candidato no implica inmunidad de afrentar la justicia, pues únicamente son candidatos, no tienen ningún alto cargo que se los impida. Jurídicamente podría suceder, pero el tema es la temporalidad, pues estamos a unos días de la elección presidencial. Además, cuando aún no contamos con una fiscalía autónoma, sino que la procuraduría está adscrita al Poder Ejecutivo, evidentemente las suspicacias sobre la intencionalidad política serían grandísimas”.

Por tal motivo, considera que en caso de darse una orden de aprehensión en contra del candidato de la coalición Por México al Frente, “el impacto político sería de extrema gravedad, con efectos contraproducentes por la reacción que se generaría, pero técnica y jurídicamente sí se puede dar el caso”.

El abogado constitucionalista indica que pese a que el presunto lavado de dinero en el que se ha involucrado al panista por lo pronto es una mera especulación, el artículo 38, fracción II, de la Constitución estipula que los derechos electorales de un ciudadano, en este caso el de ser votado, se suspenden por estar sujeto a proceso criminal por delito que merezca pena corporal, a contar desde la fecha del auto de formal prisión, aunque el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación ha dicho que los derechos se suspenden cuando las personas sean detenidas.

Aclara que en el caso de Anaya únicamente se trata de una presunción de culpabilidad, por lo que de enfrentar un proceso en estricto rigor no necesariamente tendría que estar privado de su libertad, “de cualquier manera hay que ver primero cuál sería su estatus jurídico tras una acción por parte de la PGR, y de eso dependerá en alguna medida lo que suceda con él”.

Las acusaciones se deben probar

El catedrático de la UNAM indica que una cosa es que una frase pueda ser políticamente efectiva o rentable, pero en rigor el hecho de acusar de “vulgar ladrón” —como lo hizo Meade—, o de “corrupto” —como le respondió Anaya— se trata de acusaciones bastantes serias que deben estar sustentadas, de lo contrario, solo restan nivel a la deliberación política.

Dice que son descalificaciones de campaña debido a que ambos candidatos se encuentran en una condición desesperada. “Pese a que Meade se ha mostrado como un técnico bien preparado, que no tiene cola que le pisen, el problema es que no conecta en modo alguno con el electorado. La ciudadanía quiere un cambio y su campaña lo ha hecho aparecer como la opción más clara de continuidad”.

Mientras que considera que Anaya tampoco se logró posicionar como una verdadera alternativa, “se le ve robótico, poco natural, de sonrisa falsa, su campaña ha tenido problemas, la alianza con el moribundo PRD no redituó. Con este asunto del lavado de dinero se le lanza a la yugular a Peña Nieto. Me parece que es un recurso ya desesperado frente a la desventaja que lleva”.

“Es una pataleo desesperado, quieren meter los cuatro goles que no anotaron durante 80 minutos en el partido. Meade llama a Anaya vulgar ladrón, que sin duda es una frase llamativa, pero que solo es utilizada para asestar golpes desesperados. Son simples posicionamientos de descalificación política”.

La sobrerreacción de Anaya

Duque Roquero indica que aunque es cierto que la campaña de Anaya se encontraba rezagada desde hace tiempo, quizá desde la ruptura con Margarita Zavala, es un hecho que esta imputación que se le hace también ha generado ciertas dudas o suspicacias sobre su persona, sobre todo cuando admitió haber realizado una operación archimillonaria en condiciones no muy claras.

“Para mucha gente es una cuestión poco comprensible que una persona con la actividad política de Anaya y de su edad, pues nos referimos a un político joven, posea cantidades archimillonarias de recursos. Este es un tema que sin duda ha impactado en esta elección”.

El pacto PRI-Morena

Respecto a la existencia de un supuesto pacto entre el PRI y Morena, como lo ha venido pregonando Anaya, Duque Roquero afirma que aunque es algo que se encuentra en el terreno especulativo, lo que es curioso es que se hayan presentado una serie de acontecimientos un poco atípicos.

Por ejemplo —dice—, se encuentran los nombramientos de los dos comisionados del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales, “justamente es Morena el que hace posible que se dé esta votación, al formar el quorum. Además hay otros temas relacionados con la Auditoría Superior de la Federación en donde han habido ciertas señales encontradas, lo que ha generado especulación sobre este posible pacto”.

De cualquier manera, asevera que al igual como lo ha venido haciendo desde el inicio de la carrera presidencial, Andrés Manuel Obrador será el que aproveche estos dimes y diretes entre Meade y Anaya, y ya en la recta final es lo que se espera que se siga viendo “una lucha encarnizada por el segundo lugar, por eso PRI y PAN se están hiriendo”.