Italia y España cambiaron muy rápidamente sus gobiernos. La tercera y la cuarta economías de la Unión Europea (si finalmente ocurre el Brexit), son dos caras de una misma moneda a la baja. Italia con un gobierno “contra natura” entre xenófobos y supuestos antisistema y, España con un expectante gobierno europeísta frágil de centroizquierda.

En Italia, un acuerdo “in extremis” entre el Movimiento 5 Estrellas (M5S) y la Liga, logró formar gobierno el pasado siete de junio. El M5S es considerado, en la mayoría de medios de comunicación, como un movimiento antisistema (populista de izquierda), mientras que la Liga es un conglomerado de pequeñas entidades claramente “nacionalistas” , donde se expresan los sentimientos más neofascistas y xenófobos.

El jefe de gobierno es el abogado Giussepe Conte, quien no tiene experiencia política, pero en su discurso ante el Senado repitió algunos de los puntos que las agrupaciones que lo llevaron al poder consideran un “contrato”. Acabar con “el negocio de la inmigración”, revisar las sanciones a Rusia, buscar una renta básica para desempleados, entre las más importantes. Conte, en los hechos, estará franqueado por sus dos “ vicepresidentes y  ministros”, Luigi Di Maio (M5S) y Matteo Salvini líder de la Liga.

En España, por su parte, los constantes escándalos de corrupción en la clase política, pero sobre todo en el gobernante Partido Popular, permitieron que, a través de una “moción de censura” (procedimiento constitucional) se forzara la dimisión del presidente de gobierno, Mariano Rajoy. De esta manera, el dos de junio pasado, asumió como nuevo presidente de gobierno Pedro Sánchez, del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), quien había pedido la moción.

Sánchez inmediatamente conformó un equipo de gobierno con 17 integrantes, (aparte de él) once de los cuales son mujeres, con lo cual se convierte en el gobierno europeo con más “ministras”. El perfil de todo el ejecutivo es profesional y pro europeo. La medida fue inmediatamente aplaudida en Europa y el resto del mundo.

Sánchez no lo tendrá fácil, carece de mayoría y tiene que enfrentar problemas enquistados como el desempleo, la corrupción, las pensiones y el problema independentista en Cataluña. Sin embargo, con la moción de censura demostró su capacidad para lograr mayorías “cívicas”. Por lo pronto Italia y España se separan en métodos distintos. Al cierre de este material, el gobierno italiano, a través de su Ministro del Interior (Matteo Salvini), rechazaba en “redes sociales” (al estilo Trump) que el barco de rescate “Aquarius” (con más de 600 personas inmigrantes rescatadas en el mediterráneo) pudiera atracar en algún puerto italiano.

En cambio, el jefe de gobierno en España, Sánchez, ofrecía un puerto valenciano para ayudar a evitar una “catástrofe humanitaria”.

Italia y España, dos gobiernos nuevos, que asumen el poder en distintos contextos, pero que forman parte de una realidad europea que se agita y se enfrenta día a día.