Acapulco, Guerrero.- En Tlacotepec y municipios aledaños ubicados en la región de La Montaña, diferentes comunidades han optado por armarse para evitar la entrada del crimen organizado.
A unos cuantos días para que se efectúen los comicios, en Guerrero se perfila un nuevo brote de cuerpos de autodefensa, ante la falta de respuesta gubernamental para frenar las incursiones violentas del crimen organizado en la zona que abarca a los municipios de Leonardo Bravo, Heliodoro Castillo y Eduardo Neri, y la desatención a las peticiones formuladas tanto a las autoridades estatales como a las federales.
El 21 de junio, más de 800 personas, además de 300 elementos con vestidos playeras verde olivo, rifles y algunos con armas largas AR-15 y AK-47, efectuaron una marcha en Campo de Aviación, en la cabecera municipal de Tlacotepec, municipio de Heliodoro castillo, para presentar a la Policía Ciudadana de Autodefensa con la cual buscan protegerse de grupos criminales que han irrumpido en por lo menos 20 comunidades de los citados municipios.
El nuevo cuerpo civil armado pertenecen a las comunidades de Tepozonalco, Iyotla, Carrizal, La Escalera, La Laguna, Tres Cruces, Mirabal, Torre Camotla, Filo de Caballos, Campo de Aviación, Corralitos, Puentecillas, Izotepec, Los Morros, Mirabal, La Laguna y Xochipala.
Desde hace meses, los habitantes de esa zona exigieron instalar una base militar y de la Policía Estatal en Filo de Caballos o en Campo de Aviación, para resguardar a los pueblos ante la amenaza de ataques por parte de diversos grupos de vándalos.
La aparición de civiles armados en Tlacotepec no es ni casual ni nueva. En 2012 ya habían otros movimientos de autodefensa en varias zonas de Guerrero, muchos de ellos con la consigna de evitar las actividades del crimen organizado.
Esa zona se caracteriza por el cultivo de amapola y la violencia derivada por la disputa por el control del trasiego de droga, particularmente en la colindancia de Chichihualco y Tlacotepec.

Ascenso violencia
En fechas recientes la violencia observa un preocupante ascenso.
En Corralitos, Leonardo Bravo, el 9 de junio hubo un enfrentamiento entre grupos armados que dejó tres muertos. Dos días después se dio una balacera en El Chorrito, en la carretera a Tlacotepec y se hallaron dos patrullas militares clonadas. En una, estaba un hombre muerto a balazos.
Los comisarios de la zona solicitaron a los gobiernos federal y estatal, más seguridad, porque los soldados y policías estatales solo fueron el día de las balaceras y se retiraron. Los comisarios de los 10 pueblos se reunieron el 16 de junio en Carrizal de Bravo y acordaron formar lo que llamaron la “policía ciudadana de autodefensa”.
Como consecuencia de los enfrentamientos, el sitio de transporte público que se dirige hacia Tlacotepec, cumplió más de 12 días sin reanudar servicio; permanece cerrado el Hospital Básico Comunitario—en Filo de Caballos— que atiende a la población de esas localidades, aunque sólo 9 de los 18 médicos que trabajan en ese hospital, de por sí, no acuden a sus labores por temor a que haya más enfrentamientos.
También se encuentran cerradas las escuelas de nivel preescolar, primaria y secundaria, así como el Colegio de Estudios Científicos y Tecnológicos (Cecytec) y dos tele bachilleratos ubicados en Filo de Caballos.
En estos pueblos donde se disputan el territorio los grupos criminales de Juan Castillo Gómez “El Teniente”, que controla Tlacotepec, cabecera Heliodoro Castillo y el de Isaac Navarrete Celis, “El señor de la I”, de Chichihualco, cabecera Leonardo Bravo.
Sergio Soberanis Núñez consejero presidente del Consejo Distrital del distrito 07 del Instituto Nacional Electoral (INE), reconoció que a partir de la conformación de la policía comunitaria de Heliodoro Castillo —Tlacotepec—, en algunas zonas no pudieron hacer simulacros y prácticas de la jornada electoral
En Tlacotepec, la policía comunitaria emplazó el 22 de junio al gobernador Héctor Astudillo, a garantizar la seguridad en el corredor de Xochipala —municipio de Eduardo Neri— Filo de Caballos —municipio de Leonardo Bravo—, donde debido a la violencia, desde hace dos meses no pueden pasar hacia Tlacotepec el transporte público, así como camiones que llevan gasolina y gas doméstico, y las camionetas que surten de productos básicos a esa cabecera municipal y pueblos vecinos.
En mayo pasado, más de 3 mil pobladores de la sierra de Heliodoro Castillo, Tlacotepec y miembros de la Policía Comunitaria en 80 comunidades marcharon en la cabecera municipal para exigir paz y tranquilidad, ante los altos índices de extorsión, secuestro y robo, y para prevenir la irrupción de grupos de la delincuencia organizada.
El 26 de junio, Crescencio Pacheco González, coordinador de la nueva Policía Ciudadana, confirmó que aceptaron el llamado de la Policía Comunitaria de Heliodoro Castillo para trabajar coordinadamente por la seguridad en la sierra y evitar una confrontación entre ambos grupos.
Sin embargo, la línea que divide a la policía comunitaria del narcotráfico es borrosa o en ocasiones inexistente: muchos de los miembros admiten dedicarse al cultivo de la amapola, de donde se obtiene el precursor para la heroína.
