A finales de agosto, México y Estados Unidos alcanzaron, en principio, un acuerdo comercial; sin embargo, ahora sabemos que el camino para lograr poner punto final aún es largo. Sobre todo cuando existen diversos cuestionamientos en torno al acuerdo, como es la permanencia o salida de Canadá la cual será definitoria para la continuidad del tratado tripartita.

Y es que de la salida de Canadá dependen varias cosas entre las que se encuentra la decisión del Congreso de Estados Unidos de dar o no su visto bueno para que se firme un acuerdo bilateral y no trilateral como estaba establecido; además de la necesidad de que México y Estados Unidos tengan nuevamente que negociar pues la mayoría de los temas se manejaron de forma trilateral lo que hace que haya dudas de los acuerdos que llegaron los negociadores mexicanos.

Tras calificar al acuerdo comercial con Estados Unidos como el primer gran error de la administración de Andrés Manuel López Obrador, el economista David Lozano Tovar, coordinador del Centro de Análisis Multidisciplinario de la UNAM, señala que pese a no estar en funciones el equipo del próximo gobierno avaló un acuerdo bilateral que tiene una serie de problemas técnicos en materia económica.

Destaca que tanto el gobierno actual como el próximo lo que hicieron fue cometer un error no solo en materia económica, sino también en materia diplomática con Canadá, sobre todo cuando existía una serie de apartados y cláusulas que ante la premura de la firma se quedaron intactos, lo que limita a México sobre todo en sus capacidades de desarrollo.

Por ejemplo, destaca, se encuentra el caso del sector automotriz dónde se ponen una serie de limitantes a mediano y largo plazo en cuanto a cuestiones de inversión, “a partir de ahora, Estados Unidos tiene derecho a aplicar sanciones o algunas enmiendas de tipo económico para la producción y la inversión, lo que dará como resultado que no podamos tener inversiones de gran calado a largo plazo”.

“Pero no sólo es la parte automotriz, también se encuentra la parte de la tecnología, así como del desarrollo de servicios y cobro de comisiones en casos de que haya servicios entre los dos países, lo cual no se terminó de desarrollar y quedó trunco”.

En ese sentido, indica que otro error es que pese a que se tenía entendido que el gobierno entrante iba a poner hincapié en el desarrollo tecnológico del país, avaló que gracias a este acuerdo México se encuentre obligado a comprar diversos servicios tecnológicos sólo a los norteamericanos y no pueda buscar mejores condiciones de competencia con Europa o Asia.

Lozano Tovar dice que más allá de posibles presiones de Estados Unidos y aun cuando a México le convenía esperarse a que la firma se diera después a fin de lograr mejores condiciones, el problema fue que entre que la administración saliente quería demostrar que era capaz de cerrar un tratado de libre comercio y la administración entrante quería hacer ver que con ellos se pude trabajar, se cometieron muchos errores, “la premura y prontitud los hizo cometer un error conjunto”.

El papel del equipo obradorista

Al hablar sobre el papel que realmente jugó el equipo del presidente electo, Lozano Tovar considera que desde su llegada a las negociaciones, México cedió en varios aspectos que eran importantes para los norteamericanos, no así para nuestro país, como es el caso del sector automotriz.

Sobre todo cuando, manifiesta, el sector automotriz “es uno de los que mayores ingresos logra para nuestro país. Con la decisión de ceder del nuevo equipo se va a reducir en un 5% los ingresos netos que ya se tenían en la exportación de la industria automotriz. Lo que se traduce en un golpe económico para el país. No entiendo, por qué lo presentan como un logro, si era preferible esperar a firmar”.

“Además a partir de ahora Estados Unidos podrá empezar a presentar otro tipo de iniciativas como por ejemplo en materia migratoria. Aquí no se trata de si pagamos el muro, simplemente ellos platean seriamente endurecer la política de visados ingreso. Incluso, lo concerniente a la compra de productos a México, tampoco quedó bien establecido en el acuerdo binacional. Eso no se ha comentado”.

El especialista afirma que gracias a este gesto de ceder de la nueva administración, a partir de ahora el gobierno norteamericano podría ser más duro y agresivo, no sólo en materia migratoria, sino también en otros problemas como es el manejo de la seguridad entre los dos países, en dónde México va a tener que pagar las consecuencias de esta decisión”.

David Lozano Tovar.

 

Salida de Canadá, mala señal

Ante los riesgos de que Canadá tome la decisión de quedar fuera del TLC, el coordinador del Centro de Análisis Multidisciplinario de la UNAM, afirma que definitivamente tanto el gobierno saliente como el entrante, internacionalmente, enviaron una mala señal al convalidar los acuerdos con Estados Unidos y dejar fuera a Canadá.

Apunta que luego de la negociación con Estados Unidos, la Unión Europea se pronunció y pese a que dijo que la relación comercial con México no se veía afectada, remarcó que llamaba la atención lo sucedido con Canadá, “lo preocupante es que la Unión Europea vea a México como país que negocia según como le conviene”.

“Como un país que no respeta el hecho de tener apoyos mutuos a fin de salir con mejores condiciones a la hora de negociar con Estados Unidos o algún otro país como podría ser China. Es como si nos estamos poniendo de acuerdo para que no nos vaya tan mal y al final me apuñalan por la espalda para vender por su lado. Así nadie le va a entrar a negociar”.

El problema, asevera, es que en este momento nos encontramos ante un escenario de acuerdo binacional, pues lo más probable es que Canadá no regresé pues le va a convenir más un acuerdo binacional con mejores condiciones, “sobre todo cuando ellos tienen mas agarrados a los americanos. Esa era la razón por la que se habían estado haciendo para atrás, lo cual también había aprovechado México; sin embargo, con esto que sucedió las cosas cambiaron radicalmente”.

De acuerdo con Lozano Tovar, económicamente hablando uno de los efectos negativos que dejará la salida de Canadá para nuestro país se verá reflejado no sólo una caída en el producto interno bruto, sino también en la productividad nacional y económica. En especial porque Canadá se encontraba recibiendo productos mexicanos, sobre todo en el ámbito tecnológico, dónde ofrecía precios preferentes para la exportación de estos productos que se estaban comenzando a incorporar a las empresas mexicanas para el sector de los servicios, mismos que ahora venderá más caros.

Panorama gris para México

El especialista advierte que finalmente con este acuerdo lo que se presenta es un panorama más gris para el país debido a que quedamos peor de como estábamos con el anterior TLCAN, “ahora habrá menos ingresos, endurecimiento en las exportaciones mexicanas y se dará una reducción en los apoyos que habían tenido algunas empresarios mexicanos de pequeñas manufacturas para sectores como el sector automotriz y tecnológico”.

Explica que el hecho de que por ejemplo un carro deba tener una mayor composición de producto norteamericano implica que se reduce la presencia de empresas mexicanas, y no como dice la Confederación Patronal de la República Mexicana que no hay problema, “pequeños y medianos empresarios serán afectados, lo cual no había sucedido anteriormente. Pese a que teníamos muchos problemas, ahora quedamos peor”.

Señala que otro aspecto que quedó fuera de este acuerdo y que también afectará a nuestro país es lo que se refiere a las comisiones que pagan las empresas extranjeras, en especifico las norteamericanas, dentro del sector energético ya sea por problemas de abasto, extracción o en el caso de contaminantes, las cuales quedaron completamente de lado.

“No sé de dónde saca la próxima administración que con este acuerdo se respeta la soberanía nacional, pues ahora si hay un problema en la zona petrolera del Golfo de México de contaminación o de derrame de petróleo, las empresas norteamericanas no están obligadas a pagar el conjunto de los efectos que tenga un desastre de ese tipo”.

Lozano Tovar afirma que el problema en este momento es que ya no se puede renegociar nada de lo que ya se firmó y de cómo se presentó, la única salida es que el gobierno mexicano en dos o tres años pueda plantear una revisión sobre algunas de las clausulas del acuerdo comercial.

“Más cuando quedó por revisar mucho aspectos del sector agropecuario, de servicios, sobre todo lo que tiene que ver con el capítulo de comercialización de productos orgánicos en dónde los canadienses buscaban que hubiera una política conjunta, lo cual nos beneficiaba para mejorar los niveles de calidad en la producción en algunos sectores como el lechero y los productos lácteos en beneficio de los consumidores”.