“La confianza del mercado en la institucionalidad de México se ha agitado. El presidente electo tendrá un aterrizaje difícil en Los Pinos porque la confianza es difícil de ganar y se pierde con facilidad”, advirtió la consultoría internacional Oxford Economics en su análisis, titulado “AMLO pone la confianza del mercado en modo avión”.

Y esto parece ser confirmado luego del “jueves negro” que llevó a la Bolsa Mexicana de Valores a perder 5.81 por ciento ante la iniciativa de la bancada de Morena en el Senado para eliminar el cobro de diversas comisiones bancarias, lo que limitaría las ganancias de los grupos financieros.

Tras varios dimes y diretes entre los morenistas, incluido el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, quien tuvo que salir a calmar los mercados, hoy todo indica que estas modificaciones serán una realidad hasta febrero próximo, ante la decisión de los senadores de realizar foros para escuchar y recibir las propuestas de los bancos, los usuarios de la banca y los ciudadanos.

Para diversos analistas, el problema no solo es el intento de regular las comisiones bancarias, que para cualquier usuario es claro que son muy altas, más bien reside en la forma en que la próxima administración intenta hacer las cosas lo que hace que siga latente el nerviosismo en los mercados.

Al hablar sobre el tema, Mario Maldonado, analista financiero y columnista de El Universal, señala que la iniciativa para eliminar estas comisiones es una jugada muy bien pensada desde lo mas alto del gobierno entrante y de Morena que es Andrés Manuel López Obrador, que sin lugar a dudas enciende las alertas de los mercados que tienen los ojos puestos en las decisiones del próximo gobierno.

Sobre todo —dice— es una jugada política pues al final de cuentas el gobierno no gana ningún ingreso con una decisión de este tipo, “no es como en el caso de los sueldos y salarios de la administración pública, en donde sí hay un ahorro en el presupuesto. En este caso, para él es mejor que la gente piense que no es su decisión y que respeta lo que hace el Congreso. Es una manera de echarle la bolita al Congreso de una decisión ya tomada”.

Explica que es cien por ciento popular, pues para todos los usuarios de los bancos es importante pagar menos, “a través de esta medida Obrador le dice a su base estructural que va a ir en contra del “establishment”, del “statu quo” de los negocios. Que se les va a pegar a los banqueros en favor del pueblo”.

De acuerdo con Mario Maldonado, lo que veremos a lo largo de la siguiente administración será este tipo de jugadas de pasarse la bolita, sobre todo cuando se va a caracterizar por los diversos cambios que buscan hacer en la administración pública y en cuanto a los programas sociales y de infraestructura.

Difícil que Monreal se vaya por la libre

Al señalar que es muy difícil que Ricardo Monreal se haya ido por la libre al presentar y defender la iniciativa, Mario Maldonado considera poco probable que el presidente electo no estuviera enterado pues tenía muy poco de haberse reunido tanto con diputados como senadores para conocer lo que traían en la agenda.

“Se trató de una operación estratégica de Andrés Manuel, ahora sí que como se dice coloquialmente le dijo a Monreal: te toca aventarte este tiro, tienes que salir públicamente y aunque habrá efecto en los mercados, saldrás primero tú y luego yo a decir que soy quien manda, así vamos a negociar con los banqueros. Es un poco lo que sucedió con el NAIM, en dónde toda la responsabilidad se la echó al pueblo, a su base electoral con la consulta”.

Además recuerda que la idea de regular los bancos siempre ha estado presente en López Obrador, y ya lo había plasmado tanto en su proyecto de nación, como en los documentos de corte económico que denominó Economics, los cuales fueron distribuidos durante su campaña en donde calificaba de “abusivo” el cobro de comisiones.

Pese a considerar que la decisión de presentar esta iniciativa no fue unilateral, el especialista en temas financieros admite que es probable que no esperaban que la reacción de los mercados fuera a ser tan violenta y a eso obedeció tanto la reacción del equipo económico de transición, liderado por Carlos Urzúa, la cual tuvo que ser apoyada por las declaraciones de Obrador de que en los próximos tres años no habrá reformas al sistema financiero ni fiscal”.

Vendrá la negociación con los bancos

De una u otra forma —afirma— esta iniciativa fue una amenaza, una probadita de la manera en que se pueden asustar los mercados, que demuestra que lo más prudente es negociarla, “es una manera de pedirles sentarse a la mesa y ver qué comisiones van y cuáles no, a fin de lograr una relación de trabajo conjunto en la que pueda acercarse a ellos cuando necesite algún crédito y recordarles que él los ayudó al negociar lo de las comisiones”.

“Al final se recortarán algunas comisiones y no va a ser un golpe tan duro para los bancos, como seria cancelarlas todas, lo cual les pegaría muy fuerte a sus ingresos. Lo que es seguro es que habrá una regulación pues no será una iniciativa que se meterá en la congeladora por tres años como lo dijo Obrador”.

Señala que el mensaje que realmente se está enviado con esta iniciativa el próximo presidente, al igual que con la cancelación del aeropuerto de Texcoco, es que va a cambiar la relación que había entre el poder político y el poder económico, sobre todo entre el Ejecutivo y la iniciativa privada, “al dar este golpe a la mesa y presentar una iniciativa para regular las comisiones, lo que busca es que haya un nuevo entendimiento con los bancos”.

Importan las formas

En lo que respecta a la eliminación de estas comisiones, el analista en temas financieros precisa que no es que se afecten al país estructuralmente, mucho menos cuando en el juicio de la mayoría de las personas son muy altas y deben de regularse, “lo que preocupa son las señales que generan dudas y que preocupan a los mercados, a los inversionistas, pues saben que se seguirán tomando decisiones a través de consultas que pueden estar amañadas”.

“En este caso intentaron hacer las cosas a través de una iniciativa fast track, sin consultar ni al sector financiero, pero sobre todo saltándose al Banco de México, que es el organismo que las fija. Todo pareciera que buscan hacer las cosas por decreto. Eso es lo que preocupa, más allá de que se quiera regular algún sector, en este caso el bancario”.

Señala que ahora más que nunca es cuando Morena debe de ejercer su mayoría en el Congreso con responsabilidad, pues los mercados lo pueden castigar en cuanto se vea que existen excesos, que se tomen decisiones por decreto, y hay que recordar que los mercados son implacables, “ellos no son políticos, por lo que reaccionan a lo que ven y creen que va a venir hacia delante, con base en ello toman decisiones”.

Aunque acepta que, como dice Obrador, un gobierno no debe subyugarse a lo que digan los mercados financieros, tampoco es bueno pelearse con ellos, “debe haber un balance pues al final del día el gobierno entrante tendrá que salir a refinanciar la deuda y si no hay confianza, será muy difícil”.

Explica que si los bancos empiezan a subir el riesgo país, las primas de riesgo son mas altas, por lo que tanto el gobierno, como las empresas deberán pagar tasas mas altas, “es una espiral negativa que Andrés Manuel debe tener en su perspectiva. Ese es el gran reto de la próxima administración”.

Presupuesto 2019, prueba de fuego

Pese a considerar que tanto la cancelación del aeropuerto como el amago de cancelar las comisiones no significan una crisis de confianza inminente, o que comiencen a salir los capitales, Mario Maldonado asevera que lo que es cierto es que hoy más que nunca los ojos de los inversionistas y las calificadoras se encuentran puestos en México y están atentos de las decisiones que se tomen en materia económica, financiera, fiscal.

Afirma que para que llegue un escenario de crisis, las calificadoras tendrían que quitarle el grado de inversión a México, a la deuda mexicana; sin embargo, “para eso falta mucho pues aún contamos con una buena calificación, aunque es verdad que con un mal anuncio, como sería el de un presupuesto 2019 no equilibrado, sí podría ser el campanazo de que viene una crisis de confianza.

“Deberá ser un presupuesto equilibrado, que no vaya a aumentar la deuda pública ni el déficit fiscal, pues eso sí generaría mucha incertidumbre a los inversionistas lo que haría que hubiera una crisis en el tipo de cambio, que se contagien las finanzas públicas y se genere un riesgo pues las calificadoras pueden llegar a poner en tendencias más negativas las calificaciones de México y eventualmente nuestro grado de inversión”.

Mario Maldonado asevera que pese a que en el corto plazo no se ven indicios de una crisis lo que sí hay son muchas alertas prendidas de todos los organismos internacionales, como el FMI, el Banco Mundial, que han recortado las perspectivas de crecimiento para México, así como de las mismas calificadoras y de los bancos.

Contrapesos

Al hablar sobre la importancia de los contrapesos en cualquier gobierno, el columnista señala que en este momento los mayores contrapesos que tiene la futura administración son los mercados, así como las calificadoras, pues finalmente de ellos depende gran parte de la economía.

Asevera que pese a que Obrador no les ha dado la debida importancia, la respuesta de los mercados a todos los anuncios que se han hecho son llamadas de atención al gobierno, para que tome en cuenta que sus decisiones tienen consecuencias y las consecuencias pueden llegar hasta los bolsillo de todos lo mexicanos.

Explica que el hecho de que el dólar se vaya arriba de los 20 pesos, eventualmente, le afecta a todo mundo, no solo a las empresas que tienen deuda en dólares, pues al salir más caro todo lo que se importa se puede contagiar la inflación, la cual mide todos los productos y servicios básicos, “todo es una espiral, pues toda la economía son vasos comunicantes”.

Al haber una depreciación, viene la incertidumbre, empiezan a subir las tasas de interés, sube la inflación y los más afectados son los más pobres, los que menos tienen, por lo que todas estas decisiones finalmente van en contra de su discurso de que primero están los pobres y que él irá en contra del enriquecimiento de los más ricos, “es muy importante que tanto él como su equipo analicen mejor sus decisiones para tratar de nivelar la cancha de igualar la distribución de la riqueza”.

“Es necesario que en su equipo también tenga algún contrapeso. Carlos Urzúa, Gerardo Esquivel, Alfonso Romo, que parecen ser de los más moderados, podrían jugar más el rol de contrapeso para hacerle ver que si se hace algo se puede ver afectada la economía. Son las cosas que deben tener más presentes antes de la toma de decisiones o de estos arrebatos como presentar una iniciativa que parece más bien fast track y asustar a los inversionistas”.

Dimes y diretes

A nombre de Ricardo Monreal, coordinador de los senadores de Morena, la senadora Bertha Caraveo presentó una iniciativa para eliminar el cobro de comisiones bancarias la cual dejaba al descubierto la manera en que los bancos cobran mayores comisiones en México que en sus países de origen.

En automático, la Bolsa Mexicana vivió su peor jornada de los últimos años y ante las pérdidas millonarias la plana mayor de Morena salió a desmarcarse de la iniciativa de Monreal. El mismo Obrador tuvo que salir a darles aire a los mercados al asegurar que no hará cambios económicos ni fiscales en los primeros tres años de su mandato.

Yeidckol Polevnsky, presidenta de Morena, al declarar que no era una propuesta del partido y que nunca se comentó en la reunión que tuvieron para discutir la agenda legislativa.

Carlos Urzúa, próximo secretario de Hacienda, llamó a los líderes de las cámaras legislativas a revisar los impactos fiscales de sus iniciativas y apoyarse en su equipo así como en el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados.

Mario Delgado, líder de los diputados de Morena, dijo que esta iniciativa no era una prioridad del partido ni en la agenda de aquí a diciembre, además de que ante la sensibilidad de los mercados se debe tener prudencia en lo que se presenta en las cámaras.

Pese a todas estas reacciones, en diversos medios de comunicación Ricardo Monreal insistió en que las comisiones bancarias se acercan a la “usura”, lo cual fue rechazado por el presidente ejecutivo de la ABM y economista en jefe de CitiBanamex, Alberto Gómez Alcalá, quien manifestó su disposición de revisar junto con la Comisión de Hacienda la iniciativa de Morena.