La contrarreforma hacia las audiencias/XXIV-XXVI

Mediante la creación de la reforma constitucional de las telecomunicaciones y la radiodifusión en el año 2013, el Estado mexicano incorporó importantes avances para propiciar un nuevo modelo de comunicación más virtuoso en México, especialmente en la esfera de los derechos de las audiencias. Sin embargo, además de los valiosos progresos alcanzados anteriormente, el año 2017 el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo aprobaron una nueva contrarreforma constitucional que afectó sustancialmente los logros esenciales conseguidos en la esfera de las garantías comunicativas de los ciudadanos, provocando, entre otras, las siguientes consecuencias para la sociedad mexicana:

En el terreno de los procesos electorales

  1. Con el establecimiento de la contrarreforma hacia las audiencias se eliminó la fracción tercera del artículo 256 de la LFRyT, y con ello, las elecciones podrán ser boicoteadas al quebrar el equilibrio comunicativo que creó la reforma política de 2007 para distribuir en condiciones de igualdad el acceso de los partidos a los medios de comunicación masivos en etapas electorales.
  2. Mediante la aprobación de dicha contrarreforma comunicativa, en las fases electorales, los partidos políticos, candidatos independientes e instituciones políticas podrán ejercer el “espoteo simulado” o la venta de “publicidad disfrazada”, haciéndola pasar como información actualizada del momento. Con ello, se borró la diferencia existente entre opinión e información noticiosa dentro de los medios de comunicación electrónica, pudiendo vender publicidad incorporada dentro de la programación, sin ser identificada.
  3. Este retroceso permitió regresar al negocio millonario del mercado negro de la publicidad encubierta que presenta la propaganda política bajo el manto de información noticiosa o de opinión, engañando a los auditorios. Así, se intensificó el mercado negro de la venta de propaganda indebida y oculta, pues se retornó al modelo en el que se permitió que la radio y la televisión tuvieran un mercado y un control discrecional de todos los políticos, quienes necesitan recurrir a estos medios como un mecanismo para difundir sus propuestas y darse a conocer.
  4. La contrarreforma transparentó que los partidos políticos que la aprobaron utilizaron los derechos de las audiencias como una moneda de cambio para vender las garantías comunicativas de la sociedad mexicana con el fin de obtener favores informativos o propagandísticos que ofrecieron las grandes televisoras y grupos de radio comerciales, especialmente para la fase electoral de 2018.
  5. A través de la contrarreforma se eliminaron facultades autónomas del Instituto Federal de Telecomunicaciones en materia de derecho de las audiencias, favoreciendo a los concesionarios privados, quienes además contarán con la opción de autorregularse y actuar a libre albedrío en materia de contenidos de índole político, sobre todo en temporada de elecciones, tanto locales como federales.
  6. Tal contrarreforma constituyó la edición de una nueva ley Televisa, ya que todos los opinadores, conductores y editorialistas de las televisoras y radiodifusoras podrán hablar en favor de algunos candidatos y denostar a otros contrincantes opositores, como lo hicieron en 2012, sin que esta acción sea considerada como uso de tiempos de campaña, rompiendo con ello el equilibrio de igualdad establecido por la reforma electoral de 2007 para tener elecciones limpias y equilibradas en México.

En síntesis, se produjo un fuerte retroceso en los logros obtenidos en los últimos años en materia de comunicación política, democratización y pluralidad del sector de la radiodifusión nacional.

jesteinou@gmail.com