Entre reclamos de la población por la falta de seguridad en las comunidades, los cuerpos de policía comunitaria se extienden por Guerrero y se multiplican las confrontaciones armadas con los delincuentes o entre los cuerpos policiacos civiles. La línea que separa a los presuntos comunitarios de los delincuentes cada vez es más delgada.

El pasado fin de semana surgió un nuevo grupo de comunitarios en Tecpan en la Costa Grande y para dar a conocer a su conformación decidieron bloquear la carretera federal Acapulco- Zihuatanejo.

 El 3 de diciembre, 100 civiles armados, auto denominados El Pueblo Unido y Organizado (para defenderse del crimen organizado), iniciaron un bloqueo, que se prolongó por más de ocho horas, sobre la carretera federal Acapulco-Zihuatanejo, argumentando estar cansados del embate de las bandas del crimen organizado. En un volante resaltaron que estarán en coordinación con la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG) – que encabeza Bruno Plácido Valerio.

A las seis de la tarde aproximadamente el bloqueo fue retirado, bajo la advertencia de que volverían a bloquear las veces que fueran necesarias en caso de que las autoridades no cumplan sus compromisos.

Los civiles armados también exhibieron  cartulinas con mensajes contra El Ruso, y distribuyeron un documento que dice de forma textual:

“Los pueblos pacíficos de la sierra y costa noroeste del estado de Guerrero nos vemos en la necesidad de instalar una comandancia de la policía comunitaria que estará en coordinación con la UPOEG (Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero) porque en los últimos meses se ha desatado una ola de violencia que ha afectado la paz, la producción agrícola, ganadera y forestal, que ha ahuyentado el turismo en esta zona, que ha golpeado el comercio local y por consecuencia ha desgarrado la tranquilidad de las familias trabajadoras”

Ignacio Chávez Arreola comisariado ejidal del poblado de El Durazno, municipio de Coyuca de Catalán, informó que a este grupo de autodefensa se integraron comisarios y comisariados ejidales de Tierra Caliente y Costa Grande, quienes están solicitando su adhesión a la organización denominada UPOEG que lidera el activista indígena Bruno Plácido Valerio.

Al día siguiente, los presuntos comunitarios volvieron a apostarse en la carretera federal realizando bloqueos intermitentes ahora reclamando la presencia de la guardia nacional en las zonas afectadas por la inseguridad en Guerrero.

Luego, los comisarios municipales y pobladores de 34 localidades bloquearon por la via carretera de manera intermitente la carretera federal en la Costa Grande, en demanda de la presencia de autoridades federales ya que, a su juicio, las locales no les podrían resolver sus demandas. Según informes de seguridad, el municipio de Tecpan, es un lugar controlado por el grupo criminal de Los Granados.

Los bloqueos carreteros del 3 y 4 de diciembre estuvieron precedidos por un enfrentamiento entre policías comunitarios de Heliodoro Castillo y civiles amados cerca de Izotepec, en cual resultaron muertos por lo menos 13 sicarios, entre ellos “el Chaca”, y cinco de los integrantes de su grupo que controlaban ese pueblo del municipio de Heliodoro Castillo, informaron vía telefónica fuentes de la zona.

Se asegura que “el chaca” era el jefe de la plaza que controlaba el pueblo de Izotepec, quien cayó en un enfrentamiento con policías comunitarios de Heliodoro Castillo la tarde del 28 de noviembre pasado.

Versiones gubernamentales consideran que el punto de origen de este foco de inestabilidad que afecta a cinco municipios de las regiones de Tierra caliente y Costa grande es por una célula de La Familia comandada por Johny “El Mojarro” Hurtado Olascoaga y Los Viagras de los hermanos Sierra Santana de Michoacán confrontados con la banda denominada Guardia Guerrerense (GG) que dirige Oliver El Ruso Coria.

Los pobladores de la sierra de Petatlán y Zihuatanejo han denunciado públicamente recientes enfrentamientos armados, saqueo de pueblos donde quemaron casas, así como el desplazamiento de un número indeterminado de personas y las víctimas de la violencia pidieron ayuda, pero no fueron escuchados por las autoridades.

El 5 de diciembre después de una reunión con representantes del gobierno del estado y de la fuerzas armadas que integrarán la Guardia Nacional: Ejército, Marina y Policía Federal división Gendarmería, los integrantes de la Policía Ciudadana de cinco municipios limítrofes de las regiones Tierra Caliente y Costa Grande manifestaron que no se van a desarmar, y que mantendrán retenes con armas de grueso calibre en la sierra de Petatlán para contrarrestar la violencia de la delincuencia organizada,  “nos atenemos a las consecuencias porque se trata de defender nuestras propias vidas y la de nuestras familias” afirmaron.