Entrevista a Mario Maldonado | Analista financiero y columnista de El Universal

A su paso, la estrategia de combate al robo de combustible no solo ha dejado largas filas de autos con ciudadanos afectados y desconcertados por la falta de gasolina, sino también incertidumbre por los efectos que esta medida traerá para la economía del país, entre los que se encuentra la posibilidad de una degradación de la calificación financiera de Petróleos Mexicanos (Pemex), lo que haría que se genere un efecto dominó.

De acuerdo con el último informe del banco inglés Barclay’s, existe el riesgo de que las calificaciones de Pemex sean degradadas en el segundo semestre del año, ante la falta de credibilidad por parte de los inversionistas en la forma en que la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador busca apuntalar la petrolera más grande de México y endeudada del mundo.

Y es que tras la gira de trabajo del director de finanzas de Pemex, Alberto Velázquez García, y el secretario de Hacienda y Crédito Público, Carlos Urzúa, con inversionistas, celebradas justamente en el edificio de Barclay’s en Nueva York, se supo que la desconfianza en la nueva administración se hizo presente ante la falta de respuestas a los fuertes cuestionamientos que realizaron los inversionistas de Wall Street a  funcionarios mexicanos.

De acuerdo con Mario Maldonado, analista financiero y columnista de El Universal, los malos resultados de esta reunión de trabajo se convirtieron en la primera gran llamada de alerta que hace la comunidad financiera internacional a Pemex y al gobierno de López Obrador, a quienes les dijeron: “tu plan de negocios no es claro. No me da certidumbre”.

Señala que entre los comentarios de los analistas presentes, se encuentra el que los funcionarios mexicanos no contaban con un conocimiento pleno de la compañía, que no aportaron información sobre el plan de negocios de Pemex y que, en general, se veían desconectados de la realidad, del entorno financiero y energético.

“La crítica de los inversionistas llegó al extremo de pedir que el director financiero de Pemex renunciara, lo cual debe ser una alerta que también tendrá que ser atendida tanto por el secretario de Hacienda, como por el propio presidente López Obrador, quien puso a estos directivos al frente de la empresa”.

El analista reitera que esta llamada de atención debe ser tomada en cuenta, pues no es un juego cuando te presentas con los tiburones de Wall Street y con los grandes fondos de inversión, ya que no solo tienen inversiones o deuda de Pemex, sino también deuda del gobierno mexicano, de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), deuda estatal, lo que puede generar un problema mayor.

Señala que hay que recordar que Pemex también es evaluado por calificadoras de riesgo como Standard & Poor’s, Moodys, Fitch Ratings, por lo que los directivos de la empresa deben de contar no solo con un plan claro de negocios, sino también con claridad en las estrategias que van a utilizar para aumentar y reactivar la producción petrolera y lograr reducir su deuda.

“Es importante recordar que Pemex aún contribuye con 10 por ciento del presupuesto federal de México, así que aunque ya no tiene tanto peso, sigue contribuyendo con recursos, los cuales se obtienen de la venta del petróleo y todas las actividades productivas, por lo que es importante que mantenga su calificación”.

 

Calificadoras, contrapeso

Mario Maldonado señala que definitivamente tanto las calificadoras como el Banco de México y los mercados serán un contrapeso importante en este gobierno, “aunque López Obrador diga lo contrario y asegure que no se va a supeditar a los mercados financieros, ya que el que manda es el pueblo, la realidad es otra”.

“Tan es así que los directivos mexicanos fueron a buscar a los inversionistas globales para tratar de calmarlos y presentarles un panorama positivo para que tanto México como Pemex fueran atrayentes. Eso demuestra que no se pueden desligar de los mercados como dice Obrador, pues los mercados financieros son  los que mueven el tipo de cambio, el peso, la bolsa, en fin todos los indicadores y variables”.

Indica que hay que tener presente que las calificadoras no se tocan el corazón al hacer los análisis técnicos sobre las economías, pues ellos solo analizan cuáles son las perspectivas, los ingresos, las deudas, y con esos datos ven si existe capacidad de pago o no, “eso es lo que realmente miden, la calificación de riesgo crediticio, el perfil financiero. Si ven que Pemex no va a tener la capacidad para generar el efectivo suficiente para cubrir su deuda, pues le reducirán la calificación”.

Ante esa realidad, asegura que finalmente serán contrapesos, sobre todo cuando tienen el ojo puesto no solo en lo que hace Pemex, sino también en lo que hace el gobierno, “si de plano ven que los perfiles que tiene al frente de una de las dependencias clave como  es la petrolera no funcionan y siguen cometiendo errores, no se van a tentar el corazón. Hasta hoy le han dado el beneficio de la duda pues quieren ver cuáles son sus planes y cómo los ejecutan, pero hay que ver si con otra estrategia mal cuidada no empiezan a endurecer su discurso y su análisis”.

 

“No fue el mejor momento para tratar de vender o de presentar los planes financieros y de negocios de Pemex”.

 

Pemex, prendida con alfileres

El analista financiero comenta que otra de las cosas con las que se trató de calmar a los inversionistas en Nueva York fue justamente la estrategia que se implementó en contra del huachicoleo, en la cual de acuerdo con los datos que presentaron, se podrán recuperar 80 mil millones de pesos anuales que se perdían por este ilícito; sin embargo, considera que esto difícilmente se podrá cumplir pues “en ningún país se ha logrado acabar con el robo de combustible, se ha combatido y ha disminuido, pero no se ha acabado. Así que decir que vas a contar con un presupuesto adicional es muy arriesgado”.

Mario Maldonado destaca que, en este caso, comparte la opinión de otros analistas que afirman que estamos en la misma situación de cuando el expresidente Ernesto Zedillo dijo que le habían dejando la economía prendida con alfileres, y Pedro Aspe, secretario de Hacienda en tiempos de Salinas de Gortari, le contestó: “sí, pero ustedes se los quitaron”.

Apunta que aunque es cierto que el gobierno de Enrique Peña Nieto administró muy mal Petróleos Mexicanos y la empresa pudo quedar prendida con alfileres cuando se le entregó a López Obrador y a su equipo, ahora son ellos los que podrían estar quitándolos, “arriesgándose a que se pueda desplomar, con lo que vendría un posible cambio de las calificación de Pemex, lo que traería efectos negativos”.

“Una degradación de la deuda de Pemex, de su perfil financiero, además de efectos negativos traería contagios, por ejemplo, para la CFE o a la deuda gubernamental que tiene México y que está en manos de extranjeros pues aumentaría los pagos de las primas de riesgo que el gobierno tiene que pagar por los bonos que tiene colocados en el mercado internacional por su deuda. Ahí es donde se comenzaría a complicar todo”.

Aunque acepta que afortunadamente Pemex no se encuentra en ese nivel y para que pierda su grado de inversión todavía falta que se le degrade dos o tres veces más, “es cierto que si hacen todo mal se puede descomponer todo muy rápido”.

 

 

Entrevista a Mario Maldonado | Analista financiero y columnista de El Universal

Entrevista a Mario Maldonado | Analista financiero y columnista de El Universal

Se debe frenar crisis por gasolina

Al hablar sobre la posibilidad de que las calificadoras de riesgo puedan llegar a bajar su perspectiva para México, Mario Maldonado afirma que, al igual que Moody’s, considera que al menos por el momento no existe ningún riesgo, aunque advierte que en caso de que la problemática de la gasolina se profundice o se alargue más allá de dos semanas, sí habría una serie de efectos para nuestra economía.

“En primer lugar hay que decir que se detonarían una mayor inflación y una desaceleración o caída de la actividad económica, pues se empezarían a afectar las cadenas productivas a sectores importantes como el transporte, el turismo, alimentos y bebidas. Hay que recordar que la economía son vasos comunicantes todo el tiempo.

Reitera que pese a que en este momento no hay un riesgo latente de una fuga de capitales o de una depreciación muy fuerte del peso, si esta crisis de la gasolina se recrudece, la afectación a la economía se vera reflejada en los indicadores de la actividad económica de la primera y segunda quincena de enero.

Explica que ahí veremos de qué manera esta estrategia le pegó a la inflación y efectivamente aumentaron los precios, “hay que recordar que la actividad económica no solo cae porque hay menos transporte, sino porque la gente sale menos. Ya lo decía Jonathan Heath, quien se perfila para ser subgobernador del Banco de México, que gracias al desabasto de combustible que se vive en varios estados del país, se puede esperar una tasa negativa en el IGAE, que es el Indicador Global de Actividad Económica para el mes de enero”.

Mario Maldonado destaca que cuando se den a conocer estos datos de la inflación y del crecimiento económico será cuando los analistas y los inversionistas se den cuenta si hubo alguna afectación, pero el problema más serio se dará si se mantiene la crisis, pues ahí es cuando empezarán las presiones con una mayor volatilidad del peso.

En torno al hecho de que esta ultima semana el dólar haya logrado situarse por debajo de los 19 pesos, el analista financiero descarta que se deba necesariamente a factores internos, sino más bien a los externos, “hay que ver que Estados Unidos continúa con su cierre de gobierno, lo que ha hecho que se genere una gran incertidumbre alrededor del dólar con respecto a muchas otras monedas”.

“Aunque es un hecho que es buen momento para que aproveche el gobierno mexicano para decir que no hay crisis, pues el peso se fortalece y los inversionistas no están saliendo; sin embargo, creo que cuando Estados Unidos termine de resolver su problema del cierre de gobierno, entonces  el dólar volverá a tomar fuerza y es cuando el peso volvería a verse presionado”.

El gran ausente, Octavio Romero

Mario Maldonado señala que a la luz de esta crisis lo más grave ha sido la ausencia de Octavio Romero, director general de Pemex, quien aunque ha tenido reuniones con empresarios y gobernadores, ha sido omiso en lo que tiene que ver con la comunicación hacia la opinión publica, “lo que podría terminar en que eventualmente se cambien los liderazgos en Petróleos Mexicanos, desde el director general hasta el director financiero. Eso es lo que tendría que suceder”.

“Obviamente que se tendrían que colocar personas capaces, exdirectivos financieros o funcionarios de alto nivel que tengan un manejo y dominio de los conceptos que ofrecen, que sean respetados fuera de México, en la comunidad financiera internacional y en algunos círculos de Wall Street”.

Señala que sobre todo cuando los datos dicen que nos estamos refiriendo a la empresa petrolera más endeudada del mundo, que tiene pasivos cercanos a los 100 mil millones de dólares, por lo que debe de refinanciar su deuda cada año, “este 2019 no será la excepción, pues tendrá que refinanciar una deuda por casi 5 mil millones de dólares, por lo que deberá ir justamente con la comunidad financiera internacional a buscar nuevas líneas de crédito”.

Por eso dice que lo que llama la atención en este momento es el “timing” que utilizaron los funcionarios mexicanos para realizar esta gira de trabajo a fin de reunirse con inversionistas y las calificadoras de riesgo de Wall Street, cuando precisamente se gestaba una crisis de escasez de gasolina, de cambio en la estrategia logística de  distribución de los combustibles, “definitivamente no fue el mejor momento para tratar de vender o de presentar los planes financieros y de negocios de Pemex”.