Entrevista a Eduardo Sojo Garza-Aldape | Director General del LNPP

En el marco de la nueva política de austeridad del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, la semana pasada el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) se vio en la necesidad de anunciar ajustes en sus proyectos estadísticos, salarios de su personal y prestaciones, lo cual ha sido como un gancho al hígado para un instituto que tiene como objetivo gestionar información para contar con una radiografía completa del país, la cual sirve como herramienta para conocer los avances y retrocesos, así como el desempeño del propio gobierno.

De acuerdo con diversos analistas, ante la falta de los 14 proyectos estadísticos que el Inegi suspendió, los mexicanos nos quedaremos sin la posibilidad de medir ni evaluar el gobierno, nuestro poder adquisitivo, la situación de la niñez, las mujeres víctimas de violencia, el consumo de drogas, por lo que no se podrán generar ni impulsar programas ni políticas públicas en sectores clave para el país.

Al respecto, la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) señaló que ese ajuste a los recursos son una amenaza para la democracia del país que atenta en contra de la autonomía del instituto, por lo que hacen un llamado al gobierno a no desbaratar la credibilidad en el mismo.

En entrevista con Siempre!, Eduardo Sojo Garza-Aldape, quien fuera su presidente de 2008 a 2015, pese a que su actual presidente Julio Alfonso Santaella ha dicho que los recursos fiscales disponibles en el instituto se van a concentrar en los proyectos medulares, esto no quiere decir que la suspensión de estos proyectos no dejen de ser un paso atrás para el país.

Al considerar que el ahorro del gobierno federal a la larga saldrá más caro al país, el actual director general del Laboratorio Nacional de Políticas Públicas (LNPP) afirma que se debe tener presente que cualquier retorno a la inversión en materia de información es positivo, sobre todo cuando estamos inmersos en la era de la información.

Por ejemplo, dice que al no contar con estadísticas que te ayuden a medir el uso del tiempo, no se podrá medir el trabajo familiar no remunerado que realizan las mujeres en los hogares, lo que hará que se pospongan decisiones importantes en esa materia; bien, al no contar con la Encuesta Nacional de Población Privada de la Libertad, se estarán retrasando disposiciones que serían de suma importancia para aquellos que se encuentran privados de su libertad.

Sojo comenta que otra gran preocupación es el hecho de que no se pueda llevar a cabo el Censo  Agropecuario, el cual podría ayudar mucho al nuevo programa de precios de garantías, pues ofrecería una serie de datos e información para que se ejercieran mejor los recursos. “Sabemos que a veces es difícil, sobre todo en cuestión de estadísticas, medir el retorno a la inversión, pero indudablemente en todos los casos, toda esa información que genera el Inegi tiene un retorno a la inversión muy positivo, pues son temas que permiten tomar mejores decisiones”.

AUTONOMÍA, EN EL ADN DEL INEGI

Al señalar que cuando existen recursos fiscales limitados y se asignan prioridades, siempre hay perdedores, y en este caso uno de esos perdedores son justamente estos proyectos estadísticos; el economista advierte que ante el recorte presupuestal del gobierno federal nos vamos ir encontrando diversos proyectos y programas que no se van a realizar, “son parte de los costos que se van a generar, porque la reasignación del gasto no es gratuita, tiene costos”.

Indica que en general este recorte no pone en riesgo la institución pues la columna vertebral del Sistema Nacional de Información Estadística y Geográfica se encuentra blindada, “en ese sentido, no hay un riesgo pues la autonomía se encuentra en el ADN del instituto, por lo que es muy difícil que se pueda perder”.

Aunque reitera que, como país, estamos dando un paso atrás al dejar de contar con mucha información que es útil en distintos sectores, además de que advierte que al reducir los salarios los puestos dejarán de ser tan atractivos para gente muy calificada con la que hoy en día cuenta el Inegi.

“Hay que recordar que el Inegi tiene un personal muy calificado, al cual si le bajas el sueldo pues quizá se les haga más atractivo moverse al sector privado, sobre todo cuando los puestos que ocupan son muy técnicos, pero eso lo vamos a ir viendo en un futuro”.

Dice que la buena noticia es que en el caso del Instituto, el Senado aprobó la propuesta del presidente López Obrador de que Enrique Ordaz y a Adrián Franco sean parte de la junta de gobierno, pues estos dos personajes son gente que se ha formado dentro del mismo instituto en temas de generación de información, además de haber ya sido directores generales.

 

EN DEUDA CON EL SECTOR AGROPECUARIO

De acuerdo con el director general del LNPP, de los 14 proyectos que se anunció su suspensión, en el que se tiene una mayor deuda en materia estadística en el país, es con el Censo Agropecuario, pues aunque se suponía que se tenía que realizar cada 10 años no se ha hecho de esa manera.

“Se realizó en el 70, en el 80 solo se presentó una muestra, se realizó el del 91, pero en 2001 no se hizo, fue en 2007 cuando se llevó a cabo pero no con todos los recursos fiscales que se debería hacer. Debería de haberse hecho en 2017, lo que no sucedió, ni en 2018; y ahora tampoco se hará en 2019”.

Destaca que eso generará un costo muy grande pues no se podrá contar con la información censal necesaria para tomar decisiones con mayores evidencias que ayuden a planear lo que se hará en el sexenio en esta materia, y aunque acepta que será un costo que no se le podrá atribuir totalmente a este gobierno, pues los anteriores tampoco lo realizaron, asegura que sí es el caso más grave de posposición que se anunció.

OTROS PROYECTOS NECESARIOS

Eduardo Sojo comenta que otros de los proyectos que espera que únicamente sea una posposición y no una pérdida es la Encuesta Nacional de Hogares (ENH), en la cual el Inegi había luchado mucho para que hubiera una segunda encuesta continua de hogares, que era la Encuesta de Ocupación y Empleo (ENOE), la cual le permitía generar información sobre vivienda.

Además —dice— estaba diseñada para que se le colgaran módulos para generar información que no se tenía en el país, “de esa encuesta se desprenden otros módulos como el de lectura, de educación física y deporte, de movilidad social, de aspectos relacionados con medio ambiente en los hogares, otro de una encuesta demográfica retrospectiva, entre algunos más”.

“Es decir, era mucha información de áreas en las que México se encontraba en buena parte a ciegas, pero al cancelarse también se pierde la posibilidad de generar información útil para la sociedad y para el propio gobierno. Son datos que se hubieran podido aprovechar para conocer más sobre cuestiones relacionadas con la juventud, ocupación o trayecto-ria laboral, pero que ahora desafortunadamente ya no se tendrán”.

RETRASO EN SEGURIDAD

Al recordar que a la hora de tomar decisiones en materia de seguridad el tiempo es oro, Eduardo Sojo estima que en la parte de seguridad habrá un retraso pues pese a que en el país se han hecho grandes esfuerzos por en-tender el problema ahora no se levantarán varias encuestas que son importantes para entender y comprender bien el problema.

“Una por ejemplo, que ha sido muy importante es la Encuesta Nacional de Cohesión Social para la Prevención de la Violencia y la Delincuencia (Ecopred) que se levantó en 2014 por primera vez y que ahora cinco años después en 2019, tocaba actualizarla, pero pues ya no se va hacer”.

Al igual —indica— que otra encuesta que tocaba actualizar y que ya no se va a realizar: la Encuesta Nacional de Población Privada de la Libertad (Enpol), la cual es sumamente importante para entender la problemática de las personas que se encuentran recluidas, así como de la Encuesta Nacional de Sustancias Psicotrópicas (Ecosup), la cual se haría por primera vez y que también hubiera sido necesaria para conocer cómo es el tema de consumo de drogas en México.