Entrevista a Raymundo Tenorio | Profesor emérito del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM)

“La economía afortunadamente está en marcha. Aún crece poco, pero no hay ni asomo de recesión como quisieran nuestros adversarios conservadores, o como pronostican con mala fe sus analistas. Se van a quedar con las ganas”, aseguró el presidente Andrés Manuel López Obrador durante su discurso por los cien días de su gobierno.

En lo que pareció más un acto de campaña, López Obrador volvió a desechar los indicios de que 2019 no será un año fácil. A un lado dejó la revisión a la baja de las perspectivas de crecimiento del Banco de México y, por el contrario, insistió en que creceremos al 4 por ciento promedio.

Afirmó que la fórmula para convertirnos en una potencia económica y hacer crecer la economía es nada más combatiendo la corrupción, pero en ningún momento atendió lo que los mercados advierten.

Al hablar sobre el tema y aseverar que tanto el presidente como el poder legislativo se han encargado de que la economía vaya sin ningún rumbo en estos primeros cien días de gobierno. Raymundo Tenorio, profesor emérito del ITESM, señala que se han generado muchas dudas y desconfianza con el manejo que se hace  de las cifras y con la forma en que se justifica el rumbo de a economía.

Explica que, pese a que el presidente habla de un nuevo modelo económico, este no termina de aparecer pues, aun cuando critica el neoliberalismo económico que manejaron sus antecesores, sigue sin definir cuál es o será su modelo económico, “simplemente habla de que se manejará una economía mixta, pero no define en dónde se dará. Han dicho que se utilizará capital semilla, pero no aclara para qué proyectos. En general, lo que podemos decir es que hay una total ausencia de un plan económico”.

 

Desconfianza en las cifras

Al hablar sobre las cifras manejadas por el presidente, sobre todo durante su discurso por los cien días de gobierno, con las que difiere, indica que, por ejemplo, el gobierno federal insiste en la idea de que creceremos al 4 por ciento promedio, lo que no es del todo cierto.

Explica que, al menos por el momento, no es posible pues los datos con los que se cuenta no indican lo mismo, “esto se debe a la simple razón de que el gobierno no se ha ocupado de la economía, por el contrario, la sigue llevando al fondo de la alberca: la inversión fija bruta, la actividad industrial y el indicador coincidente del valor agregado a las importaciones se están yendo a pique”.

“Cuando dice que quienes nos atrevemos a hacer pronósticos científicos estamos actuando de mala fe, solo es para justificarse. En lo personal, no lo hago, por el contrario, solo me dedico a enseñar las ciencias económicas y los pronósticos dicen que estamos inmersos en un ciclo recesivo. Eso no lo digo yo, lo dicen los números, los analistas del Banco de México, de la OCDE, del Fondo Monetario Internacional (FMI), del Banco Mundial (BM) y ninguno de esos analistas actúa de mala fe”.

 

Ahorros por corrupción, discurso político

En torno a la idea de que el plan económico del gobierno radica en acabar con la corrupción y la impunidad, lo que nos llevará a ser una potencia mundial, Tenorio indica que el asunto no es tanto el ahorro que se pueda alcanzar, sino la manera en que se gaste.

Expone que cualquier tipo de ahorro hace que se genere dinero, “por ejemplo en los hogares, se puede ahorrar para las prioridades, pero si no le inviertes al mantenimiento de tu casa, con una impermeabilización, con mantenimiento del calentador de agua, si no le inviertes al patrimonio, tarde o temprano vas a tener goteras y cuarteaduras”.

“Eso mismo pasa con el gobierno, privilegia esos ahorros para gasto social pero está descuidando la infraestructura, que es la que produce la riqueza. Pero esa infraestructura no debe ser solamente el tren Maya, la refinería de Dos Bocas, el aeropuerto de Santa Lucía. Para él, esa es su gran infraestructura. No, por favor, está mal”.

Señala que lo que no entiende el presidente es que durante este año será sostenible repartir dinero como lo está haciendo, pues es dinero que sale de la austeridad miserable que ha implementado: la reducción de sueldos, el recorte a la burocracia. Pero en los siguientes años, ese dinero no se va a generar si no hay una actividad económica que genere IVA, ISR, IEPS.

Tenorio recuerda que para que haya dinero en el país, todo depende de que la economía esté en marcha, “si la economía camina, se podrán generar los recursos que necesita para obsequiar, pues el hecho de que por el momento cuente con ese dinero, no quiere decir que se pueda sostener ni siquiera en el mediano o el corto plazo”.

Sobre todo cuando, afirma, están presentes otra serie de decisiones que tienen que ver con lo económico, como aquellas relacionadas con Petróleos Mexicanos, “no es entendible esa necedad de construir la refinería de Dos Bocas, cuando lo que necesitamos es producir petróleo que se pueda exportar y con esas exportaciones pagar lo que debes. Por el contrario, lo que quiere es producir gasolina, pero lo peor es que la quiere para subsidiarla”.

“En fin, lo que podemos decir es que si para mañana el gobierno no implementa medidas que los economistas llamamos ‘contracíclicas’ para evitar caer en una recesión, en los próximos dos meses vamos a estar aquí señalando al presidente que —aun cuando se le advirtió lo que venía— no hizo caso y simplemente nos consideró sus adversarios”.

 

 

 

Lo bueno, lo malo y lo feo de los cien días

Lo bueno:

De acuerdo con Raymundo Tenorio, entre los puntos buenos que se han presentado en la economía en los primeros cien días del gobierno de López Obrador, se encuentran dos medidas, por un lado, el Programa de ayuda a los trabajadores del Infonavit para que puedan acceder a la reestructuración de su crédito; por el otro, que los adolescentes de 15 a 17 años de edad podrán abrir cuentas bancarias y de cheques, lo que empoderará a los jóvenes.

En cuanto al tipo de cambio, afirma que una buena noticia es que no haya tenido mayor volatilidad, “salvo en los momentos en los cuales los correligionarios del presidente, tanto en la Cámara Baja como en la Alta, han amenazado con regular las comisiones bancarias, modificar la ley de Pemex, modificar la ley de Banxico y regular la operación de las calificadoras de riesgo, lo cual se convierte en malo pues demuestra una improvisación brutal”.

 

Lo malo:

Entre lo malo, destaca la destrucción que se ha hecho de proyectos de inversión, “entre los que sobresale la cancelación de uno de los proyectos más importantes para el país: el Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM)”.

“Esta cancelación la justifica diciendo que en algún momento se dará a conocer la información que demuestra que el gobierno tomó la mejor decisión. Ojalá, también algún día demuestre que México progresó de la misma manera que si se hubiera seguido con el proyecto”.

Entre las decisiones malas también se encuentran tanto la cancelación de la cuarta subasta de producción de energía eléctrica con fuentes renovables, como la cancelación de la última ronda de licitaciones en materia de extracción de petróleo.

Tenorio dice que la mayor mentira que se ha dicho tiene que ver con los precios de la gasolina, pues “aunque en su discurso dijo que los precios no aumentarán en términos reales, se puede constatar que en este periodo, la gasolina de bajo octanaje aumentó un 7 por ciento nominal aun cuando la inflación solo lo hizo en .7 por ciento, por tanto hubo un aumento real del 6.3 por ciento”.

“Lo único que hizo fue justificarse y reconocer que sí han aumentado y lo revisarían. Ahora ya sabemos que la manera de revisarlo no fue modificando el cálculo, sino únicamente modificar el manejo en el subsidio de las gasolinas. Ahora hay que ver qué es lo que van a hacer con la energía eléctrica”.

Lo feo:

Para Raymundo Tenorio, lo feo de estos cien días radica en que el gobierno solo se ha dedicado a realizar una especie de operación cicatriz con la iniciativa privada, aun cuando desde su campaña y después ya como presidente electo la calificó de ser una minoría rapaz y corrupta con influyentísimo vinculada con las mafias del poder.

Indica que pese a haber convenido con el Consejo Coordinador Empresarial hacer crecer el país 4 por ciento, hasta el momento no se ha dado a conocer ningún incentivo que ayude a llegar a esa meta, “como podría ser favorecer la depreciación acelerada de nuevos activos, disminuir el impuesto sobre nominas a la mitad, pues el único incentivo fiscal que ha otorgado ha sido el de la frontera norte que se ha dado selectivamente y que, por el contrario, ha tenido efectos negativos para la economía”.

Señala que contrario a la cifra anunciada por el presidente de 220 mil empleos generados en los últimos cien días, existen datos que demuestran que tan solo en diciembre se perdieron más de 100 mil empleos, “en esta parte se encuentra lo que se conoce como economía social, en la que tiene que ver la manera indigna en que en se ha despedido a miles de trabajadores lo que demuestra que este gobierno no cuenta con ningún sentido de valores”.

Lo más feo, afirma, es la llamada austeridad que se ha implementado, “la cual, incluso, ha rayado en una austeridad miserable y que ha hecho que en las dependencias de gobierno los trabajadores tengan que laborar de una manera inaceptable, obligados a apagar la luz en cuento salen de su área de trabajo, que no se les dé la papelería necesaria para su labor, etc. Esa es una austeridad miserable”.

Señala que el uso del presupuesto con fines clientelares es otro punto feo pues es evidente que la administración actual bajo el simbolismo de la corrupción utiliza los programas sociales, “todo lo que huela al gobierno pasado desaparece, sin importar si servía o no”.