En la transición política que vivimos, instituciones son analizadas y con frecuencia cuestionadas por sus modalidades en que se insertaron en dinámicas del viejo régimen cada vez más identificado por sus características neoliberales.
Así, al estudiar al Consejo Nacional de Evaluación de la Política Social (CONEVAL) del Gobierno mexicano, nos evoca pensar en los sistemas de evaluación en el sector público federal de México[1]. Y aquí, tenemos que apuntar los ejes centrales de operación que se concentran en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público determinante en el diseño, realización y evaluación de las acciones que llevan a cabo las dependencias del Gobierno federal.
¿Cómo se inserta en este modelo el CONEVAL? Este organismo se articula con distintas instituciones, incluso con el Poder Legislativo. Con las de Hacienda y la de Desarrollo Social, que ahora es la de Bienestar, sus vinculaciones son de especial relevancia. Emite cada dos años un informe sobre las tendencias de la pobreza en el país y suele cuestionar a estas dos instituciones y a los gobernadores por los avances escasos en la disminución de pobres.
El CONEVAL genera interpretaciones sobre la operación del Gobierno y sus presupuestos, la eficacia de su ejercicio y da recomendaciones que sistemáticamente se enfocan a la readecuación de los programas, pues reducir ampliamente indicadores de pobreza parece imposible en sociedades capitalistas como la nuestra.
Por otro lado, el CONEVAL usa datos que recopila el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), que es su fuente primaria. Su principal metodología de análisis es la del marco lógico que la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) introdujo a mediados de la primera década de este siglo.
Y ese método es la base de los estudios y evaluaciones de la Secretaría de Hacienda para distribuir presupuestos públicos controlando los flujos de información digitalizada en todo el Gobierno. El CONEVAL acompaña esta función que hoy podría suponer cambios en los objetivos si pensamos en un nuevo régimen en construcción.
Ahora, habría que ver como se expresan los programas sociales que impulsa el presidente López Obrador en el cuadro multidimensional que aplica el CONEVAL al observar indicadores que convergen en la situación de pobreza: educación, vivienda, salud, abasto, alimentación, infraestructura básica.
Por lo pronto, en sus recomendaciones a la Cámara de Diputados para preparar el presupuesto de 2020, sugiere evitar duplicidad en 46 programas del sector público federal. Ello, son referencias para situar el avance real del combate a la pobreza.
Será interesante ver cómo se incorporan los programas de este gobierno como el de adultos mayores, Jóvenes Construyendo el Futuro, el programa de becas, los de apoyo a la producción agrícola, entre otros que viene impulsando el Presidente de la República. La evaluación de la pobreza que se registra anualmente también podrá indicar los efectos de una política que reduce costos innecesarios causados por corrupción y gastos excesivos del sector público así como el pago a intermediarios. Ahí, apreciamos que está una de las pautas de adecuación de estos sistemas de evaluación del sector público federal en México.
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[1] Tomado de Flores Vera Juan A. “Sistemas de evaluación en el sector público federal de México. Fundación Estado y Sociedad A.C. 2018.


