El proyecto de presupuesto de egresos para 2020 presentado por el Gobierno Federal al Congreso presenta características semejantes al de 2019 y exige, por lo tanto un análisis diferente a los que estábamos acostumbrados. El total de 6 billones 96 mil 335 millones 800 mil pesos significa, en términos absolutos un incremento de 4.85 por ciento conn relación al de 2019. Sin embargo una vez que se conozca la inflación registrada en este año, seguramente el aumento será menor o incluso inexistente. Eso quiere decir que no se trata de un gasto que busque impulsar el crecimiento por esta vía, pero tampoco es un presupuesto restrictivo. En otras palabras, no disminuye el gasto, no hay un recorte del presupuesto total.

Lo que sí hay es una reestructuración, que se orienta por los mismos criterios que en 2019, esto es, se rige por tres prioridades: el gasto social, en particular el administrado por la Secretaría del Bienestar, a la que se le asignan poco más de 173 mil millones, esto es aumenta en casi 25 mil millones, que representan un 15 por ciento de crecimiento.

La segunda prioridad es la seguridad, pues se le dedicarán 59 mil millones. Aquí no se puede comparar el crecimiento porque se trata de una Secretaría de reciente creación., aunque un indicador es que la Secretaría de Gobernación, que disponía del gasto en seguridad, se le restan 55 mil millones.

La tercera prioridad es el sector energético con un presupuesto poco menos de 49 mil millones que significan un aumento de 21 mil millones o sea un 78 por ciento. Y hay que recordar que en este 2019 ya había recibido un aumento de 951 por ciento.  Si bien en el monto ocupa el tercer lugar, en cuanto a porcentaje de incremento es sin duda el rubro que tiene un mayor dinamismo.

Aparte de estas tres prioridades, otros rubros del gasto social crecen moderadamente, como educación que aumenta en un 5.4 por ciento. Aunque hay que subrayar que el mayor monto de gasto entre todos los rubros del presupuesto es precisamente el de educación, pues a la SEP se le asignan  324 mil 712 millones. En lo que atañe a la Secretaría de salud, también tiene un parco crecimiento, de 4.37 por ciento, pero también es el tercer  rubro en cuanto a monto del gasto, pues recibirá 128 mil 589 millones.

Naturalmente, dadas estas prioridades, hay recortes en otras áreas, como en la Secretaría de Economía (menos un 31 por ciento), o en turismo  (menos 43 por ciento). Preocupa que la Sagarpa disminuya un 29 por ciento, porque se trata del campo que necesita un gran impulso, en especial a los campesinos de pequeña propiedad. No queda claro, si se está considerando canalizar la ayuda a través de programas administrados por la Secretaría del Bienestar.

Independientemente de los casos específicos, la reestructuración del presupuesto que sigue en curso implica un cambio de paradigma respecto del neoliberalismo. Eso es lo que dicen estrictamente las cifras, como quien dice los datos duros del presupuesto de 2020.