Usando un lenguaje anacrónico, el presidente Andrés Manuel López Obrador se negó a recibir la  La Caravana Paz y Justicia que encabezaban Javier Sicilia y los hermanos Le Barón. Días antes defendió la represión a migrantes, aduciendo que “La Guardia Nacional resistió y solamente de manera “aislada” hubo choques”.

Porfirio Muñoz Ledo declaró “Morena  se me salió del corazón” y  ese  “partido de estado” se “quebró al usar la represión” , “el presidente será recordado por éstos  tristes  y salvajes hechos”.

Porfirio vuelve a ser ave de las tempestades.

Quizá en ésta fase de su vida, pretenda enmendar  aquel lamentable discurso elogiando a Gustavo Díaz Ordaz, cuando reprimió a los estudiantes en Tlatelolco. Cuestión que algunos ex dirigentes del 68, le reprocharon, entre ellos Luis González de Alba, quien se suicidó precisamente un 2 de Octubre, un poco antes de que se  cumplieran 50 años de la matanza en Tlatelolco.

Porfirio tiene más vidas que un gato.

Como Secretario del Trabajo durante el gobierno de Luis Echeverría pretendió crear un “Apartado C” del  Artículo 123 constitucional, para regular las relaciones laborales de los trabajadores universitarios o al menos colocarnos en el “Apartado B” , para que en ambos casos tuviésemos derechos restringidos a la huelga y que no existieran Contratos Colectivos.

Lo derrotamos.

Unos años después participó destacadamente en la “Corriente Democrática del PRI” . En esos días lo invitamos a la Facultad de Economía; los recibimos a él y a la Maestra Ifigenia, les dijimos bienvenidos a la oposición.

En el Frente Democrático Nacional y después de las cuestionadas elecciones presidenciales de 1988, fue uno de los principales fundadores del PRD.

A fines de 1988, fuimos a Tabasco a apoyar la candidatura de Andrés Manuel López Obrador para  gobernar Tabasco, una vez que el PRI no se la otorgó. En esa ocasión junto con Porfirio, fuimos a Tabasco varios, entre ellos Adolfo Aguilar Zínser (+) , Jorge G Castañeda, Adolfo Gilly, Félix Goded (+), los  jóvenes Carlos Tello Díaz y Jesús Silva Herzog. Además una singular Princesa, sin eufemismos, María Teresa de Borbón y Parma profesora de la Universidad Complutense de Madrid, conocida en España  como la “Princesa Roja” , por  tener posturas muy cercanas al pensamiento libertario.

La Princesa era amiga de Porfirio. Me hice amiga de ella bromeando, la bautizamos como “la Princesa Caramelo” .

Durante la gira por la Chontalpa hubo un incidente posterior a un mitin en una población. Rumbo a Villahermosa se nos dijo que había muerto una niña. Andrés Manuel quedó muy impresionado y casi enmudeció. Porfirio asumió el liderazgo y propuso denunciar inmediatamente al Gobierno Federal como responsable de la agresión. No titubeó. Ese episodio es significativo y de alguna muestra ciertos rasgos de la personalidad de quien hoy es presidente de la República, contrastando con el temple de Porfirio.

Treinta y un años después, lapso al que ha aludido Muñoz Ledo, de su relación con López Obrador; el presidente elude cumplir su obligación principal: escuchar y dialogar.

Cierra Palacio nacional a los ciudadanos que exigen justicia o demandan servicios y medicinas para sus hijos.

Ante los migrantes usa la represión. La Guardia Nacional dispara gases y golpea a hombres, mujeres y niños. Todo para aplicar una política  dictada por el presidente Donald Trump.

No es menor que Porfirio Muñoz Ledo, quien como presidente del Congreso le entregó la Banda Presidencial a Andrés Manuel López Obrador el pasado 1 de diciembre de 2018; hoy esté impugnando la política gubernamental.

El presidente tiene una gran habilidad para “distraer” la atención a temas banales, como la “rifa del avión presidencial” o combatir molinos de viento al considerar que es “víctima” de una conjura de “conservadores” y “provocadores”.

Esa habilidad, digna de Houdini, quien escapaba de baúles colocados en la profundidad del mar o de poderosas cadenas.

Los problemas nacionales no se pueden estar eternamente evadiendo.

El cero crecimiento de la economía; la ineptitud para atender la salud de millones; el desabasto de gasolinas de hace un año, encubierto con una supuesta campaña contra  “el huachicol”, que derivó en la muerte de más de 130 personas; el caos para poner en práctica los programas prioritarios del presidente como el de “Adultos Mayores” “Jóvenes  Sembrando Futuro” y las “becas” a los que suman 11 millones, según el propio presidente lo que se tradujo en cifras de miles de millones de pesos  no entregados oportunamente a sus beneficiarios y que no se  recuperaron jamás , sin que sepamos  a dónde se destinaron.

Además de lo anterior la política de recortes , produjo miles de despidos de trabajadores de bajos ingresos, una buena parte con precarias condiciones laborales, en el llamado rango de “honorarios” o de  salarios  miserables de 6 mil pesos.

Todo ello mientras se simuló una “reducción” de los ingresos de  altos mandos. Aunque siguen existiendo miles de “asesores” con ingresos ofensivos.

La política  económica sigue siendo neo liberal, a pesar de que el presidente decretó su muerte.

Ninguna inversión en proyectos productivos. Ninguna reforma fiscal redistributiva. Cero desequilibrio financiero. Topes Salariales. Proyectos  faraónicos que afectan a los ecosistemas y atropellan a las comunidades indias, como el Tren Maya; la refinería de Dos Bocas;  el Transítsmico y varias termoeléctricas.

Ahora se asignan como nunca antes las obras públicas sin concursos, ni licitación alguna,  siendo favorecidos personajes muy cercanos al presidente.

Un estilo de gobernar autocrático. Fascinado con escucharse a si mismo durante horas, todas las “mañaneras”, que ahora pretende hacer sábados y domingos.

Ese estilo requiere, como el propio presidente reconoció : pedirle a los dueños de medios deshacerse de  “columnistas” con millonarios honorarios. Esa aparente “austeridad” e impecable política  gubernamental de “no subsidiar , como antes a los medios”; es en realidad una política de “purga” para  eliminar a los críticos del gobierno y sustituirlos por articulistas, columnistas, conductores e incluso nuevas cadenas radiales que son incondicionales al presidente Andrés Manuel López Obrador.

No se diga el control casi absoluto de los canales de televisión y las estaciones de radio del Estado e incluso de varias universidades; donde solo se ve y escucha a propagandistas del gobierno.

Estamos ante el riesgo de sufrir graves retrocesos en materia de libertades y de una severa crisis económica y además sometidos a los dictados de Trump en materia de política de migración y otras de política internacional.