Los planes y programas de estudio tendrán perspectiva de género y una orientación integral, por lo que se incluirá… las artes, en especial la música…
Párrafo 14 del artículo 3º, agregado el 15 de mayo de 2019.
La revista The Economist aplica el término filantrocapitalismo para describir la tendencia de ciertos donantes de combinar objetivos comerciales con esfuerzos virtuosos. Hacen de la filantropía un negocio rentable. En México sucede lo mismo, pero tal vez en una forma más perversa. En Estados Unidos grandes empresarios deducen impuestos y hacen negocios, pero en México extraen rentas del Estado y, además, cazan prestigio. El caso de la Fundación Azteca y su patrono principal, Ricardo Salinas Pliego, es paradigmático, hasta influyó en enmiendas a la Constitución.
Muchos preguntamos porqué la música era tan especial, porqué debería sobresalir sobre otras artes. Sospeché que era porque el secretario de Educación Pública, Esteban Moctezuma, declara amor por ese bello ingenio. Ya sabía que fue el director de Fundación Azteca por casi dos décadas y presumía la construcción de orquestas infantiles y juveniles.
La primera referencia a la música como el arte superior fue en la iniciativa de reformas al artículo 3º y otros que el presidente López Obrador envió al Congreso el 12 de diciembre de 2018. El borrador decía que la educación que se imparta en el país deberá incluir “…las artes, en especial la música”. Lo de esencial fue una de las muchas erratas. No obstante, el debate se desató por la eliminación de la fracción VII, que garantiza la autonomía universitaria.
Mucho se escribió sobre el asunto y el gobierno dio marcha atrás. La SEP explicó que fue un error mecanográfico. Nada más los fieles lo creyeron. Es difícil pensar que alguien olvidó fracción de más de 100 palabras a menos, claro está, que sea muy incompetente.
Quizás el presidente López Obrador no leyó lo que preparó su gente en la SEP. Pero firmó. Hoy vemos la consecuencia de una sola frase, “en especial la música”.
El 22 de enero, Carmen García Bermejo publicó un reportaje amplio en Aristegui Noticias, “Gobierno de AMLO rescata las orquestas de Salinas Pliego”. El artículo se basa en una investigación periodística de Quinto Elemento Lab y da seguimiento a notas de 2018 acerca de la falsa filantropía de Ricardo Salinas Pliego, dueño de Canal 13, Elektra, Banco Azteca y más. Uno de los hombres más ricos de México.

En el relato de García Bermejo sobresale el punto de que el 85 por ciento de los recursos de las orquestas Esperanza Azteca provenían del sector oficial. “En una década casi mil 700 millones de pesos de recursos públicos dirigidos al proyecto musical del Grupo Salinas tuvieron como origen la Cámara de Diputados, diversas secretarías federales, y una treintena de gobiernos estatales y ayuntamientos”.
El presidente López Obrador ordenó en febrero de 2019 suspender la transferencia de recursos públicos a organizaciones sociales y sindicatos. A la Fundación Azteca se le cerró la llave más abundante de fondos.
Sin embargo, el secretario Moctezuma entró al quite. El boletín de la SEP del 17 de julio de 2019 anunció la creación del programa Orquestas Escolares Nueva Escuela Mexicana. ¡Increíble! La Fundación Azteca dona en comodato a la SEP instrumentos y otros materiales comprados con dinero público. En términos formales, la fundación mantiene la propiedad. Mas el secretario agradeció la generosidad de su antiguo patrón. La SEP: “recibió apoyo de la Asociación Azteca Amigos de la Cultura y del Arte A.C., para iniciar orquestas y coros sinfónicos infantiles y juveniles en todo el país”.
No obstante, todo indica que es al revés. El gobierno es el generoso. Se hace responsable de la estructura de las orquestas Esperanza Azteca, contrató a su personal como asesores externos e incluyó a directivos como altos funcionarios en la SEP. La fundación no pagará liquidaciones. ¡Buen negocio!
Es tiempo contra la corrupción, La cartilla moral es uno de sus estandartes. “El bien no debe confundirse con nuestro interés particular en esta vida”, dice en su página uno.
¡Qué bien que haya orquestas infantiles y juveniles! Concuerdo con el secretario que es una herramienta poderosa para crear un tejido social sano. Pero tan mezquino es expoliar al erario por medio de una organización “sin fines de lucro” que gastar dinero público para salvaguardar un proyecto insigne del filantrocapitalismo.
Retazos:


