Acapulco, Gro.-En la antesala del periodo de semana mayor, la actividad económica principal de la entidad que es el turismo, se ve amenazada por la posibilidad de contagio múltiple del coronavirus que llevó a las autoridades porteñas a cerrar bares, restaurantes y centro nocturnos mientras que el sector privado demanda estímulos fiscales para acatar la medida y se cierne la posibilidad de que se genere un mercado negro de bebidas alcohólicas.

Desde hace décadas, las vacaciones de Semana Santa son consideradas como un oasis en el sector turístico pues la ocupación hotelera y la derrama económica alivian la carga financiera de las empresas locales.

Hoy las medidas preventivas contra el Covid-19 pueden convertir al periodo vacacional en un periodo de sequía que podría en riesgo letal a las empresas. Se percibe que, tan inminente como la expansión del contagio del Covid 19 es el daño a la muy endeble economía local.

Carlos de la Peña Pintos, secretario de Salud del estado, informó que la cifra de casos confirmados de Covid 19 en la entidad aumentó a cuatro, tres de ellos en el puerto, más la universitaria de Chilpancingo.

Pero Diana Guevara, alumna de la escuela de Derecho de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAGro), primera guerrerense que fue diagnosticada con coronavirus, negó tener los síntomas y además reclamó que las autoridades hayan hecho público su caso, antes de ser notificada formalmente de que era portadora de la enfermedad.

Guevara viajó a España por un intercambio académico, regresó a México por la incertidumbre que se vivía en ese país ibérico por el brote de la enfermedad el pasado 12 de marzo sin ningún síntoma. Al llegar al aeropuerto de Ciudad de México, no pasó por ningún filtro.

Como medida de prevención, se aisló en su casa y “solicité que me hicieran la prueba aún sin presentar ningún síntoma, por mera precaución. Me tomaron una sola muestra, me dijeron que los resultados estarían hasta el martes 17 de marzo, creía que por la emergencia de esta situación iban a agilizar el resultado, pero no. El lunes 16 de marzo a mediodía me doy cuenta a través de una conferencia de prensa que las autoridades estatales confirmaron un caso en Chilpancingo con mis características (una joven estudiante que viene de España), estaba segura que no era yo porque no tenía, por parte de ellos, ninguna información confirmada; cuatro horas después de esa conferencia llegó un solo médico a mi domicilio a informarme que el caso positivo era yo, el médico no me entregó el resultado por escrito y tampoco alguna receta médica, sólo información verbal de que yo y mi familia permaneciéramos en casa por 14 días”.

“Me encuentro muy bien de salud, no me hubiera regresado de no sentirme así, no tengo NINGÚN síntoma como aseguran aunque salí positivo, es la realidad, y mi familia también está muy bien, las chicas que vivían conmigo en Madrid se encuentran también muy bien, sin ningún síntoma, sin embargo estamos aislados y lo seguiremos estando.”

De confirmarse la versión de Diana Guevara, que circuló inicialmente por redes sociales desde la noche del 18 de marzo, se estaría evidencia que no hay seguimiento formal al protocolo y ni a los procedimientos de diagnóstico médico ante el Covid-19

Al filo de las 9 de la noche de ese día, Adela Román Ocampo, alcaldesa de Morena en Acapulco, difundió un video por la red social Facebook, en el que confirmó el cierre de establecimientos de concentración masiva de personas, como «bares, discotecas, cines, plazas comerciales, gimnasios y cualquiera» que pueda significar riesgo de contagio.

La determinación fue tomada en cabildo con la ausencia de cuatro ediles, ante la posibilidad de que en las siguientes horas se pudieran confirmar los 100 casos con lo cual sería puesta en vigor la fase 2 del programa de combate al coronavirus.

Dijo también que habrá avisos en la Autopista del Sol para notificar a los viajeros a que tomen medidas “porque aquí prácticamente algunos establecimientos no van a estar funcionando”.

Sin embargo, los integrantes de la Cámara Nacional de Comercio y Servicios Turísticos (Canaco-Servytur) advirtieron que no cerrarán sus negocios ante la pandemia de coronavirus, aunque reducirán la cantidad de clientes que atienden en restaurantes y bares, e instalarán filtros de revisión.

Alejandro Martínez Sidney, representante de la Federación de Cámaras de Comercio (Fecanaco), criticó que la medida restrictiva del ayuntamiento de Acapulco es arbitraria y apuntó que no está preparado para este tipo de contingencias ni para ayudar a los pequeños comercios.

 

Respirar en Guerrero, asunto letal

Dentro de las tres principales causas de enfermedad en Guerrero se encuentran las infecciones respiratorias agudas, con una tasa de 23 mil 509 por cada 100 mil habitantes; las infecciones intestinales con 4 mil 680; y las infecciones de vías urinarias con 2 mil 91.

En la entidad, la Secretaría de Salud atiende a dos millones 379 mil 100 habitantes, lo que representa el 70.2 por ciento de su población, de los cuales la mayoría no tiene acceso a la seguridad social.

En la actualidad el sector salud dispone de mil 38 unidades médicas de primer nivel; 27 de atención especializada o segundo nivel; y tres de tercer nivel: el Instituto Estatal de Cancerología, el Centro Estatal de Oftalmología y el Hospital de Especialidad de la Madre y el Niño Guerrerense en Chilpancingo. Asimismo, cuenta con unidades de apoyo como el Laboratorio Estatal de Salud Pública y el Centro Estatal de Medicina Transfusional, ubicadas en Acapulco.

El acceso a los servicios de salud también es una problemática a atender, ya que el 96 por ciento de la población indígena de Guerrero no logra cubrir sus necesidades por falta de hospitales, o bien porque éstos no cuentan con personal calificado y equipamientos básicos. Por ejemplo, la Montaña cuenta con un hospital general en Tlapa, que llega a atender a 300 mil 500 personas repartidas en 17 municipios; sin embargo, dicha unidad médica únicamente cuenta con tres ginecólogos, dos anestesistas y un pediatra contratados para cubrir un solo turno.

También hay 6 hospitales básicos comunitarios, sin especialistas ni equipamientos básicos; y unos 166 centros de salud, de los cuales más de la mitad no llegan a tener la presencia de un médico general, por lo que funcionan sólo con enfermeras y otro tipo de personal no especializado.

Aun cuando en el estado de Guerrero ha registrado avances importantes en la política de salud, sin embargo, su progreso aún no coincide con la magnitud de las necesidades y exigencias que en la materia tiene su población. Esta situación se ve agudizada cuando se compara su prioridad con otros temas de la agenda de gobierno estatal, como es la delincuencia organizada y el narcotráfico.

Las complicaciones para Guerrero van más allá de sus características físicas como una orografía que llega a imposibilitar los accesos; más bien se trata de la falta de impulso a una política de salud pública de calidad, con alto sentido humanitario, incluyente e integral, donde se logre atender adecuadamente a la mayoría de los cuidados. Por ello, es necesario que se establezcan estrategias y líneas de acción que definan un sentido claro de cómo aplicar las políticas de salud en la entidad.