Acapulco, Gro.-En medio del apremio por terminar la etapa del confinamiento y la omisión ciudadana de las disposiciones y protocolos de sanidad, Adela Román Ocampo, alcaldesa municipal morenista de Acapulco, lanzó la advertencia sobre posibles brotes de violencia como consecuencia de prologar el receso de las actividades económicas en el municipio.

En Acapulco se vive una situación dramática, debido a la suspensión de las actividades económicas por ello, la presidente municipal, planteó la necesidad de “consensuar criterios para ver qué lugares pueden empezar a abrirse y reactivar la economía gradualmente, como restaurantes y hoteles, guardando la sana distancia, con todas las recomendaciones del Sector Salud, “de lo contrario se nos dispararía la violencia, mientras se avanza hacia el color naranja en el semáforo “ya se deben establecer nuevas medidas para entrar a la nueva normalidad, una vez superada la contingencia sanitaria” agregó la edil.

La problemática que se vive en la entidad con la epidemia no permite decisiones de simple voluntad o de asumir cualquier tipo de riesgos. La ciudadanía ha incumplido las recomendaciones sanitarias desde que se instrumentó la estrategia de la sana distancia y el confinamiento aduciendo la necesidad de obtener recursos.

La incredulidad tanto a las autoridades de salud como a la existencia de la enfermedad ha sido otro de los factores alentado por la propagación de diversos rumores.

A fines de mayo se preveía la reanudación de las actividades económicas y sociales comenzaría el 15 de junio, pero desde el 12 del mismo mes, la posibilidad se disipó ante el incremento de contagios y muertos por el coronavirus.

Astudillo Flores reconoció el 10 de junio estar infectado de coronavirus, siendo el primero en hacerlo. Semanas antes circularon versiones de que funcionarios de gobiernos de diferente nivel, alcaldes y regidores e incluso elementos de seguridad asignados a destacadas figuras políticas, han presentado síntomas de la enfermedad.

El 15 de junio, tras desesperados llamados del Héctor Astudillo, gobernador del estado, se decretó la obligatoriedad de usar el cubrebocas en cualquier actividad tanto en espacio abiertos como cerrados y pidió a los ciudadanos respetar las disposiciones sanitarias.

Pero el anuncio del decreto fue como una llamada a misa. Numerosas personas no acataron la medida en este puerto. Se constató que en lugares como el Centro de Convenciones Copacabana, donde se ubican oficinas administrativas del ISSSTE, ignoraron el decreto. Hubo quienes se formaron afuera de los bancos de esa área estuvieron sin cubrebocas, y sólo hasta ingresar a la sucursal se lo colocaron.

Afuera de las tiendas de autoservicio, quienes esperaban a sus acompañantes hacer sus compras, lo hacían sin protegerse. Lo mismo ocurrió en el transporte público pues choferes taxistas, de colectivos y camiones urbanos circularon sin cubrebocas, tampoco acataron la disposición las personas que cuidan vehículos en la vía pública, conocidos como los viene, viene.

En cambio, el coronavirus está cumpliendo la amenaza de afectar sin distinción de personas. Gregorio Portillo Mendoza, presidente municipal de Zirándaro, informó que dio positivo a coronavirus luego de realizarse la prueba hace ocho días. Portillo Mendoza publicó 15 de junio en su página personal de Facebook un mensaje en el que informó de ser portador del virus: “Desde hace 8 días me hice la prueba COVID y hoy me entregaron los resultados: salí positivo”

La noche de ese día falleció en el Hospital General Dr. Bernardo Sepúlveda Gutiérrez, Gildardo Justo Zurita, director de Seguridad Pública Municipal, quien desde hace días se encontraba internado con síntomas de Covid 19.

Adela Román, informó que “gente cercana” a la presidenta han contraído coronavirus, y adelantó que se grabarán videos con los funcionarios que han enfermado, en un esfuerzo por tratar de concientizar a los ciudadanos “y que la gente se cuide y acate las recomendaciones sanitarias, ya que nadie está exento de padecer la enfermedad”. Igual que ocurre en el Ayuntamiento de Chilpancingo

“Yo misma, estoy trabajando a través de videoconferencias y videollamadas porque la situación es más delicada de lo que la gente se imagina” insistió.

La alcaldesa consideró urgente que Acapulco pueda salir del color rojo en el semáforo para poder reactivar las actividades económicas, a sus pares y al gobernador les subrayó la urgencia para abrir actividades económicas para evitar que se dispare la inseguridad”, pues éstas no pueden limitarse hasta fines del año ya que las posibilidad de brotes de inseguridad y violencia serían inminentes.

En contraste, de acuerdo con las autoridades estatales a pesar las numerosas movilizaciones sociales registradas durante la pandemia, Guerrero ocupa el lugar número 26 con la menor incidencia a nivel nacional en delitos de alto impacto pues delitos como homicidio, secuestro, feminicidio, extorsión y narcomenudeo, se han reducido significativamente en nuestro estado. La tendencia se observa a lo largo del primer cuatrimestre del año en curso.

Pero las carencias económicas pueden ser un pretexto para que ciertos grupos aprovechen la coyuntura y generen un estado de inestabilidad. En Guerrero, compiten al menos 40 grupos luchan por un diverso portafolio criminal, que incluye la producción y el tráfico de drogas, sobre todo heroína para el mercado estadounidense y varios tipos de actividades criminales que han aparecido recientemente principalmente la extorsión.

Los enfrentamientos entre grupos de autodefensa y grupos criminales ahora representan una parte importante de la violencia que afecta a Guerrero. Pero al tomarse territorios y hacer uso de la violencia extrema, algunas de las autodefensas han comenzado a parecerse a los criminales.

La proliferación de grupos de autodefensas refleja la gran falta de confianza en las autoridades estatales y las fuerzas de seguridad de Guerrero y muchas de ellas decidieron unilateralmente establecer en diferentes poblaciones rurales para evitar el contagio del coronavirus.

Este es el coctel explosivo que existe en la entidad. Las autoridades de gobierno le apuestan a que la población quiere trabajar y no se inmiscuirá en acciones delictivas. Pero se trata de grupos que se han empoderado y han desarrollado una capacidad de fuego la cual han demostrado en enfrentamientos con la Guardia Nacional. El escenario en cuestión es factible aunque evidentemente no deseable.