Acapulco, Gro.- Aún cuando durante el primer trimestre del año alcanzaron los 466.2 millones de dólares, la perspectiva es que durante lo que resta del 2020 tenderá a registrarse una severa caída el flujo de dichos envíos a Guerrero a consecuencia de la crisis sanitaria y económica en los Estados Unidos, impactando negativamente a la economía local.

De acuerdo con los datos del Banco de México, la cantidad de dólares acumulada en envío de remesas a la entidad representa 73.4 millones más que en el mismo periodo del año anterior, un comportamiento contrario a las expectativas que se mantuvieron desde que inicio el periodo de parálisis productiva en el país del norte.

Pero hacia lo que resta del año, es casi un hecho que los flujos de remesas van a disminuir drásticamente a partir de abril ante el incremento súbito y severo en el desempleo en Estados Unidos. Incluso se anticipa caída mayor a la de 2009, dado que se espera una recesión más profunda ahora.

Y para agravar las cosas, ante mayores complicaciones en el mercado laboral en EU, la recuperación en el envío de remesas será más lenta en esta ocasión.

Durante todo 2019, la cantidad de dólares que se envía a esta porción geográfica, sumó mil 737.6 millones de dólares y la complicaciones económicas que se viven en los Estados Unidos a consecuencia de la pandemia del coronavirus generaron desempleo pero aún durante el proceso de reapertura se prevé que este segmento poblacional quedaría marginada para nuevas contrataciones.

El incremento en la recepción de los envíos monetarios podría explicarse por la depreciación del tipo de cambio; ante la crisis sanitaria y por pérdida de empleo muchos mexicanos decidieron regresar a México en marzo. El traslado previo de sus ahorros podría haber sido para evitar viaje con efectivo y ser asaltado.

Hasta marzo, Guerrero se coloca como el séptimo estado de la República Mexicana por su captación de remesas provenientes de los Estados Unidos de América en lo que va del año.

El municipio de Guerrero que más remesas registra según cifras del primer trimestre del 2020 es Tlapa de Comonfort con 52.9 millones de dólares, seguido por Acapulco con 49.9 millones de dólares y tercer puesto, Iguala con 37,36 millones de dólares.

En los destinos turísticos, Acapulco lleva la delantera, pero lo que respecta Ixtapa-Zihuatanejo tiene una captación de remesas del 9.9 millones de dólares y Taxco de Alarcón, de 10.1 millones de dólares.

En menor cuantía figuran Chilpancingo; Pungarabato, Chilapa, Arcelia, Ometepec, Teloloapan y Huitzuco.

Pero el soporte más frágil de los envíos de dinero a la entidad sureña se debe a muchos casos de retornos de guerrerenses al estado por falta de empleo, pero otros por temor a contagiarse.

Organizaciones de migrantes que están en Houston, Texas y en Chicago, Illinois han manifestado su preocupación ante la situación por la que están pasando los paisanos, la cual es sumamente complicada por las medidas que están tomando en Estados Unidos por el tema del Covid.

Al respecto, Gaudencio Vélez Catalán, presidente de la Federación de Guerrerenses Binacional, ubicado en Santa Ana, California, indicó que Las empresas redujeron al mínimo sus actividades y sólo funcionan los negocios de alimentos, “llevamos 37 años viviendo acá y nunca había visto una crisis de semejante magnitud. Además las casas de envíos de remesas ya redujeron sus horarios porque casi no van personas a depositar.”

“Al paso de los días se pierde la confianza sobre la mejoría de la situación. El presidente Donald Trump quiso restablecer la actividad económica a partir del 20 de mayo, pero el gobernador de California, señaló que ‘no podemos sentirnos optimista mientras no veamos el declive en los contagios de Covid-19’, aunque es el estado con menos contagios’. Él actuó en consecuencia con la pandemia. En resumidas cuentas no hay nada seguro, estoy encerrado. Hay empleo pero los negocios están cerrados”. Siguió diciendo.

Al referirse a la repatriación de migrantes guerrerenses en aumento, estimó son gente varada en la frontera que solicitaron asilo político, “desgraciadamente no es el mejor momento para venir acá, por eso aumentan las repatriaciones. Hay guerrerenses que me han estado llamando de aquí que vienen para acá”.

El gasto público del estado de Guerrero se financia primordialmente con recursos provenientes de las participaciones, aportaciones y subsidios federales. Sólo el 3 por ciento de los recursos son producto del esfuerzo recaudatorio del Estado.

Dado que se trata de recursos monetarios entre particulares, el dinero tiene una función de apalancamiento de los egresos de las familias radicadas en Guerrero y complementan las limitaciones del presupuesto estatal para generar empleo o asistencia los sectores poblaciones que se benefician con la recepción de remesas. Palian la pobreza y restan presión social.

Las remesas no sólo son importantes para las familias, sino también para los municipios, estados y países que las reciben, ya que pueden generar cierta dependencia económica.

La dependencia de remesas de México se estimó en 2.7 por ciento del PIB para 2018, situándolo en su mayor nivel de dependencia. En el caso de Guerrero, el Banco Mundial precisó que el 9.3 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), en la entidad es generado por los envíos de dinero desde el extranjero. Se estima que la dependencia de Guerrero hacia las remesas es de 8 enteros porcentuales.

Una estrategia basada en las remesas no es el mejor escenario para el desarrollo de Guerrero ni de México.