Acapulco, Gro.- La identificación de los restos humanos pertenecientes a Christian Alfonso Rodríguez Telumbre, una de las víctimas de los 43 estudiantes de la Normal Isidro Burgos, fue recibida con muestras de esperanza pero también de escepticismo. Para algunos, especialmente para grupos estudiantiles de Ayotzinapa, se trata de una simple cortina de humo.
Al igual que cuando se identificaron los restos de Alexander Mora Venancio y Joshivani Guerrero de la Cruz, desaparecidos la noche del 26 de septiembre del 2014, la respuesta fue el rechazo de los resultados y la reiteración de la exigencia de que ser testigos con vida.
En un comunicado, los normalistas consideran el contradictorio que antes de iniciar las acciones oficiales contra la pandemia no existe un avance en la investigación del caso Ayotzinapa y ahora convenientemente se anuncian “con bombo y platillo” la aprehensión de un implicado en el caso y las instrucciones de aprehensión contra ex funcionarios.
El Comité Ejecutivo Estudiantil Ricardo Flores Magón recriminó al gobierno federal que utilizó el caso “como una cortina de humo” ante la crisis política y económica que enfrenta el mal manejo de la pandemia y la visita del presidente Andrés Manuel López Obrador a Estados Unidos “ a la cual nos oponemos por ser solo un instrumento mediático al servicio del Estado ”.
La mañana del 8 de julio los grupos de normalistas tomarán de manera simultánea las casetas de La Venta y la de Paso Morelos, con las mismas solicitudes.
En contraste, la generación “La Voz de mis hermanos retumba en mi corazón” expresó su reconocimiento al gobierno de México, al Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), al Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), a la UEILCA, y al titular de la Unidad Especial de Investigación y Litigación para el caso Ayotzinapa de la FGR, Omar Gómez Trejo, por los resultados de las investigaciones.
Los nuevos datos, fortalecen la hipótesis de que no fue un solo grupo el que actuó y se llevaron a todos los estudiantes, sino que tuvieron una operación muy grande para llevárselos a diferentes lados, en la que participaron no solo el grupo criminal Guerreros Unidos y La Policía Municipal de Iguala, considerado
Abel Barrera Hernández, director del Centro de Derechos Humanos de la Montaña (Tlachinollan).
Mucha de la información que hoy se hace pública se basa en la investigación que hizo el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) la cual, se contrapuso a la anterior “verdad oficial” y fue ignorada para que no creciera el macho y la protesta , y los padres y madres no aglutinaran un movimiento que pusiera en entredicho la forma como gobernaba el presidente Enrique Peña Nieto y frenar la consigna de que fue el Estado, insistió el director de Tlachinollan.
Agregó que “se debe reconstruir una nueva narrativa basada en las evidencias científicas a partir de estos nuevos indicios, pues las búsquedas arrojan otros datos, distintos a la“ verdad histórica ”, y apenas se comienza a correr la cortinilla de un elemento central que tiene un sustento científico. Es apenas el resto de un estudiante, hacen faltan más restos que están encontrando, esto es apenas un punto de vista que está mostrando con veracidad. “Hubo una operación muy grande para llevar a los estudiantes a diferentes lados, ya están saliendo esos elementos”.
Persistente, agregó que “se tiene que seguir la línea de los celulares, de cómo se registran las comunicaciones entre los diferentes actores tanto de la delincuencia como de las policías, son millas de llamadas que se hicieron”.
Por su parte, Felipe de la Cruz Sandoval, vocero de los padres de familia, manifiesto de la identificación de los restos de Christian Alfonso Rodríguez Telumbre, está bien recibido, aunque aún están en espera de ser mejor informados por las autoridades federales respecto al caso.
El vocero mencionó que convocar a una reunión al resto de los familiares y fue programado para este jueves, pues cada uno de ellos, dada la situación de la pandemia de COVID-19, se encuentra alejado en distintas comunidades.
Christian tuvo 19 años cuando desapareció la noche del 26 de septiembre de 2014, junto con 42 compañeros de la normalidad de Ayotzinapa, en Iguala, Guerrero.
En diciembre de 2014, la Procuraduría General de la República (PGR), encabezada por Jesús Murillo Karam, informó sobre los hallazgos de los restos de Alexander Mora Venancio.
En septiembre de 2015, PGR confirmó que el laboratorio de Innsbruck identificó uno más de los 43 estudiantes desaparecidos de la Normal Rural de Aytozinapa, de nombre Jhosivani Guerrero de la Cruz, y con otro fragmento reconfirmó la muerte de Alexander Mora Venancio, gracias a La extracción de ADN mitocondrial por las técnicas de secuenciación paralela masiva.
En estos últimos casos y según la información del gobierno federal, los restos de los estudiantes normalistas fueron hallados en una bolsa en el río San Juan que está cerca al basurero de Cocula, donde presuntamente habrían sido incinerados, junto con los otros jóvenes de Ayotzinapa.